El ‘paro de los autónomos’, un chollo para el sistema
La Seguridad Social ingresará 155 millones de euros por cese de actividad de los que apenas se emplearán un 11%.
Todo un chollo. En pleno debate sobre si los autónomos son rentables o no a la Seguridad Social salta a la luz un dato. De los 154,93 millones de euros que se prevé aporte el cese de actividad (CATA) o paro de los autónomos a las arcas del sistema, apenas se habrán destinado entre doce y catorce (en torno al 9%) al pago de dicha prestación.
Fuentes muy próximas a las Mutuas -gestoras de ocho de cada diez prestaciones- afirman, a partir de los datos de un informe sobre la evolución del cese de actividad correspondiente al primer semestre de 2016, que el montante total que se destinó a pagar el paro de los autónomos ascendió a 6,05 millones de euros. Lo que hace pensar que “a final de año el coste será de tres a cinco millones por encima de los nueve presupuestados por el Ejecutivo a principios de año”, afirman dichas fuentes. Y eso pese a la caída de más del 13% interanual en el número de solicitudes gestionadas por las Mutuas, que pasaron de 2.785 a 2.404. Un error de cálculo que “tendría todo que ver con la flexibilización de las condiciones de acceso a la prestación”. Entre ellas la exención de la obligación de justificar pérdidas continuadas por cuantía equivalente al 10% de su facturación o la rescisión del contrato en el caso de los TRADE (Trabajadores Autónomos Económicamente Dependientes).
Así las cosas, durante los primeros seis meses del año se habría concedido el paro a 894 autónomos frente a las 1.081 peticiones que habrían resultado desfavorables. Completan la suma 116 no tramitadas por desistimiento o anulación del expediente y 313 pendientes de acuerdo. En cuanto a las negativas las mismas fuentes destacan un trío de razones integrado por no haber cubierto el periodo mínimo de cotización, la acreditación “no correcta” del cese y no estar al corriente de pago de las cuotas de la Seguridad Social. Por otra parte, llama la atención el número de TRADE cuyo expediente resultó favorable, siete de cada diez frente a los cuatro de cada diez de los independientes.
Superávit y formación
El superávit generado por ínfimo uso viene desde los orígenes del CATA en 2008. De hecho, en la partida correspondiente a esta prestación se recoge un acumulado de más de 777 millones de euros con los que jugar y sumar rentas a las inversiones de la Seguridad Social. Y cuyo 1% debería destinarse a actuaciones de formación para la reinserción al mercado laboral de autónomos desempleados.
Según el procedimiento, la gestión del acumulado depende del Ministerio de Empleo que, a su vez, lo pondría a disposición de las comunidades autónomas para el diseño de actuaciones formativas. A este respecto fuentes muy próximas a los gobiernos regionales denuncian que “no sólo no consta que se haya reclamado ese dinero o se hayan puesto medidas en marcha, sino que muchas de las CCAA desconocen el sistema”.
Por otra parte, en lo que va de año y según el Informe de ejecución correspondiente al mes de octubre deja al descubierto otra merma respecto a los cálculos iniciales. De los casi 155 millones presupuestados apenas se ha recaudado por cese de actividad 111 millones, el 71,7% del total. Cuantía un 7,25% más baja que la recaudada durante el mismo periodo del pasado ejercicio y que hace difícil pensar en el cumplimiento de los objetivos previstos.
Entre las causas que justificarían esta caída UPTA (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos) apunta a la “desvinculación” de dicha cotización de la de contingencias profesionales, accidentes de trabajo y enfermedades profesionales (AT y EP), que entró en vigor a principios de año.
Proteger a los TRADE
“Es una cuestión más de pedagogía que de imposición”. Con esta contundencia se refiere Lorenzo Amor, presidente de ATA (Federación Nacional de Asociaciones de Autónomos) a la falta de cultura de cotización del colectivo. Desde ATA, reconocen que el sistema de prestación por cese de actividad “no ha funcionado bien”, lo que se debe a un “planteamiento erróneo desde el principio”. Asimismo, entender las cuotas como impuesto y no como un colchón de garantías a largo plazo es lo que llevó a muchos autónomos a decidir “ahorrarse” los 20 euros de cese de actividad.
En este sentido si hay un colectivo que queda más desprotegido es el de los trabajadores autónomos económicamente dependientes (TRADE), cuyos ingresos dependen en un 75% de un mismo pagador. Con el objetivo de mejorar su protección desde UPTA se propondrá en el Congreso "recuperar" la obligación de cotizar por cese de actividad "sólo y de forma exclusiva" para los 10.500 TRADE dados de alta en el sistema. La propuesta se integrará en la veintena de medidas que la asociación que lidera Eduardo Abad Sabaris llevará a debate ante los grupos parlamentarios para “mejorar y completar” la Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo a la que se daba luz verde a finales del mes de noviembre. Desde ATA, dudan de una propuesta que “ya se valoró en su día y se desechó por su falta de efectividad”.