2021 será peor que 2020

La subida del precio de la gasolina da la puntilla a la pésima situación de los autónomos del transporte

El incremento en el precio de la gasolina supone un nuevo varapalo para los autónomos del sector del transporte que prevén todavía peores datos de facturación para este año que durante la pandemia. 
La subida del precio de la gasolina da la puntilla a la pésima situación de los autónomos del transporte

El pasado 10 de junio,  el precio de la gasolina alcanzó niveles que no se registraban desde el 2014. Un encarecimiento del combustible que dificulta todavía más la ansiada recuperación económica para autónomos y negocios que dependen de la energía para desarrollar su actividad. En especial para los trabajadores por cuenta propia del sector del transporte y la movilidad, que prevén que el 2021 podría ser un año más duro que el de la pandemia por este aumento de costes que limitan su margen de beneficio. Gasto que aumenta semanalmente para este colectivo.

Según los datos recogidos en el Boletín Petrolero de la Unión Europea, el precio de la gasolina en España, tanto diésel como gasoil, aumentó hasta 14 euros por depósito respecto a 2020. En el caso de la gasolina, un depósito de 55 litros de combustible cuesta ya casi 75 euros. Cifra que es superior en 13,6 euros respecto al pasado año. En el diésel y empleando la misma cantidad de combustible, los trabajadores por cuenta propia deberán pagar 68 euros, casi 12 euros más por depósito que el anterior ejercicio.

Los transportistas autónomos prevén un año peor que el anterior

Desde el sector del transporte autónomo señalan que el encarecimiento del gasoil viene dado por el valor de la materia prima, la cual es muy difícil de regular. Un incremento que supondría 5.000 euros más de gastos anuales para estos trabajadores por cuenta propia.

“Esta situación nos viene fatal, el aumento del precio de la gasolina supondrá 500 euros al mes de gastos extra para los transportistas”, aseguró José Carlos López Jato, vicepresidente de la Federación Española de Transportistas Autónomos (Fetransa). Según el vicepresidente, un transportista gasta unos 6.000 euros al mes en carburante. Por lo que, dicho aumento, es un gasto insostenible que les deja con un margen de beneficio más bajo que los que existían en el año de la pandemia.

Respecto a las soluciones a esta problemática, López Jato señaló que  “si bajamos los impuestos, bajamos el precio del transporte. La solución no está ahí, pues el precio final de nuestra actividad se pondera en función del precio del gasoil. Los márgenes serían los mismos”. Ante ello, el colectivo pide una regularización más estricta a los proveedores del carburante. Sin embargo, saben que la legalidad vigente no permite dicho control sobre el combustible. Por lo que la solución, dependerá  exclusivamente de la autorregulación del mercado.  

Los agentes comerciales ya reclamaron al Gobierno la subida del impuesto al diésel

El proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021 incluyó una subida del impuesto al diésel para acercarlo al de la gasolina. En concreto, la medida del Gobierno contempló elevar el tipo impositivo del diésel en 3,8 céntimos de euro por cada litro. Por lo que el gravamen estatal pasaría de los 30,7 céntimos por litro actuales a los 34,5 del nuevo tipo.

En este sentido, el Presidente del Consejo General de Colegios de Agentes Comerciales de España (CGAC), Francisco Manuel Maestre, ya se puso en contacto con el Gobierno y las organizaciones de autónomos para poner de manifiesto el "varapalo a la economía"  por la subida al impuesto del diésel anunciada hace unos meses por el Gobierno. La cual supondrá para este colectivo más de 300.000 euros al mes y 3,7 millones de euros al año.

La tributación del gasóleo profesional y bonificado no sufre variación, aseguró el Gobierno. Por lo que los autónomos del transporte no reciben bonificación ni desgravación alguna para compensar esta subida fiscal. Por ello, el presidente de CGAC ha solicitado al Gobierno que tengan en cuenta la especificidad del colectivo que representa, pues supone un eslabón fundamental en la cadena entre fabricantes, mayoristas y el comercio minorista. "Solicitamos al Gobierno que se establezcan medidas compensatorias para los agentes comerciales y transportistas a través de ayudas o desgravaciones especiales para nuestro colectivo que nos compensen de este duro varapalo económico y que nos permitan acceder a vehículos alternativos híbridos", comentó el presidente.

Asimismo, Maestre destacó que toda subida en el precio y la fiscalidad de los carburantes es un mazazo para todos los profesionales con un alto índice de movilidad como son los propios agentes comerciales. "El vehículo es una herramienta de trabajo fundamental para una parte muy importante de los más de 20.000 agentes comerciales colegiados de España. Los cuáles realizan una media de 60.000 kilómetros anuales en sus desplazamientos profesionales”, añadió Maestre.

Los taxistas exigen bonificaciones fiscales ante la subida del precio de la gasolina

La subida del precio de la gasolina también deja al sector del taxi con unos márgenes de beneficio bastante limitados. “Esto no es una cuestión de que hagamos más o menos carreras. Dado que el combustible es el mismo o menor”, sopesó Alberto Miñambres, presidente de la Asociación Gremial de Auto Taxi Madrid.  

Los taxistas han visto cómo en el último año. el precio del diésel, el combustible principal empleado en sus vehículos, ha subido casi un 40% respecto al 2020. Por ello, Miñambres destacó la necesidad de unas bonificaciones específicas para aquellos autónomos dedicados al transporte con respecto a los particulares que lo emplean para su tiempo de ocio.

Asimismo, el representante de los taxistas de Madrid añadió que no sólo el precio del carburante ha sido una de las dificultades con la que el colectivo se ha enfrentado este año. “El precio de los vehículos también se ha incrementado y las alternativas eléctricas o híbridas siguen siendo inviables para los taxistas”, añadió Miñambres. Finalmente, desde el colectivo señalaron que desde hace tres años, ellos no han movido el precio de sus tarifas, por lo que ven incomprensible la subida del precio de los carburantes.

Los motivos de la subida según la UE

El principal motivo de esta subida del precio, según argumentó la UE, viene dado por el fin de las restricciones de movilidad y la derivación a las energías renovables, las cuales resentirían el mercado del petróleo. Asimismo, cabe destacar que el precio del gasoil viene marcado por una alta tasa impositiva. El 50% del precio final del combustible son impuestos. Siendo el restante 36% el valor de la materia prima (petróleo); un 12% los costes de logística y el 2% restante los márgenes de beneficio de las distribuidoras.

Los colectivos de transporte y movilidad señalan que una bajada de impuestos no supondría un aumento de su propio beneficio, sino que la solución ante esta inflación del precio de la gasolina es controlar el mercado de los proveedores de carburante. Sin embargo, ven imposible que las administraciones públicas puedan controlar dicho valor de mercado.