Estado de flujos de efectivo: ¿qué es y cómo se calcula?

El estado de flujos del efectivo informa sobre la salud financiera, la liquidez de una empresa y capacidad para gestionar el efectivo.
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Estado de flujos de efectivo: ¿qué es y cómo se calcula?
Estado de flujos de efectivo: ¿qué es y cómo se calcula?

El estado de flujos de efectivo es un informe financiero que nos ofrece detalles importantes sobre la situación económica de una empresa.

No solo nos muestra cómo entra y sale el dinero en la organización, los llamados flujos de caja, también nos dan pistas sobre cómo está ganando, gestionando y manteniendo el efectivo.

En este artículo vamos a analizar qué es estado de flujo de efectivo, de qué tipos existen y cómo puedes calcularlo.

  1. Tipos de flujos de caja
  2. Objetivos del estado de flujo de efectivo
  3. Cómo calcular el flujo de efectivo
  4. Beneficios del cálculo de flujo de efectivos

Tipos de flujos de caja

En el ámbito financiero empresarial, es crucial entender los distintos matices que conforman la gestión del efectivo. En este contexto, se destacan tres tipos de flujos de caja para evaluar la salud financiera de una entidad: el flujo de caja operativo (FCO), el flujo de las actividades de inversión (FCI) y el flujo de caja financiero (FCF).

Flujo de caja operativo (FCO)

El flujo de caja operativo (FCO) es el dinero que una empresa genera y utiliza en sus operaciones diarias, específicamente en la producción y venta de productos.

Este indicador financiero permite evaluar si el dinero que ingresa una empresa es mayor que el dinero que gasta, en el marco de las operaciones diarias, con el fin de evaluar la salud financiera a largo plazo.

El flujo de caja operativo no solo indica la capacidad de una empresa para mantenerse, sino que también ofrece pistas sobre su capacidad para crecer o expandirse sin depender de financiación externa.

Para calcular el flujo de caja operativo debes restar al efectivo generado por las ventas, el efectivo gastado en tus costes operativos. Este indicador se encuentra detallado en el estado de flujo de efectivo de la empresa, que se presenta en informes trimestrales y anuales.

Flujo de las actividades de inversión (FCI)

El flujo de efectivo de las actividades de inversión es un informe que detalla cuánto dinero se ha ganado o gastado en un período determinado en cualquier actividad relacionada con la inversión: compra de activos especulativos, inversiones en valores, venta de valores...

Es importante destacar que un flujo de efectivo de inversión negativo no siempre es una señal de alarma. Puede reflejar inversiones estratégicas a largo plazo, como gastos en investigación y desarrollo, que contribuirán al éxito futuro de la empresa.

En resumen, este informe proporciona una visión clara de cómo la empresa maneja sus recursos financieros en actividades de inversión y ofrece perspectivas sobre su enfoque para asegurar un crecimiento sostenible.

Flujo de caja financiero (FCF)

El flujo de caja de financiamiento, también conocido como FCF, representa los flujos de caja netos utilizados para respaldar el capital de una empresa.

Esto implica diversas transacciones financieras, como la emisión de deuda, la emisión de acciones y los pagos de dividendos. Este indicador ofrece a los inversores una visión valiosa de la salud financiera de la empresa y cómo gestiona su estructura de capital.

En otras palabras, el FCF revela cómo la empresa obtiene y utiliza el dinero para financiar sus operaciones y, por tanto, permite evaluar la solidez financiera de la compañía en términos de financiamiento.

Objetivos del estado de flujo de efectivo

El estado de flujo de efectivo tiene la finalidad de proporcionar una visión integral de la situación financiera de una empresa. En primer lugar, permite conocer la liquidez de una compañía, al permitir determinar la capacidad de la empresa para generar efectivo. De esta forma, permite evaluar si la compañía puede cumplir con sus obligaciones a corto plazo de manera eficiente.

Otro objetivo es la evaluación de decisiones financieras, donde el análisis del flujo de efectivo proporciona información valiosa para evaluar las decisiones tomadas en el pasado y planificar estrategias financieras futuras.

Asimismo, el estado de flujo de efectivo arroja luz sobre la generación de efectivo de las actividades operativas, revelando cuánto efectivo se genera a través de las operaciones centrales del negocio.

En cuanto a las inversiones, el informe muestra el dinero destinado a activos a largo plazo y otras inversiones, ofreciendo una perspectiva clara sobre cómo se están utilizando los recursos en este aspecto.

Finalmente, el estado de flujo de efectivo aborda la financiación, proporcionando una representación clara de cómo se está financiando la empresa, ya sea mediante deuda o capital.

Cómo calcular el flujo de efectivos

Existen dos métodos para calcular el flujo de efectivo: el método directo y el método indirecto.

En el método directo, se registra directamente el efectivo recibido y pagado, clasificándolo según las categorías correspondientes. De esta forma, se puede obtener el flujo de efectivo real generado por las actividades operativas de la empresa.

Por su parte, el método indirecto resulta bastante más complejo. En este caso se comienza a realizar el cálculo a partir del resultado neto de la empresa, realizando ajustes por depreciación, cambios en el capital de trabajo... Pese a ser más completo, su complejidad hace que no sea tan utilizado como el método directo.

Beneficios del cálculo de flujo de efectivo

Calcular el flujo de efectivo ofrece varios beneficios que se traducen en un mayor control financiero. Entre ellos se encuentran:

  1. Pago puntual a tus empleados: Gestionar la tesorería eficientemente permite cumplir con los pagos a los empleados a tiempo, mejorando la satisfacción laboral y la productividad.
  2. Mayor eficiencia en las inversiones: Conocer las necesidades de la empresa evita gastos innecesarios, asegurando que se adquieran los recursos esenciales sin excesos ni deficiencias.
  3. Optimización de beneficios: Entender los ingresos y gastos facilita la planificación de pagos y la formulación de estrategias para aumentar los beneficios a corto y largo plazo.
  4. Aumento en la reserva de capital: El aumento de beneficios permite reservar capital para posibles contingencias o inversiones, contribuyendo a la estabilidad financiera.
  5. Expansión empresarial: Un flujo de efectivo positivo posibilita destinar beneficios a la expansión corporativa, explorando nuevas oportunidades de desarrollo.
  6. Mayores posibilidades de financiación: Cumplir con los pagos pendientes mejora el historial crediticio, favoreciendo la posibilidad de obtener préstamos bancarios para financiar proyectos futuros.