Hacienda puede aplicar la 'cuarentena fiscal' a los autónomos que trasladen su residencia al extranjero
Hacienda está vigilando a los autónomos que trasladan su domicilio fiscal a otros países. Sobre todo, si el destino está considerado un paraíso fiscal. Si se les aplica la llamada 'cuarentena fiscal', los infractores deberán seguir presentando la RENTA en España durante el año del traslado y los cuatro posteriores.
A medida que avanzan las oportunidades profesionales para los autónomos más allá de las fronteras nacionales, un número creciente de trabajadores por cuenta propia, incluidos los nómadas digitales, optan por trasladar su residencia fiscal al extranjero. Según las últimas estadísticas del INE, ya hay 2,9 millones de trabajadores españoles en el exterior, un aumento del 4,2% respecto al año anterior.
Este fenómeno preocupa a la Agencia Tributaria, especialmente cuando este traslado de domicilio fiscal se produce a jurisdicciones de baja o nula tributación. A países o territorios que ofrecen ventajas fiscales significativas a particulares y negocios, como tasas impositivas muy bajas o inexistentes, además de poseer leyes que promueven el secreto bancario y financiero.
Así, los contribuyentes españoles que cambien su residencia a este tipo de territorios, “aunque hayan dejado de ser residentes fiscales en nuestro país, pueden sufrir lo que se denomina cuarentena fiscal”, explicó a este diario Mónica Serra García, abogada fiscal de Declarando. Esto es, las autoridades fiscales españolas pueden considerar, de forma unilateral, “que ciertos ingresos y activos continúan sujetos a impuestos en España durante un período específico”. O dicho de otro modo, “deberán seguir presentando la declaración de la RENTA aquí durante el año del traslado y los cuatro posteriores al mismo”.
No todo aquel que traslada su domicilio fiscal fuera de España busca tributar menos
Deportistas y creadores de contenido digital, como los youtubers –por poner los dos ejemplos que suelen saltar a los titulares de la prensa más a menudo–, no son los únicos que trasladan su domicilio fiscal a Gibraltar o Andorra, famosos por sus bajas tasas impositivas. Estos creadores a menudo ganan sumas significativas a través de promociones, patrocinios y colaboraciones, por lo que trasladarse a un lugar con una carga tributaria más baja representar un ahorro considerable en impuestos. Pero el motivo de trasladarse a otras latitudes también puede tener que ver con otras motivaciones, como la libertad de trabajar desde cualquier lugar, lo que permite diseñar un estilo de vida que equilibre trabajo y ocio según cada preferencia personal.
Sea como fuere, el gobierno español, a través de su política de cuarentena fiscal, intenta mitigar la evasión fiscal que podría conllevar a veces este traslado. “Hablamos de un término que se refiere a la obligación de los contribuyentes de seguir declarando sus ingresos en España, al menos durante el periodo de tiempo mencionado. Una medida que es particularmente estricta con aquellos que se trasladan a países considerados como paraísos fiscales”.
La cuarentena fiscal es, según esta experta, “una medida para evitar que los contribuyentes eludan impuestos, simplemente cambiando su residencia fiscal. Y la aplicación de esta medida de Hacienda depende de varios factores, “incluyendo el tipo de ingresos y la naturaleza del traslado, así como las características del nuevo país de residencia”.
Tampoco sirve, como recordó Mónica Serra García, “la mudanza a uno de estos territorios considerados de baja o nula tributación, residiendo primero, durante un tiempo, en un tercer país, para tratar de eludir a la Inspección fiscal. “Se trata de una práctica que también conoce y persigue Hacienda, y que, por tanto, no evita en ningún caso el cumplimiento del periodo de cuarentena fiscal”.
Hacienda puede aplicar la cuarentena fiscal a los autónomos que no se trasladen a un paraíso fiscal
La consideración de países que reciben el tratamiento de paraísos fiscales la establece el Ministerio de Hacienda y Función Pública, en cumplimiento con lo establecido en la Ley 11/2021, de 9 de julio, de “medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal”. En dicha lista figuran algunos nombres conocidos, como Bermudas, Jersey, Bahréin o las Islas Caimán, junto a una veintena más de destinos sospechosos. Una lista cuya última versión data del año 2023, puesto que se actualiza de forma periódica.
No obstante, “hay que tener en cuenta que Hacienda puede aplicar la cuarentena fiscal a países que no están incluidos en esta lista, dependiendo del tipo de ingresos del contribuyente y de las circunstancias en las que se produzca el traslado de residencia fiscal”, continuó la experta de Declarando. Para quien, las sanciones por cambios irregulares de residencia fiscal pueden ser severas, por lo que “a la hora de determinar que un traslado de este tipo no es genuino”, la Agencia Tributaria puede echar mano de:
- Testigos. Preguntar a conserjes, vecinos, comerciantes próximos, etcétera. “Aunque los tribunales no valoran esta prueba salvo que sea muy clara, que vean al investigado por Hacienda todos los días, que sientan ruidos en su vivienda continuamente... Si no dan suficiente información, no es prueba sólida según el Tribunal Supremo”.
- Elementos externos de la vivienda (rótulos, buzón, timbre...). Lo mismo que consumos de agua, luz, electricidad o teléfono.
- Titularidad del inmueble.
- Domicilio consignado en documentos (Seguridad Social, notificaciones, etcétera).
- Sucursales bancarias. Y cuentas corrientes abiertas en ellas.
- Suscripción a gimnasios, clubes, asociaciones o visitas a peluquerías.
- Uso de tarjeta de crédito. “Investigando dónde se producen realmente las compras”, apuntó la experta.
- Adscripción a un centro médico o posesión de una tarjeta sanitaria.
Aunque los inspectores llevan también a cabo la investigación del desarrollo efectivo de la labor profesional del investigado, la geolocalización de su móvil y la comprobación de su gasto en telefonía, la vigilancia y seguimiento de sus redes sociales, su actividad en cajeros, así como la comprobación y cotejo de sus billetes de viaje de ida y vuelta.
Como consejo para asegurarse de que su cambio de residencia fiscal sea reconocido como legítimo por la Agencia Tributaria, y evitar así posibles sanciones, la abogada fiscal recomienda a los autónomos que solicitan tributar en otros países “mantener una documentación detallada y coherente de su estancia y actividades en el nuevo lugar de residencia, hacer los cambios fiscales oportunos, tanto en el país de origen como en el de destino, y evitar mantener intereses económicos significativos en España, que pudiesen sugerir una residencia ficticia en el nuevo domicilio”.
Pasos para evitar una investigación ante un cambio de domicilio fiscal
Porque si Hacienda descubre que el cambio de residencia fiscal no es real, podrá exigir al contribuyente presentar la RENTA de los últimos cuatro ejercicios fiscales, con una sanción de hasta el 50% de la deuda por no haberlas presentado anteriormente. Además de recargos de un mínimo del 5% y unos intereses de demora, que son del 4,06% en 2024. “Y si el importe adeudado supera los 120.000 euros, se trataría de un delito contra la Hacienda Pública, con las consecuencias penales que esto conlleva”.
Ante esta rigurosa fiscalización, es crucial que cualquier autónomo nómada digital planifique meticulosamente su cambio de residencia fiscal para cumplir con las normativas y evitar la cuarentena fiscal. Los siguientes pasos proporcionan una guía sobre cómo hacerlo correctamente:
- Cumplir con los días de residencia. De acuerdo con el artículo 9.1 de la Ley 35/2006 del IRPF, para ser considerado residente fiscal en otro país, es necesario permanecer más de 183 días al año en dicho país. Esto se confirma mediante la presencia certificada, que puede ser verificada por documentos como contratos de trabajo o registros oficiales de entrada y salida del país.
- Documentación relevante. Es imprescindible obtener un certificado de residencia del nuevo país. Además, se debe notificar oficialmente el cambio de domicilio en la web de la Agencia Estatal de Administración Tributaria de España (AEAT), y presentar documentos que demuestren la actividad económica y laboral fuera de España, como contratos de trabajo y facturas de servicios en el nuevo país.
- Integración local. Demostrar la integración en la vida del nuevo país es vital. Esto incluye contratos de alquiler o compra de vivienda por más de 183 días, suscripciones a servicios locales y registros de actividades diarias. La presencia en redes sociales mostrando una vida cotidiana en el nuevo país también puede ser un apoyo adicional.
Al añadirse cada año nuevos países a la lista de sospechosos de Hacienda, “los autónomos nómadas digitales pueden verse obligados a revisar y ajustar sus planes de traslado para evitar futuras sanciones”, por lo que esta experta concluyó recomendando mantenerse informados mediante el seguimiento de las comunicaciones oficiales del Ministerio de Hacienda o consultar con asesores fiscales. “La naturaleza flexible del trabajo autónomo puede complicar la demostración de una residencia estable en el extranjero, lo que requiere un esfuerzo adicional en la documentación y la obtención de pruebas”.