La incertidumbre por los módulos obliga a parar al 80% de los transportistas autónomos

El 80% de los transportistas autónomos se han visto obligados a parar su actividad a mitad de año porque temen superar el límite de 75.000 euros de facturación que Hacienda les ha impuesto para no expulsarlos en 2018 del sistema de tributación por estimación objetiva o de módulos.

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La incertidumbre por los módulos obliga a parar al 80% de los transportistas autónomos

Los ingresos que perciban estos profesionales en el 2017 determinarán el año que viene si continúan como están o si pasan al sistema de tributación directa, mucho más perjudicial para ellos, según denuncia la patronal del transporte Fetransa.

Fetransa ya ha advertido que el parón de los transportistas autónomos en julio y en agosto está afectando al corto recorrido, al nacional y al internacional. Y muchos puertos españoles también han sufrido esta parada, con el grave perjuicio que ocasiona a las empresas que deben transportar sus mercancías.

Algunas de estas empresas vieron con estupor cómo muchos de sus transportistas autónomos se marchaban a casa alegando que no podían seguir trabajando porque ya habían facturado más de la mitad de los 75.000 euros que Hacienda les impone como límite para seguir en módulos el año próximo. Obviamente, esta barrera que ha impuesto Hacienda favorece la tentación de que muchos portes que realizan estos transportistas autónomos puedan hacerse  sin facturar, es decir, sin declarar a Hacienda. Precisamente, el impulso a la tributación por módulos en los años 90 tuvo como objetivo proporcionar a muchos autónomos españoles un sistema sencillo para pagar impuestos lo que permitió aflorar grandes bolsas de economía sumergida.

La reforma fiscal que comenzó a aplicarse en el 2016 preveía que todos aquellos autónomos que superasen los 75.000 euros de ingresos anuales deberían abandonar el sistema y comenzar a tributar por estimación directa. Tras la insistencia ante Hacienda de organizaciones como Fetransa y ATA, el 30 de octubre del 2015 se publicó en el BOE una moratoria de dos años para los transportistas autónomos durante la cual podían seguir en módulos si no superaban los 125.000 euros de ingresos. Ello supuso un alivio para 25.000 transportistas autónomos que pagan sus impuestos a través de este sistema, pero esta prórroga finaliza este año y aquellos que durante el 2017 superen los 75.000 euros tendrán que pasar a la estimación directa.

Estos transportistas autónomos aseguran que no les merece la pena trabajar más y llegar a facturaciones más elevadas por miedo a que la diferencia se la lleve Hacienda, es decir que suponga trabajar sólo para el erario público. Según Fetransa, un autónomo paga al Fisco unos 13.000 euros anuales en el sistema de módulos. Si pasara a facturar 85.000 o 90.000 euros y debiera tributar por estimación directa, deberían ingresar a Hacienda unos 23.000 euros, prácticamente todo lo que ingresarían de más. Por este motivo, a priori, no le compensa rebasar el límite.

Los transportistas se quejan también de que 75.000 euros anuales es un límite muy bajo teniendo en cuenta que en sus facturas incluyen los costes. Algunos como el de amortización del camión o el del carburante pueden suponer más de un 40% de la facturación anual. Además, el cambio se produce en un momento de enorme competitividad que les obliga a contener mucho los precios por porte. Fetransa calcula también que cada autónomo deberá gastarse en servicios profesionales más de 1.500 euros anuales ya que las asesorías y las gestorías les aplicaban tarifas muy reducidas, habida cuenta de la simplicidad de la tributación por módulos. Pasar a estimación directa comporta mucho más trabajo para los gestores y aplican tarifas más caras.

Imposición reducida

Los transportistas autónomos aspiran a que Hacienda reconsidere su decisión y piden una nueva moratoria que sirva para crear un modelo de transición entre el sistema de módulos y el de estimación directa. Proponen analizar las facturaciones medias de los últimos años con el fin de poder aplicar algún tipo de imposición reducido para este colectivo que no les suponga un cambio brusco entre la tributación por módulos y la estimación directa. Otra posibilidad apuntada por Fetransa es que la regularización del sistema de estimación directa se haga aplicando un coeficiente corrector del 45% sobre el rendimiento neto a la hora de calcular el pago a cuenta del IRPF, tal y como se hizo en el País Vasco.

Según Fetransa, la expulsión de estos 25.000 transportistas autónomos del régimen de módulos supondrá “la disminución de la recaudación fiscal, el aumento del desempleo porque la pérdida de competitividad obligaría a muchos a abandonar la actividad teniendo en cuenta además que muchos de ellos son mayores de 50 años y tienen una difícil reinserción en el mercado laboral. Por otro lado, existe el riesgo de incentivación de cooperativas de trabajo asociado, verdaderas bolsas de fraude y competencia desleal, y el cierre de empresas españolas en  favor de empresas buzón (deslocalizadas)”.

Esta federación advierte de que “la globalización del mercado de transporte es una realidad. De modo que, expulsando del sistema de módulos al transporte autónomo nacional, la respuesta inmediata es una disminución de la calidad del transporte y de la seguridad del mismo, ya que desaparecerán muchos autónomos y se desviarán los tráficos internacionales y de cabotaje a empresas con domicilio social fuera de España, que no tienen la misma normativa laboral ni de seguridad vial que las empresas españolas”.