¿Qué deben hacer los autónomos si sufren un fraude en el pago con tarjeta de crédito?
El fraude con tarjeta bancaria es una preocupación para los autónomos y pequeños negocios, dado que una gran mayoría de ellos admiten este instrumento de pago. Además, como otros millones de ciudadanos, utilizan también las tarjetas en su vida diaria. Deben saber que los bancos suelen devolver los importes de cualquier operación no autorizada. Te decimos cómo reclamarlo.
- Existen diversos tipos de fraude con tarjeta y hay que saber cómo actuar
- Pasos a seguir por el autónomo en caso de fraude con tarjeta
- Procedimientos que deben seguirse tras detectar un fraude con tarjeta
- Los plazos de respuesta de las entidades bancarias y su responsabilidad
A pesar de que los esfuerzos por incrementar la seguridad en cualquier tipo de pago online están dando sus frutos, el fraude en las compras por internet sigue siendo una amenaza para todos. Sobre todo, para los autónomos y los pequeños negocios, a quienes el propio Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) ha señalado como objeto de deseo de los ciberdelincuentes, habida cuenta de su mayor debilidad frente a estos ataques. Y hasta cifraba que pierden entre 2.000 y 50.000 euros por cada fraude.
En concreto, referente al fraude en los pagos con tarjeta, hace unos meses el Banco Central Europeo (BCE) publicó un informe basado en datos de 20 operadores. Y si bien este estudio revela que en 2022 (últimos datos disponibles) se registraron los niveles más bajos desde que comenzó la recopilación de datos, el importe defraudado alcanzó los 1.530 millones de euros dentro de la Eurozona. Lo cual representa un total de cerca de 24 millones de transacciones fraudulentas con tarjeta.
En particular, los casos provenientes de la pérdida de los datos por engaños mediante técnicas de scam, o estafas por medios electrónicos, tales como el phishing (envío de correos, mensajes sms e incluso llamadas telefónicas, que simulan proceder de remitentes reconocidos para sustraer números de tarjetas de crédito, cuentas bancarias, contraseñas...) representaron aproximadamente el 84% del valor total del fraude. Aunque se habían ido reduciendo un 12% desde comienzos de la década, gracias a la implementación de la Autenticación Reforzada de Cliente (SCA). Una medida que obligó a comercios, proveedores de pago, intermediarios, bancos y usuarios a adaptarse y optimizar la experiencia de pago dentro del marco normativo vigente.
Existen diversos tipos de fraude con tarjeta de crédito que afectan a los autónomos
Sin embargo, aunque la SCA ha reducido el impacto del fraude, también ha provocado una mutación en las tácticas de los defraudadores, que ahora buscan nuevas formas de sortear las regulaciones. De hecho, se prevé que las empresas europeas podrían perder hasta 35.000 millones de euros en 2025 debido al fraude de pagos en línea, incluyendo tanto el robo de cuentas como los datos de tarjetas de crédito.
Así, el Informe de Medios de Pago y Fraude Online 2023 de Adigital y Confianza Online destaca el aumento de sustracciones de identidad, fraude en devoluciones y errores en pagos tipo BNPL (Compra Ahora, Paga Después) como los problemas en auge. Además, se ha observado un incremento del uso de ataques automatizados mediante bots. Y es que, como señaló a este diario la plataforma Checkout, “por unos pocos cientos de euros, los defraudadores pueden intentar sustraer la identidad de cientos de miles de cuentas con una tasa de éxito entre el 0,2% y el 2%”.
Así, el fraude con tarjeta puede presentarse de dos formas principales:
- Uso fraudulento sin pérdida física de la tarjeta. Este tipo de fraude ocurre cuando la tarjeta es duplicada o los datos son robados sin que el titular haya perdido la tarjeta físicamente. El usuario no se da cuenta del engaño hasta que revisa los movimientos de su cuenta y detecta cargos incorrectos o no autorizados.
- Robo o pérdida de la tarjeta. En este caso, el fraude se produce porque la tarjeta ha sido robada o perdida y posteriormente utilizada para realizar compras o retirar dinero.
Pasos a seguir por el autónomo en caso de fraude con tarjeta
1. Comunicarlo de inmediato a la entidad bancaria
Independientemente del tipo de fraude, el primer paso siempre es notificar a la entidad bancaria cuanto antes. Es necesario proporcionar los datos de la tarjeta comprometida para que el banco pueda tomar medidas de seguridad, bloquear la tarjeta y evitar nuevas transacciones no autorizadas. Aunque no está de más comprobar el bloqueo o hacerlo uno mismo. Tras el aviso, cualquier pago fraudulento posterior no será responsabilidad del usuario.
2. Denunciar acto seguido a las autoridades
El siguiente paso es presentar una denuncia ante las autoridades competentes, ya sea la Policía Nacional o la Guardia Civil. La denuncia debe incluir todos los detalles y pruebas disponibles. De hecho, muchos bancos requieren una copia de esta denuncia para proceder con las reclamaciones.
3. Reclamar los cargos lo antes posible
Finalmente, se debe contactar con el banco para notificar los cargos fraudulentos y gestionar el reintegro de los importes de las operaciones no autorizadas. Aunque legalmente se dispone de hasta 13 meses desde la fecha del adeudo para realizar la reclamación, es recomendable actuar lo antes posible para agilizar el proceso.
Procedimientos que deben seguirse tras detectar un fraude con tarjeta
Cuando el autónomo confirme que se ha sido víctima de un fraude con tarjeta bancaria, la entidad bancaria debe comprobar que la operación fue autenticada, registrada con exactitud y contabilizada correctamente, y que no hubo fallos técnicos ni otros problemas. La normativa vigente obliga al banco a demostrar estas condiciones.
Existen dos situaciones principales dependiendo de cómo ocurrió el fraude:
- Si no se ha perdido físicamente la tarjeta y el fraude se ha producido por la copia o duplicado o el robo de los datos, el banco deberá devolver el importe total de la operación fraudulenta. En estos casos, el usuario no tiene forma de darse cuenta del fraude más allá de revisar periódicamente los movimientos de su cuenta.
- Si se ha perdido o robado la tarjeta, el titular es responsable por el uso fraudulento hasta que se comunique la pérdida o el robo al banco. Según el Real Decreto-Ley 19/2018 de servicios de pago, esta responsabilidad está limitada a un máximo de 50 euros. Esto significa que el usuario solo tendrá que pagar, como máximo, dicha cantidad, siendo el resto cubierto por la entidad bancaria. No obstante, los bancos pueden negarse a aplicar este límite si demuestran que el titular incurrió en fraude o negligencia grave en la custodia de la tarjeta o de sus elementos de seguridad.
Las entidades bancarias devuelven los fraudes con tarjeta de crédito tras reclamar
La entidad bancaria está obligada a responder y devolver el importe de las operaciones no autorizadas al final del siguiente día hábil tras la comunicación realizada por el usuario. Sin embargo, si el banco considera que los cargos son consecuencia de una actuación fraudulenta del titular o de una negligencia grave en la custodia y uso de la tarjeta, puede intentar denegar la devolución.
Según detalló el Banco de España, se considera negligencia grave si el titular no toma “medidas razonables para proteger la tarjeta y su número secreto o si no avisa de la pérdida o robo lo antes posible”.
Si la entidad bancaria se negase a devolver el importe de las operaciones no autorizadas, el autónomo o el pequeño negocio pueden presentar una reclamación ante el Servicio de Atención al Cliente o el Defensor del Cliente del banco. Si la respuesta sigue siendo negativa, el siguiente paso es recurrir a la vía judicial para resolver el conflicto, sabiendo que, al menos hasta ahora, la jurisprudencia está de su parte a la hora de recuperar lo sustraído.
