Las pensiones medias en España son mayores que en la UE
El debate de las pensiones sigue su curso y seguirá de actualidad en el corto y medio plazo debido a la futura sostenibilidad del sistema público y a las demandas de los pensionistas. Este jueves se ha sumado al debate el responsable de análisis del BBVA, Rafael Domènech, al afirmar que “la propuesta de derogar las reformas de 2011 y 2013 y otras reivindicaciones ponen en riesgo la sostenibilidad del sistema” y al recordar “la importante redistribución que realiza el sistema”. El analista señala que “la generosidad relativa del sistema de pensiones español”, en el que la pensión media de jubilación es el 72,3% del último salario frente al 45,9% de la UE, es gracias a un sistema de reparto donde las cotizaciones son la clave.
El jefe de análisis del BBVA, en un artículo publicado en Firmas de EFE, afirma que se necesita un “debate riguroso y sereno” sobre las pensiones pero siempre poniendo en valor “las ventajas del sistema de reparto vigente” reforzado, a su juicio, por las reformas llevadas a cabo en 2011 y 2013. “Antes de la reforma de 2011, por cada euro cotizado se adquirían derechos por 1,44 euros. Cuando la reforma esté plenamente en vigor en 2017, el déficit se reducirá a 1,28 euros”.
Domènech trae a colación comparativas de organismos internacionales como la OCDE y Eurostat entre las pensiones públicas de diversos países para resaltar la importancia del sistema de reparto español. Aquí hay que recordar que en su último informe sobre pensiones, fechado en diciembre de 2017, la OCDE fijaba que para los salarios más bajos, la tasa de reemplazo -el porcentaje del último sueldo que representa la pensión- en España es de un 79% frente a una media del 73% en el resto de países desarrollados y de un 82% frente a un 63% para salarios altos y medios.
Por su parte, según un estudio de Catalana Occidente, España se sitúa en cuanto a pensión media de jubilación (1.222 euros mensuales) por encima de países como Irlanda, Reino Unido, Dinamarca y Grecia.
Para Rafael Domènech “durante años esta generosidad se financió gracias a que el número de afiliados crecía más que el de pensionistas, por la incorporación del baby boom al mercado de trabajo y por el aumento de la inmigración”.
Cotizaciones bajas
En el caso del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de la Seguridad Social es evidente la relación cotización-pensión. De total de pensionistas de este régimen, 1.951.992, perciben una pensión mínima 732.092, es decir, el 37,5%. Y cuatro de cada diez pensionistas autónomos llegan a esa pensión mínima (718,15 euros al mes, sólo 10,45 euros por encima del Salario Mínimo Interprofesional fijado este año en 707,7 euros) gracias a la ayuda de los llamados complementos a mínimos, un subsidio no contributivo, que permite alcanzar la pensión mínima. El problema de aquellos que no pudieron cotizar por no obtener ingresos suficientes no es igual que el de aquellos autónomos que decidieron instalarse en la base mínima a pesar de irles bien sus negocios. Este es el argumento que sirve de base para que, desde el ministerio de Empleo, insistan en la necesidad de hacer "pedagogía" y convencer a los autónomos para que coticen más si pueden.
No hay que olvidar que más del 80% de los trabajadores por cuenta propia cotizan por la base mínima. El porcentaje se ve muy influido por los autónomos menores de 30 años pero hasta el tramo de los 45 años las bases tampoco suben lo suficiente.
Futuro con otras bases
Ahora bien, una vez constatado que son las cotizaciones de los afiliados a la Seguridad Social las que hacen del sistema español uno de los más generosos, el analista del BBVA prevé un futuro en el que “no aportar ingresos adicionales pondría en peligro las pensiones más bajas y obligaría a que los pensionistas soporten una parte del coste de las nuevas pensiones más altas que entren en el sistema”.
Doménech cree que “es necesario mejorar y blindar la pensión mínima a la inflación, con cargo a impuestos generales y con transparencia del complemento recibido”. Pero, para el sistema en general de pensiones públicas, pide a la sociedad elegir en qué punto intermedio quiere situarse “conociendo los costes” pues, debido al envejecimiento de la población y al aumento de las pensiones que entran en el sistema, sólo con las cotizaciones no va a ser suficiente.