La disminución del sexo entre los jóvenes ya es un hecho

La aparición constante de apps y  webs de citas está haciendo que los jóvenes  pasen más tiempo conectados online que  cara a cara.

jóvenes divirtiendose
jóvenes divirtiendose
La disminución del sexo entre los jóvenes ya es un hecho

De un tiempo a esta parte,  a todos nos viene llamando la atención la capacidad de abstracción que tienen los jóvenes de cualquier punto del planeta cuando consultan su móvil. Es frecuente ver reuniones de adolescentes en las que cada uno de sus miembros se halla inmerso en las cuestiones tecnológicas, de modo que apenas interactúan entre ellos.

Actitudes de este estilo son las que han desembocado en una sorprendente falta de interés por el sexo que llega de la mano de una generación que en muchos casos nada tiene que ver con la figura del “ni-ni”, esos chicos irresponsables y despreocupados, sino que también corresponde a un grupo de jóvenes formados y concienciados  que se muestran temerosos de las consecuencias que tuvieron muchos de los actos llevados a cabo por su generación predecesora.

jóvenes divirtiéndose

¿Estamos ante una generación asexuada?

Un reciente estudio de la Universidad de San Diego ha puesto de manifiesto que el 15% de los jóvenes que hoy cuentan con edades comprendidas entre los 20 y los 24 años se encuentran sin pareja sexual desde los 18 años. Si nos vamos a datos de la anterior generación, esto solo ocurría en el 6% de los casos.

Otro estudio llevado a cabo por la empresa de asesoramiento matrimonial O-net, en Japón, reflejó también la falta de interés de los jóvenes nipones por el matrimonio  y por el sexo, afirmando que para un 40% de los solteros y solteras del país, el romance sería una “molestia” que únicamente estarían dispuestos a afrontar en el caso de que pudieran seguir disfrutando de sus aficiones de manera prioritaria.

Entre las principales causas de esta conducta que puede ser considerada en cierto modo como asexual se encuentra la irrefrenable proliferación de apps y páginas webs de citas, que hacen que los chicos estén más tiempo conectados en línea que conociéndose cara a cara.

De este modo, muchos jóvenes se encuentran suficientemente motivados sin necesidad tan siquiera de salir de casa. Si bien hasta hace unos años la exploración de la sexualidad era un síntoma de madurez, hoy los jóvenes experimentan con naturalidad una huida de estos conceptos.

Esta es la razón por la que muchos padres identifican a día de hoy la figura de sus hijos con ese “Peter Pan” que en muchas ocasiones temen que se perpetúe. Ello es puesto de relieve cuando sus hijos reconocen que están más a gusto jugando a Pokémon y otros juegos similares, que cuando andan exponiéndose a que otra persona les rompa el corazón.

La falta de autoestima en estos jóvenes podría ser otra de las causas que les llevara a evitar enfrentarse a este tipo de situaciones. A veces,  se encuentran algo saturados con exceso de contenidos pornográficos, asumiendo  el sexo con una actitud más liberal,  lo que les lleva a menudo a incluir matices novedosos en sus relaciones de cama, como puedan ser  los juguetes eróticos, que tanta chispa aportan.

La búsqueda del placer sí es un valor en alza

En palabras de los jóvenes, lo que se viene produciendo en este sentido es una diversificación de intereses. Contar con una pareja estable con la que tener encuentros sexuales más frecuentes ha dejado de ser importante para ellos, en la medida que entienden que dichos encuentros sexuales terminarían finalmente por reducirse.

La falta de oportunidades económicas también influye dado que los jóvenes tardan cada vez más tiempo en independizarse e irse de casa de sus padres y, como es lógico, entienden que el hogar paterno no es lugar en el que deban mantener relaciones sexuales con su novio/a.

Ahora bien, al mismo tiempo que las relaciones sexuales entre los jóvenes se han visto disminuidas, sí se ha constatado un notable aumento de la búsqueda del placer, que en muchos se traduce en un creciente interés por llevar a cabo una óptima y larga sesión de preliminares, esos gestos dotados de ternura y erotismo con los que aumenta la confianza y que hacen más placentero el disfrute sexual.

Preparar el cuerpo de ambos miembros de la pareja al objeto de conseguir una adecuada comunicación mutua y una desbordante excitación sexual, es el claro objetivo que tienen en cuenta los jóvenes de hoy en día.

Lo idóneo es partir de la base de que la sensibilidad a las caricias podemos encontrarla en la piel de todo el cuerpo y no solo en  las zonas genitales. Concentrarse en el cuerpo de la pareja y en sus sensaciones son la mejor técnica para conseguir unos previos satisfactorios.

Así las cosas, los jóvenes de hoy en día buscan, mediante caricias conocidas o no, despertar sensaciones sexuales en el otro. La clave está en crear un ideal clima de relajación en el marco de unas relaciones sexuales absolutamente igualitarias.