España perdió el 25% de jóvenes autónomos desde la crisis de 2008
Los últimos diez años, que incluyen la crisis del 2008, han afectado al número de jóvenes trabajadores por cuenta propia. Por contra, creció el de mayores de 55, muchos expulsados del mercado laboral. Éstos encontraron en el emprendimiento su salida profesional.
En la última década, España perdió a gran parte de sus autónomos más jóvenes. A su vez, se incrementó el número de trabajadores por cuenta propia mayores de 55. Ésta es una de las principales conclusiones de un estudio elaborado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) que abarca los últimos diez años del trabajo por cuenta propia. El documento deja constancia sobre cómo la crisis sufrida afectó de forma distinta a los emprendedores impidiendo, por un lado, que los más jóvenes pudieran crear un negocio o mantener su afiliación al RETA, y , por otro, dirigiendo hacia el trabajo autónomo a aquellos que fueron expulsados del mercado laboral.
En 2008 comenzó una de las peores crisis económicas que ha sufrido España. Entre otros efectos, se produjo una restricción del acceso al crédito y también miles de despidos, sobre todo entre el colectivo de asalariados mayores de 50 años. La falta de financiación afectó a muchos emprendedores jóvenes que no obtenían capital para levantar sus negocios ni tenían patrimonio propio unido a una caída de la demanda interna que minoró sus ingresos. Por otro lado, obligó a muchos asalariados mayores de 50 años a emprender, utilizando muchos de ellos sus indemnizaciones por despido y su patrimonio propio para iniciar los negocios.
Según el informe de ATA, de diciembre de 2009 al mismo mes de 2019, el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) pasó de tener 625.594 autónomos menores de 35 años a contar sólo con 459.624. Una caída de 165.970 personas, que hizo a España perder al 26,5% de sus jóvenes emprendedores en la última década. Éstos no pudieron sacar adelante sus proyectos durante los años de crisis, de 2008 a 2014 aunque sus efectos perduraron hasta 2016. Los más jóvenes, sin patrimonio y sin financiación, abandonaron sus negocios o no pudieron emprender.
Un fuerte descenso que se compensó con el aumento de los 195.470 autónomos mayores de 55 años en los últimos diez años. Periodo además, en el que se incrementó también el número de trabajadores por cuenta propia en jubilación activa, segmento que pasó de estar compuesto por 66.464 afiliados en diciembre de 2009 a 126.727 a cierre del año pasado. Muchos autónomos prefirieron seguir trabajando a retirarse. Algunos por propia voluntad y otros obligados por la necesidad de seguir "tirando" del negocio para cubrir las necesidades familiares.
“Con estos datos se comprueba cómo ha cambiado el perfil de nuevo emprendedor: ya no es una persona joven. Al contrario, suelen ser mayores de 55 años. Son profesionales que están preparados, con un importante bagaje a su espalda y que ven el autoempleo como la fórmula más efectiva de reincorporarse al mercado laboral” explicó Lorenzo Amor, presidente de la Federación.
A pesar de la caída de jóvenes emprendedores, la evolución del RETA en los últimos diez años es positiva: con 110.382 cotizantes más. (De 3.157.046 en diciembre de 2009, a los 3.267.428 en diciembre de 2019).
Más societarios y menos persona física
Otro de los aspectos que destaca la Federación en su documento es el hecho de que la mayoría de las altas al RETA se produzcan por parte de emprendedores que ponen en marcha alguna sociedad. Es decir, en la última década, los autónomos societarios aumentaron en 138.101 cotizantes, hasta alcanzar los 1.268.971 afiliados que son actualmente.
Todo ello, mientras el número de autónomos persona física disminuyó en 27.719. O, lo que es lo mismo, el RETA pasó de tener 2.026.176 afiliados personas física en diciembre de 2009 a 1.998.457 en el mismo mes de 2019.
Centrándonos en estos trabajadores por cuenta propia, destaca su fuerte descenso entre 2009 y 2012, con una pérdida total de 116.260 autónomos persona física. Con la entrada en vigor de la Tarifa Plana en 2013, se comprueba cómo volvió a crecer el número de estos afiliados y registró un crecimiento continuo, aunque no el suficiente para contrarrestar la pérdida registrada entre 2009 y 2012.
Estas cifras se podrían explicar por el hecho de que el autónomo persona física responde de sus deudas con todo su patrimonio, presente y futuro, mientras que una sociedad tiene limitada su responsabilidad.
116.447 autónomas más
Atendiendo al género, el informe de ATA expone que "nuevamente se comprueba que el crecimiento del número de autónomos tiene un protagonista principal: las mujeres". En la última década, el RETA creció gracias al emprendimiento femenino: las mujeres que pusieron en marcha su propio negocio aumentaron en 116.447, frente al descenso de 6.065 hombres afiliados..
Por edad y sexo, el comportamiento es similar tanto en hombres como en mujeres: descendieron los emprendedores más jóvenes frente al crecimiento de los mayores de 55 años; siendo mayor la caída de autónomos jóvenes (129.457), que la de autónomas jóvenes (36.513).
Sin embargo, frente a este descenso en el número de autónomas menores de 35 años, las mujeres emprendedoras crecieron en el resto de franjas de edad en los últimos diez años: hay 69.546 trabajadoras por cuenta propia más de 55 años; 68.218 que tienen entre 45 y 54 años y 15.196 de entre 35 y 44 años.
Más empleadores
Por último, ATA analiza la evolución de los autónomos en función de si tienen o no trabajadores a su cargo. Se puede comprobar que aumentaron los autónomos empleadores frente al descenso que registran desde 2009 los que no tienen ningún trabajador a su cargo. Estos útlimos pasaron de ser 1.635.666 en diciembre de 2009 a 1.569.992 en el mismo mes de 2019 (65.674 autónomos menos). Al mismo tiempo, los trabajadores por cuenta propia empleadores aumentaron en 37.955 personas, hasta situar la cifra total de autónomos persona física que cuenta con al menos un trabajador a su cargo en 428.465.
En cuanto al número de trabajadores asalariados contratados por autónomos persona física, éstos crecieron en 125.145 en la última década. Según ATA esto confirma "que los autónomos son verdaderos generadores de empleo". Sin embargo, la Federación señala que en el ejercicio pasado descendió -por primera vez desde 2011- el número de asalariados contratados por autónomos, concretamente se perdieron 9.885 menos a lo largo de 2019.
En resumen, “con los datos analizados, se puede comprobar que el crecimiento de los autónomos en esta última década viene protagonizado por los mayores de 55 años, las mujeres, los autónomos societarios y los empleadores. Como contraposición, destaca la pérdida de jóvenes autónomos, que han descendido un 36,6%. Algo estamos haciendo mal cuando España pierde una tercera parte de sus jóvenes empresarios. Hay que revisar las políticas activas de empleo y poner en marcha unas que apoyen el emprendimiento juvenil. Su talento, en muchas ocasiones, sale fuera de España”, señaló Lorenzo Amor, presidente de ATA.