Una media de 140 euros netos diarios

Cada taxista lleva perdidos más de 1.500 euros por los días de huelga

Tras estos doce días de huelga, cada taxista ya ha perdido más de 1.500 euros de rendimiento neto (descontados gastos), unos de 140 euros diarios de media, según fuentes de la Federación Española del Taxi (FEDETAXI).

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Cada taxista lleva perdidos más de 1.500 euros por los días de huelga

Los taxistas ya han perdido más de 1.500 euros de rendimiento neto –descontados los gastos- en estos 12 días de huelga, según fuentes de la Federación Española del Taxi (FEDETAXI). Una media de 140 euros diarios. Cabe destacar que, tal y como señala la principal organización del taxi, enero es uno de los peores meses para el sector. No obstante, que la Feria Internacional del Turismo (FITUR) haya coincidido con estos días de huelga y movilización hubiera supuesto un volumen mayor de facturación. Además, añade que la realidad entre conductores asalariados y autónomos es muy distinta.

Estos 140 euros netos de pérdida diaria equivaldrían a lo que los taxistas vienen pidiendo a los seguros en concepto de paralización, que se produce cuando no se puede llevar a cabo la actividad diaria y que las compañías de seguros suelen cubrir –cuando dicha póliza está contratada- para compensar los ingresos perdidos durante ese periodo.

Si se suman todas las amortizaciones mensuales que soporta cada taxista: cuota a la Seguridad Social, IVA e IRPF, combustible, mantenimiento, seguros y gastos de gestoría, entre otros, resulta los costes mensuales fijos de un taxista ascienden a 1.200 euros. Además, actualmente, los taxis en Madrid deben ser renovados obligatoriamente cada 10 años, lo que supone un gasto mayor en los últimos años de vida del vehículo. De este balance se extraerían los beneficios diarios que estaría perdiendo el sector según FEDETAXI.

Jugar con las mismas reglas

Básicamente, según señalan miembros de la Federación, Cabify y Uber entraron en el sector del transporte urbano llevando al límite la regulación vigente: entramados societarios para aprovecharse de vacíos legales y así obtener el control de miles de nuevas autorizaciones de arrendamiento con conductor (VTC), que posteriormente venderían a otras empresas y autónomos por valores sustancialmente superiores a los originales; sedes en paraísos fiscales y contratos precarios.

Por otro lado, ha entrado en juego la irrupción de las nuevas tecnologías en el sector, de la que solo se han podido aprovechar las VTC por una “legislación obsoleta” que limita al taxista. Esto ha conseguido que el cliente se vea más atraído por estos nuevos agentes que tienen la capacidad de aportar valor añadido. Los taxistas se lamentan que ellos también hubiera sido capaces de proporcionar esos mismos elementos diferenciadores si se hubiera jugado en la mismas condiciones.

Lo que los taxistas están reivindicando es que se establezcan unas medidas de compensación para reparar el daño causado tanto por las VTC como por las administraciones. ambas deberían ayudar a sufragar este deterioro. Por otro lado, exigen unas reglas de precontratación claras que distingan ambos servicios, en las que se adecue el tamaño y operatividad temporal a las necesidades reales de la demanda; igualando descansos y horarios a los del taxista, para que el sector se convierta en un campo de juego en el que se pueda competir con las mismas armas.

También tienen otras reivindicaciones como la digitalización de la inspección para que el control de las invasiones del mercado ajeno sea realmente eficaz; la reserva de carriles y zonas al taxi; la equiparación de los requisitos de acceso a la actividad y la formación de los conductores de VTC. Por último, el taxi pide aplicar los mismos controles que recibe el taxista sobre duración de jornadas y sobre los aspectos relacionados con la seguridad vial.