La patronal denuncia que la presión normativa supone un coste adicional de 6.000 euros

Un modelo de ciudad está desapareciendo: 35.024 comercios de proximidad cerraron en 2023

El comercio de proximidad cada vez está más en crisis. Y sus representantes exigen a los políticos que se ocupen para que no desaparezca: desde rebajar la presión normativa a incrementar más ayudas económicas para salvar un modelo de ciudad que languidece.

35.024 negocios de autónomos, desaparecidos en 2023, demandan una estrategia urgente para salvar el comercio de proximidad.
35.024 negocios de autónomos, desaparecidos en 2023, demandan una estrategia urgente para salvar el comercio de proximidad.
Un modelo de ciudad está desapareciendo: 35.024 comercios de proximidad cerraron en 2023

35.318 establecimientos minoristas dejaron de existir en 2023, un 99,2% eran propiedad de un un autónomo con uno o dos empleados. En la Comunidad de Madrid cerraron 6.003 pequeños negocios, de los cuales, el 99,7% eran establecimientos de un sólo autónomo (5.551 comercios) y a el resto negocios familiares con uno o dos asalariados (437 negocios).

Hace falta una una radiografía de la situación real del comercio  

Este panorama tan poco alentador para el necesario relevo generacional en el comercio de proximidad ha sido esgrimido por el presidente de la Confederación de Comercio Especializado de Madrid (Cocem), Armando Rodríguez, para denunciar las grandes causas por las que, a juicio de las agrupaciones voluntarias que conforman esta asociación (mercados municipales, joyerías, quioscos de prensa, carnicerías, tiendas de muebles, pescaderías...), el comercio especializado sufre esta debacle.

La primera de ellas, fundamental para poder llevar a cabo una radiografía de la situación real del sector, “es la asombrosa falta de datos desagregados por tipología de comercios, lo que imposibilita conocer en qué punto nos encontramos, para hacer un diagnóstico adecuado y definir una estrategia para frenar el grave deterioro del tejido comercial en la Comunidad de Madrid”, razonó Armando Rodríguez. “Es difícil saber adonde te diriges si no sabes ni dónde estás ni de dónde partiste”. Y es que, esa ausencia de un informe elaborado, con datos cuantitativos y cualitativos sobre el número real de establecimientos, “disgregado por modelo de comercio, en lugar de meter en el mismo saco grandes superficies, venta ambulante, comercio de proximidad o venta por internet, y que recogiese el empleo, las tendencias, la evolución... sería imprescindible para centrar el tema”.

El presidente de Cocem reconoció que ha tratado de explicar la preocupante situación del comercio especializado en la Comunidad de Madrid a las autoridades gobernantes y a la oposición, compareciendo hasta en tres ocasiones en la Asamblea de Madrid. “Para demandar políticas que definan el modelo comercial que se quiere desarrollar en la comunidad", destacando que es precisamente el comercio especializado el que define el tipo de ciudades y de pueblos en los que viven los madrileños.

Una batalla perdida, porque detalló que “de los 25.000 millones de euros del presupuesto anual de la Comunidad de Madrid solo el 0,01% se destina al comercio. Las transferencias de capital directas a los 90.000 establecimientos de la región se traducen apenas dos millones de euros, una cifra totalmente insuficiente”. De ahí la necesidad de actualizar la Ley de Comercio, que se ha quedado obsoleta, para facilitar la innovación en la actividad comercial. Esta se encuentra bloqueada, “a pesar de existir un borrador, desde hace años, y ha de adecuarse a las necesidades del comercio que tienen los madrileños”, señaló Armando Rodríguez.

La presión normativa supone un coste medio de 6.000 euros por comercio

A este aparente desinterés político regional, el presidente de Cocem unió la enorme presión normativa que viene de la administración central y que se ha intensificado en los últimos años. “A la que se ve sometida el comercio especializado, y que supone un coste adicional de implantación medio de 6.000 euros por establecimiento; al margen de los costes laborales y habituales en la actividad empresarial”.

El representante de los comerciantes especializados habla de normas que no discriminan ni por tamaño, ni por actividad, “y que lo mismo afectan a una gran superficie como El Corte Inglés, que a una panadería de barrio: el registro retributivo, el plan de igualdad, el de prevención de riesgos laborales, el de acoso sexual, la factura electrónica...”. Normas y más normas, que puede llevar al cierre de muchos más establecimientos, “si tenemos en cuenta que estos tienen de media sólo dos personas, que han de ocuparse del día a día además de cumplir con esta retahíla de normas”.

Todo esto ha llevado al comercio de proximidad a una falta de relevo generacional que va en aumento, y que deriva también de la inexistencia de oferta de formación profesional –que sin embargo sí que existe para la hostelería y la restauración–. “Lo que pone en grave peligro la continuidad del comercio por falta de profesionales”, señaló  María Luisa Álvarez, vicepresidenta de Cocem como directora de la patronal de pescaderías madrileñas, la Asociación de Empresarios Detallistas de Pescados y Productos Congelados de Madrid (Adepesca).

Quien señaló que, según los datos de su organización, “se han perdido casi el 50% de las pescaderías tradicionales en la región en algo más de una década, lo que se traduce a su vez en una constante bajada del consumo de productos pesqueros”. En concreto, los madrileños consumen 10,5 kilos menos al año desde el año 2013, “con el impacto que tiene en el retroceso del consumo de alimentos frescos en la salud de los madrileños y en las cifras de obesidad y sobrepeso infantil”. Y es que, explicó a este diario María Luisa Álvarez, “cuando hablamos del comercio especializado, no lo hacemos solo del impacto económico directo, sino en el modelo de ciudad que queremos y en los hábitos que desarrollamos como sociedad”.

Ha descendido un 24% el número de carnicerías en cinco años

Por su parte, María Sánchez, también vicepresidenta de Cocem en tanto en cuanto directora de la asociación que representa al comercio cárnico especializado en la Comunidad de Madrid, Carnimad, puntualizó “un descenso de un 24% en el número de carnicerías en el último lustro”, destacando la importancia que tiene la formación de oficios para garantizar el relevo generacional en los negocios, y equipararlos así al resto Europa, donde existe una formación reglada por profesiones. “No pedimos políticas proteccionistas. La competencia es saludable y te hace crecer. Lo que queremos es que se gestionen las distintas situaciones atendiendo a las diversas tipologías de comercio que existen, porque no todas tienen los mismos problemas”.

María Sánchez explicó que, sólo una de las nuevas reglas referentes a la gestión de envases, va a pasar de suponer 50 euros anuales, “que pagábamos a entidades especializadas, a una cantidad próxima a los 1.000 euros al año”. Una muestra de las cerca de 3.000 normas de seguridad, higiene, etiquetado, etcétera, que regulan su sector. “Una carga de trabajo que, para una media de dos trabajadores por establecimiento cárnico, es realmente penosa”.

Otros sectores del comercio especializado, también representados en Cocem, arrojaron cifras no menos preocupantes. Según datos de las propias organizaciones, el sector de los electrodomésticos ha perdido un 14% de puntos de venta en los últimos dos años; el de las joyerías, un 20%; y el de la prensa, uno de los más afectados, hasta un 62%. “El comercio de proximidad garantiza unos valores que, muchas veces, no contemplan los vendedores online”, indicó Ana Postigo, en representación del comercio del mueble, como segunda generación de un negocio familiar afectado por el ecommerce.

“Es preciso que las autoridades dejen de mirar el corto plazo”, aseguró esta comerciante, “e informen un poco más a la ciudadanía de que la desaparición del comercio especializado es acabar con el pegamento que une las poblaciones a sus habitantes. Y que es necesario garantizar una competencia justa, donde no existan portales que, por estar radicados fuera de la UE, no apliquen el IVA y puedan ofrecer precios inaccesibles para los demás”.