Entre marzo y septiembre de este año, sólo un 6% de las pymes y autónomos que se acercaron a una entidad financiera para solicitar un crédito se encontraron con, empleando términos futbolísticos, la ‘tarjeta roja’. Así se desprende del informe sobre la Evolución Reciente del Acceso de las Pymes Españolas a la Financiación Externa publicado por el Banco de España y elaborado a partir de los datos de la encuesta semestral del Banco Central Europeo (BCE).

Si lo comparamos con los resultados tanto de la edición del mes de marzo como con los de septiembre de 2017, la cifra ha crecido en uno y dos puntos porcentuales respectivamente. 

También se está notando un empeoramiento de la situación en cuanto a los autónomos y pymes que, finalmente, han obtenido financiación. Si bien en términos interanuales el dato se mantiene estable en el 9%, éste se ha elevado un punto respecto al anterior semestre.

Pese a este leve incremento, la encuesta recoge un dato positivo: el aumento de la cuantía de los préstamos. En este apartado el porcentaje (15%) de quienes reconocen haber obtenido un préstamo de mayor cuantía es cuatro puntos superior al de marzo. Sin embargo decrece en un punto en términos interanuales, siendo en septiembre de 2017 del 16%.

Lo cierto es que el organismo que gobierna Pablo Hernández de Cos, reconoció en la Encuesta de Préstamos Bancarios en España correspondiente al tercer trimestre del año un “ligero aumento” en el volumen de concesión de crédito. Así el volumen de operaciones solicitadas por un importe inferior a 250.000 euros -donde se encuadran las solicitadas por autónomos y pymes, cuyos importes se encuentran en la franja de entre 6.000 y 18.000 euros de media- fue de 10.272 millones de euros, lo que representa casi el 77% del total concedido en 2017.

Sorprende también el incremento de siete puntos, hasta el 5%, de aquellos que afirman haber obtenido un préstamo a amortizar en un plazo más amplio. En marzo este cayó al -2% desde el 3% de septiembre del año precedente. En definitiva, la banca ha insuflado aire al colectivo de autónomos y pequeñas empresas en lo que respecta al tiempo que les conceden para ir cancelando sus créditos. 

Endurecimiento y crédito a proveedores

El documento de Banco de España eleva los porcentajes de pymes y autónomos que han percibido un endurecimiento en las condiciones de los préstamos y de las garantías requeridas hasta el 17% y 6% respectivamente.

Cifras que aunque menores, están acordes con las del VII Informe sobre Financiación de la Pyme en España, de Cesgar (Sociedades de Garantía Recíproca). En este se destaca que el aumento de las exigencias por parte de los bancos y el aumento de la financiación son las causas que, el último año, han llevado, a su máximo histórico el porcentaje de autónomos, pymes y pequeños negocios que necesitan un aval o garantía adicional. Hasta el 11,5%.

Ahora bien, en este aspecto llama la atención que son los autónomos quienes menos necesitan aportar este tipo de garantías para obtener financiación, un 9,4% frente al 33,3% de las medianas empresas.

Todo lo anterior lleva a preguntarse acerca de cómo están reaccionando los autónomos y las pymes frente a la desaceleración en la concesión de financiación bancaria y la aceración de las condiciones de acceso al mismo. La respuesta es vía crédito a proveedores, es decir, establecer un plan de pagos a, por ejemplo, 30, 60 o 90 días. Tal y como refleja el informe de Cesgar su uso se ha incrementado en más de 20 puntos respecto al pasado año, pasando del 32,8% al 56,1%.

¿En qué utilizan los autónomos la financiación?

Vuelve a aumentar la necesidad de financiación entre las pymes y los autónomos hasta casi el 26% según los datos de Cesgar. Los protagonistas de este dato son el colectivo de autónomos y microempresas. Más de un 14% requieren ayuda económica externa para poner en marcha o consolidar sus negocios. Pero, ¿para qué necesitan crédito los autónomos? Seis de cada diez autónomos y pymes (64,1%) que recurren a financiación externa para obtener circulante, es decir, dinero para su día a día. Pese a lo elevado del porcentaje, esté se ha reducido en el último año en favor de la necesidad de crédito para inversiones en equipo productivo (21,5%) y de inversión en inmuebles (10,4%).