Opinión

Analizando el 'e-commerce': ¿una burbuja que se desinfla o un sector consolidado?

En los últimos años, el sector del e-commerce ha ido forjando unas condiciones que han facilitado el crecimiento exponencial que se puede observar en la actualidad. Con la llegada de la pandemia y las restricciones que ésta trajo consigo, el sector experimentó un gran impulso. 

Analizando el 'e-commerce': ¿una burbuja que se desinfla o un sector consolidado?

En los últimos años, el sector del e-commerce ha ido forjando unas condiciones que han facilitado el crecimiento exponencial que se puede observar en la actualidad. Con la llegada de la pandemia y las restricciones que ésta trajo consigo, el sector experimentó un gran impulso. Ante esta situación, los españoles tuvieron que adaptar sus hábitos de consumo a la modalidad online para poder realizar sus compras habituales. Sin embargo, el acceso a las nuevas tecnologías ya había creado el caldo de cultivo propicio para dicho desarrollo, aunque esta situación de excepcionalidad aceleró un proceso que ya estaba en marcha. 

Por este motivo, 2020 supuso un récord de facturación para el sector. Según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), en ese año el comercio electrónico facturó 51.600 millones de euros en nuestro país. Sin embargo, esta tendencia no se ha frenado desde entonces y los años sucesivos se han cerrado con nuevos récords para el e-commerce. De hecho, en 2022 se logró superar los 72.000 millones de euros, lo que supuso un crecimiento del 25% con respecto a 2021. 

Los últimos datos obtenidos por Packlink, la solución para envíos de e-commerce, avalan este desarrollo. Así, en Europa, el volumen de envíos de Packlink ha experimentado un crecimiento del 26% en el último año. Estas cifras demuestran que el impulso del comercio electrónico se mantiene sostenido incluso una vez superadas las consecuencias de la pandemia. Por esta razón, el sector se está desvinculando de la concepción que algunos tenían de él como una burbuja destinada a desinflarse para, por el contrario, estar demostrando su consolidación.

En este proceso de estabilización, se ha llevado a cabo un cambio de paradigma hacia un tipo de consumo omnicanal. De acuerdo con nuestros estudios recientes, el 65% de los españoles realiza sus compras tanto online como en tiendas físicas, combinando ambos modelos. Es más, para evitar gastos de envío o pagos por devoluciones online, así como para optar por una alternativa más sostenible, los consumidores combinan sus compras online con recogidas y devoluciones en tienda. En este sentido, un 34% de los consumidores encuestados por Packlink admite que se pasaría al sistema "click and collect", es decir, la opción que muchas tiendas ofrecen a sus clientes para comprar de forma online y recoger el pedido de forma gratuita en tienda. 

En resumen, el e-commerce ha conseguido establecerse como un modelo de negocio consolidado, que ha dado paso a una nueva realidad para los consumidores. De la mano  del comercio tradicional, se ha afianzado un modelo omnicanal, en el que los compradores pueden combinar ambas opciones en función de sus preferencias. Por lo tanto, la burbuja no ha explotado, sino que ha aprendido a adaptarse a los nuevos hábitos de consumo de los españoles.