Opinión

La oratoria que un emprendedor necesita

Si eres emprendedor hablar bien en público es fundamental para ti, y no hacerlo puede suponer que no te ganes bien la vida. 

La oratoria que un emprendedor necesita

Hablar en público, como cualquier otra actividad realizada por el ser humano, requiere conocimiento de la técnica, además de la práctica. Una persona puede decir que juega al pádel, pero si desconoce las normas, a ningún profesional del pádel va a convencer. Igualmente ocurre con la Oratoria. Muchas personas consideran que saben hacerlo solo porque se suben a un escenario y abren la boca; pero no es así. De hecho, la falta de preparación a la hora de hablar en público se nota cada día más.

Como emprendedor sabrás que, aunque tengas la mejor idea, producto o servicio sino sabes venderla estás perdido. Y es que, desde la Escuela Europea de Oratoria creemos que es muy importante aprender Oratoria, prácticamente para cualquier profesión. Dicen que en el 89% de las profesiones se necesita hablar en público. En realidad, lo cierto es que en nuestros cursos nos encontramos con personas de muy distintas profesiones (maestros, médicos, policías, abogados, políticos, periodistas, ingenieros, funcionarios, y un largo etcétera) que vienen con la misma inquietud: "me pongo nervioso al hablar en público", "me sudan las manos", "me tiembla la voz", "odio hablar en público"... y, sin embargo, pronto se dan cuenta de que todo eso lo están generando ellos mismos a través de su propia mente. 

Hay gente por ahí que vende "recetas milagrosas" para quitar el miedo a hablar en público pero dicha magia no existe. Es un trabajo elaborado, bien hecho, entre tu gestión de emociones y la gestión de tu cerebro la que puede hacer que dejes de tener los miedos que tienes. "Gestión" es la palabra clave.

Cómo mover las manos, mantener una postura adecuada, mirar a la audiencia, utilizar la sonrisa, la voz kinestésica, la respiración abdominal o gestionar los momentos de escucha. La Escuela Europea de Oratoria ha preparado un decálogo que te puede ayudar a mejorar tus presentaciones y a conectar con tu audiencia. 

  1. Gestiona bien tus emociones: un buen orador sabe gestionar sus emociones (alegría, tristeza, miedo, sorpresa, enfado y asco) de manera adecuada para mostrarse siempre sereno, tranquilo, equilibrado y no llegar nunca a la ira, perder los estribos, etc… hablando en público. La Inteligencia Emocional ayuda al orador a gestionar bien las emociones y a ser capaz de transmitirlas, también muy importante.
  2. Emplea la llamada postura de “neutralidad”: quizás la conozcas de Pilates. Es una posición en la que el orador está de pie, con su peso equilibrado en ambas caderas y los brazos colgando. Sus brazos y sus manos se mueven en cuanto comienza a hablar. Es la postura que podemos ver en el atril a los buenos oradores o cuando los políticos posan para una foto. Da sensación de seguridad delante del público.
  3. Gestiona bien tu mente: todos los miedos e inseguridades que tenemos proceden de nuestros pensamientos, nosotros mismos los creamos. Tenemos que aprender a eliminar de nuestra mente los pensamientos negativos y potenciar los positivos a través de creencias positivas: “claro que puedo hablar en público”, “soy capaz”, etc…
  4. Utiliza las tres Claves de la Oratoria: las claves que hemos comprobado en los grandes oradores de la Historia: naturalidad (ser tú mismo), humildad (no creerte más que nadie, no ser prepotente al hablar en público) y, hablar desde el corazón (con ganas, con pasión, con ilusión…) Son tres claves que te ayudan a salir de cualquier situación que te pueda pasar al hablar en público.
  5. Consigue que tu público “vuele” contigo: a fin de evitar los discursos aburridos o las presentaciones que se denominan “muerte por PowerPoint”, necesitamos emplear lo que se llaman “buenos inicios y finales”. Como dijo Winston Churchill: “el mejor discurso es que tiene un buen principio, un buen final, y en el que la distancia entre ambos es la mínima posible”. Una anécdota personal, un storytelling, una cita, etc… pueden constituir un buen inicio o un buen final.
  6. Prepara bien la presentación: si usas PowerPoint, Keynote, Prezi o cualquier otro tipo de presentación visual tienes que tener en cuenta que ese elemento no es para ti, sino para tu público. Por tanto, lo que no se pueda leer no se puede poner y es preciso que el público pueda ver de una simple mirada lo que queremos decir.
  7. ¡Juega con tu voz! Nuestra voz no la podemos cambiar pero sí el uso que hacemos de ella. Puedes tener el mejor discurso o la mejor presentación del mundo pero si no sabes interpretarlo adecuadamente, saldrá muy mal. Jugar, por ejemplo, con los silencios y las pausas es mágico para “enganchar” a tu público y conseguir seducirles.
  8. Emplea un Lenguaje No Verbal (LNV) adecuado: vestir según la imagen que quieras dar y según el público que tengas delante; evitar gestos inadecuados (tocarse la cara, anillos, pulseras, corbatas, uso del bolígrafo, manos cerradas o brazos o piernas cruzados) y mover las manos al ritmo de la voz, son pautas fundamentales de un buen uso del lenguaje no verbal en oratoria.
  9. Adapta tu lenguaje a tu público: no puede ser lo mismo hablar para niños, adolescentes, personas de la tercera edad, profesionales, médicos, profesores, abogados, ingenieros, policías, etc… el orador debe adaptar su lenguaje verbal a las personas que tiene delante, de manera que todo el mundo entienda lo que va a decir.
  10. Trata de ser coherente en los tres tipos de lenguaje: El ser humano utiliza tres tipos de lenguaje: lenguaje verbal (mensaje), lenguaje paraverbal (voz) y lenguaje no verbal (cuerpo). Para que un orador sea creíble sus tres tipos de lenguaje deben ser coherentes, es decir, los tres deben indicar lo mismo. Si un orador no es coherente pierde credibilidad.