Cada vez más 'seniors' se lanzan a crear negocios

Los autónomos mayores 55 años han crecido un 11,5% en los últimos seis años

El marco laboral que se ha venido dibujando en los últimos seis años lleva la enseña de la experiencia. Tras los menores de 25 años, los autónomos mayores de 55 años constituye el grupo que viene registrando mayores crecimientos. También el ámbito de los asalariados, la contratación indefinida de mayores de 45 años creció en 2018 por séptimo año consecutivo.

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Los autónomos mayores 55 años han crecido un 11,5% en los últimos seis años

Que los 50 de ahora son los 30 de antes se percibe también en el mercado de trabajo. Encontrar un ‘senior’ al frente de un negocio es cada vez más habitual. El pasado año el número de afiliados al RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) mayores de 55 años aumentó en 55.459 profesionales, alcanzando el máximo histórico de 534.381. Tendencia al alza que se lleva repitiendo en los últimos siete años. Entre 2012 y 2018 este colectivo se ha incrementado un 11,58%.

Si bajamos un escalón en el rango de edad, hasta el de los profesionales de entre 40 y 54 años, la situación es muy similar. Este grupo cerró 2018 con 6.404 activos más y un incremento del 4,45% respecto al principio del periodo.  

Igual ocurre si nos referimos al trabajo por cuenta ajena. El año pasado la contratación indefinida de mayores de 45 años registró su pico más alto con un total de 370.546 altas, frente a las 156.682 de 2012.

En ambos casos existe un denominador común, la cualificación. Lo cierto es que los que ya hemos rebasado la cuarentena pertenecemos a lo que el periodista Robet Capa bautizó como Generación X. Una generación que nos instruimos con las nuevas disciplinas que llenaron los campus de las Universidades en los años 80 y 90. Hoy, todo eso, tiene ahora tiene su reflejo en el mercado laboral.

Celia Ferrero, vicepresidenta de ATA (Federación Nacional de Asociaciones de Autónomos), coincide en que en el caso de los autónomos senior hay una mayor "profesionalización". Esto se explica por el trasvase del Régimen General al RETA que se produjo durante los años de la crisis: "los mayores de 45 años fueron expulsados del mercado laboral y encontraron en el emprendimiento una salida para continuar en activo y seguir cotizando. Se perdió un potencial enorme que aprovechó el autoempleo", explicó la responsable de ATA  

Por su parte, Eduardo Abad, presidente de UPTA (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos), consideró que “estamos ante un cambio del modelo de trabajo que viene precedido por la búsqueda de perfiles de alta cualificación, y de forma más intensa en profesiones liberales y colegiados”, explica . Abad apunta además al fenómeno de la subcontratación -“no estamos hablando de falsos autónomos”, aclara-, como causante del incremento de la afiliación al Régimen de Autónomos en epígrafes como información y comunicación (+6,14%), sectores profesionales (+5,06%) o actividades sanitarias (+4,42%).

En el caso de los trabajadores por cuenta ajena, Valentín Bote, director de Randstad Research, aludió a esta misma causa en un comunicado “(los mayores de 45 años) cuentan con un nivel de cualificación cada vez más elevado”. No obstante, a la anterior se sumarían otras circunstancias que respaldarían la mayor presencia de los ‘seniors’ en el mercado de trabajo, como el hecho de que “2018 ha sido un año en el que la contratación ha alcanzado un récord histórico en España, por lo que es lógico ver incrementos en todas las franjas de edad”, y que  “además, la pirámide laboral en España se está invirtiendo. Son menos los jóvenes que entran en el mercado, por lo que cobran más peso en el mercado de trabajo los trabajadores de más de 45 años”.

Cotizan por bases más altas y sus negocios se consolidan mejor

En el caso particular del RETA llama la atención que los autónomos de más de 50 años son los que optan por bases de cotización más altas. De hecho, aunque todavía el 75,6% lo hace por la base mínima de 944,40 euros, este porcentaje está más de 16 puntos por encima del grupo que le antecede, el de 36 a 49 años, con algo más de nueve de cada diez cotizantes en la citada base mínima.  

Este hecho vendría motivado en primer lugar, por la mayor consolidación de los negocios de los autónomos de mayor edad. Del 1.091.478 afiliados desde hace más de cinco años o más, el 87% (949.871) están en la franja de edad de más de 40 años. Y en el 39% (425.233) sus titulares cuentan con 55 años o más. "El emprendimiento más seguro es el de los mayores de 45 años", apostilla a este respecto la vicepresidenta de ATA. En segundo lugar, por los ajustes de la bases de cotización con el objetivo de percibir la pensión máxima en el momento de la jubilación.

Ante esta situación desde la Federación que preside Lorenzo Amor solicitan al Gobierno que se impulsen medidas de acompañamiento y formación, así como bonificaciones a la contratación e incentivos fiscales orientados por un lado a impulsar la puesta en marcha de nuevos negocios por emprendedores de estas edades y por otro a la consolidación de los que ya existen.  

Espíritu emprendedor

El espíritu emprendedor también es una seña de identidad de los mayores de 50 años. El informe GEM (Global Enterpreneurship Monitor) 2017-2018 destaca que la edad media de los emprendedores en fase inicial es de 40 años y la de aquellos que cuentan ya con proyectos consolidados de 49,7 años.

Pese a que, durante la crisis, una parte de los trabajadores de estas edades se vieron empujados al autoempleo, a día de hoy las tornas han cambiado. La opción de emprender en la madurez es precisamente eso, una opción voluntaria en la que se conjugan varios factores: la experiencia, el contar con recursos económicos suficientes para sacar adelante el proyecto y hacer de tu profesión un hobby. Un cóctel que, además, beneficia al éxito del negocio. A este respecto el informe GEM destaca que “con los años se acumulan conocimientos y experiencias que pueden ser claves para la identificación y explotación de oportunidades de negocio”.