Y... Me hice autónomo especialista en comercio internacional

Hace 38 años deje la empresa privada, después de haber trabajado durante trece en tres empresas, a nivel nacional e internacional y ocupando puestos de posición ejecutiva. Creí y consideré que tenía formación, preparación y experiencia suficiente para andar por la vida profesional sin el soporte de una gran empresa. Mi decisión, que se tomo con el consentimiento y apoyo familiar, tuvo como resultado, pasar a una nueva forma de vida empresarial desde donde desarrollar, mi presente y futuro laboral, ser autónomo.

Comenzó entonces una nueva etapa donde yo, empresario autónomo, soy el responsable, de tareas y actividades y de previsión de futuro. Asumiendo riesgos y descubriendo realidades que, en ocasiones no es tarea agradable ni fácil… Pero que a la larga compensa…

Trabajar por cuenta propia es en sí una especialidad. Quienes estamos inmersos en ella, somos emprendedores por origen y principio. Un espacio común donde se juntan tus propias capacidades y potencial con las oportunidades empresariales y comerciales que ofrece el mercado; donde tus recursos han de satisfacer a los clientes, porque si no, no hay demanda y sin demanda no hay negocio, y sin negocio, no hay empresa.

Dicho esto, en la época actual hay que superar las fronteras y mitos sobre lo local del trabajo autónomo. Pero, ¿cómo aborda la vida empresarial un autónomo que se quiere especializar en comercio internacional?:

Trabajar por cuenta propia es en sí una especialidad.

En primer lugar, sometiéndose a un autodiagnóstico, “¿qué soy, quién soy, qué tengo, con que cuento, qué espero, cuál va ser mi ámbito mercadológico, que factor diferenciador aporto al gran mercado, para que me elijan a mí y no a otro?”

En segundo lugar, poniendo en marcha mi empresa, es decir, yo mismo, con los soportes y marcos legales, normativos, sociales, económicos necesarios y suficientes. ¿Cuál va ser, realmente, mi objeto social, ¿a que me voy a dedicar? Una vez que lo tengo claro desarrollo un esquema de trabajo, por divisiones operativas. En mi caso, centré mis estrategias en todos los ámbitos a los que da cabida esta actividad:

• Captacion, selección y eleccion de oportunidades empresariales y comerciales, directas e indirectas – Nació el TRADER.
• Especialización en operaciones especiales del comercio internacional: por aquel entonces, en España sólo se gestionaban operaciones clásicas o convencionales. Así que me dediqué la operaciones de compensación, trading (que resultaron ser clave); triangulares o según acuerdos preferenciales. Además de licitaciones;
• Captacion y selección de altos directivos y personal especializado en comercio internacional: necesitaba tener el archivo más grande de personas del Comercio Internacional, que por sus resultados en sus empresas, eran las idóneas para solucionar problemas, en otras empresas.
• Formacion especializada: con lo que separaría mi nivel directivo - estrategias, políticas y planes de acción- del nivel de apoyo operativo –gestión operativa documental-. Un equipo, ejerciendo en la práctica profesional y con grandes cualidades docentes, impartiría cursos, jornadas, seminarios. Dirigiríamos y tutorizaríamos proyectos a nivel nacional como internacional, en organismos y organizaciones, públicas como privadas. El objetivo, enseñar a gestionar, es decir, “el cómo se hace”.
• Asesoramiento y consultoría a nivel internacional: marco normativo, fiscal y legal. Contratación internacional. Financiación de operaciones internacionales. Captación de medios de apoyo, financieros y comunicacionales. Riesgos y barreras, sus coberturas. Logística y marketing Internacional, Gestión en aduanas. Planes de exportación/expedición

En tercer lugar, rodearme de un equipo de profesionales que me apoyaran, formaran, enseñaran y en resumidas cuentas, me ayudaran a salir adelante. Eso sí compartiendo con ellos, los beneficios económicos derivados de nuestras actuaciones y la venta de servicios.

El paso siguiente consistía en poner al día mis conocimientos sobre bases operativas en el comercio internacional, como en el intercambio de bienes entre estados miembros; modalidades clásicas y especiales. Funcionamiento de empresas, mercados, y productos. Así como todo lo concerniente al ámbito Legal - Normativas documentos, Incoterms, Contratación, etc…- Todo ello sin olvidarme de la banca, transporte, seguros o aduanas.

Llegados al quinto punto, estudié a fondo las oportunidades comerciales a nivel mundial: ofertas, demandas, proveedores, operaciones “a y desde” España, países mercado, tratados y acuerdos, riesgos, barreras, etc… y muy importante ¿cómo negociar?

Una vez, detectada la viabilidad de la operación, procedí a una rigurosa captación, selección y elección de los sujetos operativos, ofertantes y demandantes.

En séptimo lugar, se firman los contratos (intermediación, gestión etc…), cartas de intención, actuando como autónomo, TRADER y se supervisa el contrato internacional de compra venta

En octavo lugar, se diseña el plan de explotación, separando la gestión operativa funcional de la gestión operativa documental. Destacando el seguimiento y control de las tareas y actividades que se gestionan.

El noveno paso es más un principio básico y perpetuo, nunca perder al cliente, seguirlo siempre, lo que viene a ser asistirlos, apoyarlos, informarles de los cambios y tendencias, aportarle fuentes de información, veraces, oportunas, asequibles y contrastables.

Por último diseñar un sistema de trabajo, mejorándolo y actualizándolo en todo momento. El ejercicio del comercio internacional, avoca a una gestión estructurada, organizada, veraz, actualizada, porque es muy cambiante.

Así, pasaron los años y me siento afortunado de haber elegido ser autónomo, emprendedor, especialista en comercio internacional, especialidad hermosa, maravillosa, culta, donde si se hace bien, es gratificante.

La Asociación de Profesionales de Comercio Exterior (ACOCEX) ayuda a los autónomos a internacionalizarse. Más información en http://acocex.com/acocex-responde/