Opinión

Un año de especial dureza para los autónomos que no podremos olvidar

El director de Autónomos y Emprendedores no quiere limitarse a felicitar la Navidad y desear un mejor año 2021 a todos los lectores.  
Un año de especial dureza para los autónomos que no podremos olvidar

Terminamos el 2020. Me urge mucho desearos que consigáis celebrar estas Fiestas con toda la paz y felicidad que os sea posible y a pesar de todos los pesares. También, que el 2021 borre como un viento huracanado todos los dramas que hemos vivido este año.

Un año que entrará en los libros de historia, que contaremos en el futuro a los jóvenes que no lo hayan vivido. Un año que no nos esperábamos, pero que cambió nuestras vidas a partir de marzo. Un año inusual, onírico en medio de los confinamientos, experimentado por primera vez a nivel planetario. Un año de dolor para muchos, de cansancio extenuante para los sanitarios, para los transportistas, para los negocios de alimentación, para las farmacias…Un año de miedo, de enorme tristeza  para la mayoría, de desesperación para muchos. Un 2020 de cambio de hábitos, de mascarillas, de jabón en las manos, de codos, de intencionadas miradas, de prudencia. Y, desgraciadamente, de algunas imprudencias.

Pero dejadme que lo diga sin ambages: si para todos ha sido un año de especial dureza, para los autónomos mucho más. Diría que sin parangón. Porque unido al confinamiento, el miedo, las mascarillas, los  contagios, los fallecimientos,…, que también hemos padecido los autónomos, se suma  el hecho de haber sido y seguir siendo el colectivo más afectado por la crisis económica derivada de la pandemia. Cerrados, sin ingresos, desesperados porque había que seguir haciendo frente a los gastos familiares y del negocio, con prestaciones que apenas si nos servían de escaso alivio en nuestras dificultades, sin colchones económicos, sin poder muchas veces teletrabajar porque es imposible hacerlo en una tienda, en un bar, en un restaurante, o en un espectáculo.

Es cierto que ha habido ayudas públicas. Del Estado, de las CCAA y de muchos ayuntamientos que se han volcado con sus comercios, con sus bares y con sus restaurantes. Pero muchos autónomos se han quejado de que han sido totalmente insuficientes. Máxime cuando, a veces, han llegado demasiado tarde y, por tanto, no han evitado el cierre de miles de negocios.  Fuera de las estadísticas y los números, cada uno de esos cierres supone un drama personal y familiar que, en muchos casos, ha llegado hasta la redacción de Autónomos y Emprendedores. 

Durante estos meses, desde este medio digital hemos querido trasmitir cercanía a todos los que luchaban por mantener sus negocios en los momentos más difíciles. Fue, si me lo permitís, muy fácil porque también nosotros hemos soportado las inclemencias de la crisis y hablábamos con la autoridad que da la experiencia propia. Pero os aseguro que vosotros nos habéis devuelto ese calor con creces. Han sido muchas decenas de miles de autónomos los que cada día se han acercado a estas páginas para conocer -casi al minuto- lo que estaba pasando y cómo la pandemia estaba afectando en dada uno de los sectores. Desgraciadamente muchas de esas noticias no fueron agradables. Ya os cuento que, desde el pasado otoño, habéis sido más de millón y medio de trabajadores por cuenta propia los que cada mes habéis leído este medio. Muchos de vosotros con incertidumbres, con la necesidad de encontrar una respuesta a tantas preguntas que nos hacíamos.

 Esperamos que hayamos estado a la altura y que hayamos logrado seros útiles a vosotros y a vuestros negocios tal y como corresponde al medio de comunicación de referencia del colectivo. Ese es el título que nos habéis dado este año, algo que nos tomamos más como una responsabilidad que como un logro. Muchas gracias por tantas muestras de cariño que no puede ser otra cosa que recíprocas. Sólo podemos devolvéroslo esforzándonos, más si cabe, por seguir ofreciéndoos noticias que os sirvan en vuestra actividad. No dejaremos de seguir informando, cuestionando, aplaudiendo o criticando cualquier tema de actualidad que os afecte.   

Ya sé que ahora cuesta interiorizar la palabra esperanza. Pero es imprescindible hacerlo. Necesitamos pensar que el 2021 va a ser mejor, que todo esto pasará algún día. Algunos expertos y bastantes indicadores económicos son optimistas, pero eso no nos consuela. Necesitamos experimentarlo y ver que nuestros negocios vuelven a levantarse, a marchar, al menos como antes. Este es justo el deseo que os enviamos de corazón todo el equipo de AYE para el próximo año.