La travesía emprendedora del pianista autodidacta Borja Niso: dejó sus negocios para alcanzar un sueño

Borja Niso es graduado en ingeniería informática y se ganaba la vida como emprendedor y consultor especializado en el sector turístico. En abril de 2016 empezó a tocar el piano de forma autodidacta a través de tutoriales de Youtube después de sentir lo que llama él mismo “la llamada de la música”. Desde ese instante, este autónomo tomó una decisión trascendental, optando por acometer una transformación integral en su vida que le llevó por un camino inexplorado: el mundo de la música. A pesar de no haber estudiado solfeo o piano,  ni haber tocado un instrumento, estas carencias no le supusieron ningún freno. Hoy en día, es un compositor de fama y sus melodías suenan en toda España, donde se ha embarcado en una gira que cautiva a su audiencia con un espectáculo que no solo encanta los oídos, sino que también estimula los sentidos y motiva a todos aquellos que tienen el privilegio de presenciarlo.

La llamada de la música

Todo comenzó con un momento que perdurará en la memoria de Borja Niso para siempre, un instante de revelación tras escuchar por primera vez la emotiva pieza musical "Nuvole Bianche" del renombrado compositor italiano Ludovico Einaudi. 

Fue en noviembre de 2015, cuando la música y el arte se cruzaron en su vida de una manera inolvidable. La ocasión que marcó este punto de partida fue el famoso anuncio de la Lotería de Navidad "Justino y la Fábrica de Maniquíes". ‘Esa melodía invadió mi alma y cambió mi vida para siempre de un modo que jamás habría imaginado’ narra Borja.

La pasión que surgió de ese momento de éxtasis sensorial y emocional lo llevó a un camino inexplorado, uno donde las teclas de un piano se convertirían en su compañero constante y aprovechando que disponía de un piano digital gracias a su hijo, Borja decidió aventurarse y sentarse frente al teclado, dispuesto a improvisar nuevos sonidos.

La semilla de su nueva vida musical se fortaleció aún más cuando tuvo el privilegio de asistir al concierto de Ludovico Einaudi en el prestigioso Teatro Real de Madrid el 16 de abril de 2016. Ese evento marcó un antes y un después, consolidando su determinación de explorar la música de una manera más profunda y comprometida.

En las semanas subsiguientes al concierto que sacudió su mundo, este autónomo dirigió todos sus esfuerzos hacia el objetivo de dominar la melodía que había resonado en su mente. Con tenacidad y pasión, se sumergió en tutoriales de YouTube, confiando en su oído y determinación para aprender a tocar el tema que había llegado a significar tanto para él.

Fue sólo el inicio. A lo largo de los años, Borja Niso ha conseguido no sólo dominar el piano, sino también componer piezas que hoy causan el asombro de quienes le oyen. Actualmente, se dedica por completo a la música, ofreciendo espectáculos en diversas ciudades de España. Este giro radical le ha permitido realizar un sueño que se abrió paso en su vida cuando menos lo esperaba, transformando su identidad de empresario a músico.

Desde aquel momento de epifanía, hasta el día de hoy, Borja Niso no ha dejado de esforzarse. Cada día, dedica entre 2 y 4 horas a perfeccionar su técnica ante el piano. En su búsqueda de la excelencia musical, ha llegado incluso a ensayar durante largas jornadas de 8 o 10 horas. 

De emprender siete negocios a asumir el riesgo de la música 

Borja Niso no se vio intimidado por la idea de "tirarse a la piscina" en un nuevo y apasionante capítulo de su vida. En ese momento, ya estaba en su séptima empresa en el campo del turismo, lo que había forjado en él un espíritu emprendedor capaz de asumir riesgos y obtener resultado día a día. Sin embargo, sus principales miedos no se centraban en su nueva pasión por la música, sino en su compromiso con un socio y la responsabilidad compartida con un equipo de 70 empleados. No deseaba dejar a su socio desamparado, por lo que optó por una transición gradual, renunciando a su posición en la empresa paso a paso hasta el año 2018, cuando finalmente vendió sus acciones.

Mientras Borja se adentró poco a poco en su nueva vida como músico y tomó un enfoque equilibrado, trabajando a tiempo parcial. De esta manera, dividía su jornada laboral: las mañanas se dedicaban a su empleo y las tardes a la adquisición de su nuevo talento autodidacta, el piano, a través de YouTube. 

Tras su salida de la empresa, canalizó sus recursos hacia su crecimiento como músico. Hasta finales de 2019, se dedicó a perfeccionar su arte, y comenzó de manera profesional su andadura en el mundo de la música a través de una modesta gira de conciertos por toda España.

Con 17 años de experiencia como autónomo emprendedor, y respaldado por sus ahorros, Borja tenía la seguridad financiera para afrontar aproximadamente cinco años sin depender de ingresos externos. A pesar de que han transcurrido ocho años desde su gran cambio de carrera, Borja señala que todavía están en un proceso de adaptación constante. En ocasiones, los gastos superan a los ingresos, lo que demuestra que la realidad de emprender es que se trata de un camino desafiante que requiere sacrificio y perseverancia, sobre todo en un mundo tan difícil como el artístico. 

El viaje empresarial de Borja hasta la música

El intrépido emprendedor describe su vida laboral en tres importantes etapas distintas, cada una marcada por su dedicación apasionada a diferentes sectores de la vida empresarial y una determinación inquebrantable para desafiar las probabilidades y alcanzar nuevas cimas.

En la primera etapa, que se extendió desde 2003 hasta 2010, el protagonista se embarcó en el mundo de la consultoría de ingeniería. En este ámbito, comprendió rápidamente que el éxito era un reflejo directo de su destreza y esfuerzo, donde los resultados podían traducirse en ganancias sustanciales, ya sea un nombre desconocido o un veterano en el campo, la excelencia en el trabajo era la clave para atraer a grandes clientes y triunfar.

Sin embargo, el llamado del sector turístico le llevó a una nueva travesía y descubrió que era un terreno fértil para relaciones estrechas y conexiones previas. En esta etapa, comprendió que el éxito dependía no sólo de la calidad de su trabajo, sino también de la red de contactos que había tejido con el tiempo. La industria turística, como aprendió, era endogámica y cerrada para aquellos que no contaban con relaciones ya establecidas.

En esta etapa, su labor se centró en la realización de estudios de mercado previos a lanzamientos, un papel que requería una comprensión profunda de las dinámicas de la industria y una red sólida de contactos.

Finalmente se encontró en la tercera etapa, donde se adentra en el mundo de la música. Para Borja, crear un modelo de negocio en las artes escénicas resultó ser un desafío mucho mayor que cualquier empresa anterior. La falta de experiencia en el mundo artístico no fue un obstáculo insuperable, ya que el emprendedor trajo consigo un conjunto de habilidades empresariales afiladas: marketing, estrategia comercial, desarrollo de productos y conocimiento del cliente.

Sin embargo, en este sector, el factor crítico de éxito no fue solo la calidad del producto o la habilidad de marketing, sino la disposición de los proveedores, en este caso, los teatros. La industria musical es un mundo donde el acceso está en manos de quienes controlan los escenarios y los espacios para representaciones, y si no se cuenta con su aprobación, la empresa se encuentra en un punto muerto.

‘La mayor dificultad es conseguir que la gente confíe en tu proyecto’, dice Niso.

Convertirse en su propio promotor supone muchos obstáculos

Borja se ha tenido que convertir en su propio promotor, trazando un camino singular en el sector cultural. En lugar de esperar el respaldo de otros para impulsar su carrera musical, tomó las riendas. Esta metamorfosis empresarial lo ha llevado a gestionar cada detalle, desde la elección del teatro y la contratación del personal, hasta la inversión en publicidad.

Uno de los mayores desafíos a los que se ha enfrentado es el costo de cada actuación. Los conciertos pueden suponer entre los 8.000 y los 14.000 euros por función, lo que hace que el margen de beneficio sea limitado, especialmente cuando se tienen en cuenta los gastos en equipo y otros elementos esenciales. El precio de las entradas, que ronda entre los 20 y 30 euros, junto con el tamaño promedio de un auditorio de 500 butacas, traería una recaudación de poco más de 12 mil euros, lo cual no deja mucho margen de ganancia.

La música que Borja comparte no se dirige a las masas en estadios llenos de espectadores, ya que no es de una naturaleza comercial. El público que puede convocar se limita a recintos de menor capacidad, en torno a mil butacas. Si bien la venta de entradas genera ingresos, la estabilidad financiera sigue siendo un desafío constante.

No obstante, el mayor premio para Borja radica en su audiencia. Ha encontrado una fuente de satisfacción en la capacidad de conmover y emocionar a su público. Este autónomo de la música dice que "existe un contraste entre su pasado en un mundo empresarial frío y hermético y el actual donde tiene la oportunidad de crear experiencias en las que la gente ríe, llora y se conmueve profundamente. Esto, más allá de los desafíos financieros, se ha convertido en una fuente inmensamente gratificante y en una inspiración para muchas otras personas".

A pesar de que sus ganancias actuales son una pequeña fracción de lo que solía obtener en su anterior empresa de turismo, Borja asegura que ha descubierto que la verdadera riqueza en esta nueva etapa de su vida no está en el dinero, sino en la plenitud y la pasión que encuentra en su música. Su público abarca un amplio espectro de edades, desde familias con niños hasta jóvenes de veinte años y personas mayores, creando un mosaico de experiencias y emociones en sus conciertos.

A pesar de la incertidumbre y la dependencia de factores externos, la flexibilidad y la alegría de vivir "una vida más auténtica" le han brindado "una sensación de bienestar que trasciende cualquier medida financiera", asegura. "En lugar de levantarme a las siete de la mañana y enfrentar una rutina laboral tradicional, he construido un modelo de trabajo que me permite disfrutar de momentos de calma y flexibilidad en días laborables".

Emprender con conocimiento para seguir aprendiendo en el camino

Si hay algo que el músico recomienda por sobre todas las cosas es lanzarse. A cualquier persona que tenga la curiosidad de hacer algo por primera vez, le recomienda no quedarse con el ‘¿Qué hubiera pasado si..?’

Sin embargo, junto al espíritu audaz se debe aventurar con cierta precaución. Borja entiende la importancia de acumular al menos un mínimo de conocimientos en el sector en el que se pretende emprender y reconoce que embarcarse en una empresa sin una comprensión previa de los clientes, las inversiones y las dinámicas del sector puede resultar en un desafío abrumador. La planificación y el estudio previo se erigen como aliados indispensables en el camino hacia el éxito empresarial.

Emprender, para Borja, no es solo un acto individual de coraje, sino una responsabilidad que implica mantener un equipo satisfecho y comprometido. La ventaja de trabajar para uno mismo, con la libertad y autonomía que conlleva, es una fuente constante de motivación. Niso afirma de manera orgullosa que, a lo largo de su trayecto emprendedor, nunca ha sido un empleado, sino un líder de sus propios proyectos.

A pesar de que la experiencia previa en un campo específico no es un requisito absoluto, Borja aboga por la importancia de la investigación, el aprendizaje constante y que el conocimiento no siempre debe adquirirse en el aula tradicional; si hay algo que Borja ha demostrado es que el mundo digital ofrece un vasto mar de recursos educativos. Internet y las herramientas digitales se convierten en un valioso recurso para la formación y la adquisición de conocimientos en un espectro diverso de campos.

"Los emprendedores nacen, no se hacen. Nacemos con ese gen de “No tengo miedo”’ asegura Borja. Sin embargo, a lo largo del viaje emprendedor, la evolución personal se convierte en un aliado indispensable. A través de la experiencia y el aprendizaje en el campo, el emprendedor se transforma y crece.

En resumen, Borja insiste en que "emprender no es solo un acto audaz, sino un compromiso con el aprendizaje constante. La valentía de lanzarse a lo desconocido se combina con la preparación y la responsabilidad hacia los demás, creando un equilibrio fundamental en el viaje emprendedor".