La Ley de la Cadena alimentaria no funciona

Las rentas de los agricultores y ganaderos cayeron un 5,5% en 2022 y temen que en el 2023 sea peor

La renta de los autónomos del mundo rural cae un 5,5% en 2022.

La renta media de los agricultores y ganaderos descendió un 5,5% en 2023 según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Las perspectivas para el 2023 tampoco son halagüeñas, según Asaja.  

Los agricultores y ganaderos han sido uno de los sectores más castigados en 2022. Estos autónomos han sufrido un aumento generalizado de todos sus costes -al igual que otros muchos autónomos- aunque agravados por todo tipo de inclemencias atmosféricas: desde fuertes temporales a una prolongada sequía. Según estimaciones del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación las rentas de estos trabajadores por cuenta propia han descendido un 5,5%. Las previsiones para el año que viene del mundo rural tampoco son halagüeñas, la nueva PAC que entra en vigor el próximo 1 de enero tiene en vilo a gran parte del sector.   

“El incremento de costes del 2021 al 2022 ha sido desmesurado”, aseguró Juan José Álvarez Alcalde, director de relaciones institucionales en Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA). Afirmación compartida por el Ministerio, que aseguró en su previsión que la caída de las rentas de los agricultores se debía principalmente por la guerra en Ucrania.

La invasión en Ucrania – explicaron desde ASAJA – ha multiplicado los efectos y la incertidumbre en el sector. Principalmente, los costes que más han influido en la caída de las rentas de estos autónomos han sido – además de los costes energéticos como la luz o el combustible – materias primas como los piensos o los fertilizantes. “El incremento medio anual del precio de los piensos ha sido de un 30% y del 200% en el caso de los fertilizantes”, añadió Álvarez Alcalde.

Las principales organizaciones agrarias afirmaron que en España se ha cosechado un 35% menos cereal en 2022. Además, han bajado los rendimientos en uno de los productos estrella de nuestra gastronomía, el aceite de oliva. “La producción en oleaginosas ha caído más de la mitad en algunas zonas de nuestro país. Otros productos como la fruta de hueso se han recortado muchísimo. Alimentos como la almendra se han visto mermados hasta en un 80%”, concretó Álvarez Alcalde. Otros productos como la aceituna de mesa, la uva de vino, los cítricos o el arroz – todos ellos pilares de la agricultura nacional – también sufrido importantes caídas.

“El balance es malo. 2022 ha sido un año en el que la Ley de la cadena alimentaria no ha terminado de funcionar correctamente y que el consumidor ha visto como su cesta de la compra se ha encarecido más del 15 % mientras en el campo han desaparecido explotaciones por falta de viabilidad económica”, concluyó el director de relaciones institucionales de ASAJA.

La nueva PAC de 2023 desconcierta a los agricultores que no saben si les beneficiará 

Pese a la importancia de la producción alimentaria en nuestra sociedad, los ingresos de los agricultores son un 40% inferiores que el de resto de sectores productivos. Con el fin de compensar este desequilibrio, en los años sesenta se creó la Política Agraria Común (PAC) que otorga ayudas y da respuesta a las necesidades del mundo rural.

A partir del próximo 1 de enero, entrará en vigor un nuevo concepto en la PAC conocido como ‘Eco Regímenes’; práctica que aumentará las ayudas de estos autónomos pero que todavía es desconocida por gran parte del sector. “Si no concebimos como será el 2023 – además de por todas las circunstancias que se pueden dar y porque la guerra sigue vigente- es en parte porque no sabemos como afectará la nueva PAC a los agricultores”, aseguró Juan José Álvarez Alcalde.

La acogida a los ‘Eco Regímenes’ (EERR) “es voluntaria para el productor”. El agricultor o ganadero decidirá para que parcelas de su explotación las solicita o no y bajo que prácticas justifica su relación. Es decir, un agricultor que tiene un campo de 20 parcelas puede aplicar en cada una de ellas uno de los nueve EERR aprobados en España para complementar lo que le corresponde de base por la PAC. O lo que es lo mismo, las prácticas sostenibles en su terreno elevaran la cuantía de las ayudas que perciba en la PAC del 2023.

El 30% de las explotaciones ganaderas de España peligran por la subida de costes

“Un autónomo que, por ejemplo, cría porcino ibérico y al que le sube el pienso un 50% con respecto al año pasado no puede subsistir. La mayoría de las explotaciones ganaderas de España tienen una rentabilidad muy ajustada y lo peor es que hay muchísimas que apenas tienen rentabilidad. Están avocadas al fracaso. Suena caótico o catastrófico, pero es lo que están viviendo los ganaderos de nuestro país”, expresó Gema del Río,  técnico de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA).

“Desgraciadamente el precio que se les está pagando a los ganaderos por sus productos es exactamente el mismo. Les suben los costes, pero un trabajador por cuenta propia que produce leche sigue vendiendo en el mercado es el mismo. Esto le quita sentido a que estos emprendedores produzcan, haciendo peligrar entre el 20 y el 30% de las explotaciones de nuestro país”,

“Estamos haciendo muchos esfuerzos para que la Ley de la Cadena Alimentaria se cumpla, trasladando las denuncias a las administraciones para que los agricultores y ganaderos no vendan por debajo de los costes de explotación. Pero la realidad sigue siendo que estos autónomos no sacan ningún rendimiento de trabajo. Cualquiera que tenga una papelería o un comercio y no venda, cierra su negocio. Pero la gente no es consciente de la importancia que tiene el sector agroalimentario para la supervivencia de un país”.

El precio de la tonelada de pienso se encareció entre 100 y 200 euros en menos de un año

Un autónomo que cría gallina ponedoras pagaba 343 euros por tonelada de pienso en julio 2012. Diez años después, según el último informe histórico elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, paga 437,54 euros por tonelada, casi 100 euros más. Sin embargo, en 2012 el país todavía se encontraba en plena recesión económica. En 2020, justo antes de la pandemia, el mismo ganadero pagaba 248,28 euros por tonelada de pienso para sus gallinas, 189 euros menos que en la actualidad. En el caso del cerdo, las vacas lecheras u ovejas, del 2012 hasta la actualidad, aumentó aproximadamente 100 euros.