A penas si pueden subsistir los primeros meses

La situación de los autónomos con cáncer es dramática por su baja prestación

A pesar de las mejoras en la regulación de bajas por enfermedad para los autónomos, desde la Asociación Española Contra el Cáncer dan la alarma sobre miles de situaciones dramáticas.

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La situación de los autónomos con cáncer es dramática por su baja prestación

Sólo en 2020 se diagnosticó cáncer a más de 13.000 autónomos. Una enfermedad que pone en especial riesgo de exclusión social y vulnerabilidad a los trabajadores por cuenta propia, por las condiciones y por la escasa prestación que cobran en estas bajas de larga duración, que muchas veces no es suficiente para cubrir los gastos del día a día.

Son los datos que se extraen del último informe elaborado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), y que han hecho sonar las alarmas sobre la desprotección que sufren los trabajadores por cuenta propia en situaciones de larga baja temporal.

De hecho, la cuantía que le queda a algunos autónomos en su primer mes de baja -esencialmente a los que cotizan por la base mínima- no alcanza los 300 euros durante los dos primeros meses de enfermedad, lo que puede llevarles incluso a la ruina financiera. "No todos cuentan con ahorros de los que tirar cuando dejan de trabajar, y ese dinero no les llega para seguir haciendo frente a sus gastos y poder vivir dignamente", explicó Javier González, responsable de los programas de atención social de la AECC. La asociación tiene, por ejemplo, cuantificado que el cáncer de mama requiere un gasto adicional de 200€ de media, y en el caso del cáncer gástrico, la cifra aumenta hasta los 400€. Así que, a partir del tercer mes, al trabajador por cuenta propia apenas le quedarían 300 euros para vivir, tras el gasto en su enfermedad.

Tanto para los autónomos como para su familia, esta desprotección supone un "verdadero drama. Muchos de ellos suponen la única fuente de ingresos para sus familias, por lo que, si de repente caen enfermos y la prestación no cubre todas sus necesidades, no sólo les pone en peligro a ellos sino a todo su núcleo familiar".

Desde la AECC volvieron a denunciar este jueves -día mundial contra el cáncer- la "vulnerabilidad" a la que están expuestos estos trabajadores que enferman y no pueden optar a una ayuda digna. Además, solicitan que se asemejen a las bajas por enfermedad de los asalariados, ya que "tienen muchas más ventajas que los trabajadores por cuenta propia", apuntó González.

A pesar de estar de baja siguen cotizando dos meses

La baja por enfermedad de cáncer se considera baja por contingencia común, y los autónomos tienen que seguir cotizando a la Seguridad Social durante los dos primeros meses del periodo que estén sin poder acudir a su trabajo. Es decir, "los primeros 60 días el trabajador por cuenta propia deberá seguir abonando su cuota. Pasado ese tiempo, su entidad colaboradora se hará cargo de ese pago", explicó Cristina Ramírez, abogada laboralista del despacho Fortuny Associats.

Algo que denuncian desde la AECC, al no entender como "se le exige ese pago al profesional cuando su actividad está parada y el único ingreso que recibe, que es la prestación, es tan escaso". Y es que, la prestación de muchos autónomos durante el primer mes de baja es de 557 euros, a lo que si se le resta la cuota de 289 euros, les quedan 269 euros para todo un mes. Estos trabajadores pueden mantenerse de baja los primeros 365 días, más una prórroga de 180 días más.

¿Cómo se calcula esta prestación?

Si un autónomo pide la baja el día uno, tiene que tener en cuenta que los tres primeros días desde la solicitud de la misma no cobrará nada, por lo que los días 1, 2 y 3 quedan exentos de recibir la ayuda. Además, desde el día 4 hasta el 20, el profesional sólo cobrará el 60% de su base de cotización -la misma por la que cotizó el mes anterior a la baja-, y desde el día 21 en adelante, el 75% de la misma

Así, en el caso de que un autónomo cotice por la base mínima, es decir, si su base de cotización es la mínima de 944,10 euros, por un mes entero cobraría 556,98. "Si solicita la baja el día 1, desde el día 4 hasta el 20 cobrará 18,88 euros por día y, a partir del día 21, cobrará 23,60 euros al día", señaló Ramírez. Ese primer mes, a esos 556,98 euros que cobrará el autónomo por la prestación, tendría que restarle la cuota de 288,99 euros, con lo cual sólo le quedarán 268,24 euros

A partir de ahí, el segundo mes -en el que ya desde el día 1 cobra el 75% de su base de cotización-, cobrará 23,60 euros por día, lo que sería 708 euros. No obstante, este segundo mes también tiene que abonar la cuota de autónomos, con lo que, restándole la cuota de 289 euros, le quedan 419 euros. Desde el segundo mes en adelante, el autónomo cobraría los 708 euros sin tener que restarle el pago de la cuota.

Piden que la baja del autónomo se asemeje a la del asalariado

Si bien la regulación de las bajas de los trabajadores por cuenta propia se modificó hace unos años, sigue siendo "ruinosa" para el colectivo. "Antes, los autónomos tenían que hacerse cargo de sus cuotas durante todo el periodo que permaneciesen de baja, luego lo cambiaron para que, a partir de los dos primeros meses, la mutua se hiciese cargo de ese pago. Sin embargo aún es excesivo que tengan que afrontar la cuota durante los dos primeros meses sin poder desarrollar su actividad", explicaron desde la AECC.

Los trabajadores por cuenta ajena cobran la misma cuantía desde el primer mes que solicitan la baja y, además, no tienen que hacer frente a ningún otro gasto, así como los autónomos sí tienen que abonar su cuota los dos primeros meses. "Se debe tener en cuenta, además, que los profesionales por cuenta propia tienen más gastos que los asalariados. Tienen que mantener tanto los gastos de su casa, como los que pueda acarrearle su negocio, desde el alquiler del local hasta su coche de trabajo", señaló el Javier González, responsable de los programas de atención social de la AECC.

Es por ello que, desde la Asociación Española Contra el Cáncer solicitan una revisión exhaustiva de la normativa y piden, principalmente, que la legislación de los trabajadores por cuenta propia se asemeje a la de los asalariados. "Una enfermedad como el cáncer agrava mucho la situación de los autónomos. Ya no sólo por el hecho de padecer la enfermedad, sino también porque no se les proporcionan los medios necesarios para mantener su nivel de vida, lo que puede llevarles a la exclusión social", concluyeron desde la AECC.