Veinticinco autónomos fallecieron mientras trabajaban en 2016
En 2016 se incrementa casi en un 50% el número de autónomos que perdieron la vida en accidente de trabajo, con 25 fallecidos frente a los 17 del año anterior, es decir, 8 víctimas mortales más. Cifra mucho más sangrante si consideramos que los datos se extraen exclusivamente del porcentaje de autónomos que cotizan por AT y EP, aproximadamente un 20% del total del colectivo, por lo que si se hace un cálculo sobre el colectivo en su conjunto se pueden encontrar “con más de un centenar de autónomos fallecidos por accidente de trabajo en nuestro país en tan sólo un año”, ha añadido Perea. “Retrocedemos en lugar de avanzar y si el año pasado habíamos conseguido reducir las cifras de accidentes mortales entre los autónomos este año volvemos a los datos de 2014 cuando fallecieron 24 autónomos”.
En diciembre de 2016, el número total de autónomos inscritos en contingencias profesionales asciende a 612.246 personas, lo que representa una cobertura del 19,1% del total del colectivo (3.191.291 autónomos a cierre de diciembre de 2016). Es decir, únicamente uno de cada cinco autónomos tiene cubiertas las contingencias profesionales (accidentes de trabajo y enfermedades profesionales), según el informe realizado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, ATA, en colaboración con Mutua Universal, con motivo del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, que se celebra el 28 de abril.
Los resultados que se recogen en el informe únicamente hacen referencia a ese 19,1% de autónomos que tienen contratadas las contingencias profesionales, que son de los que se disponen datos del Ministerio.
Así, cabe destacar que en 2016 se notificaron en el Delt@ (Declaración Electrónica de Trabajadores Accidentados) un total de 555.608 accidentes de trabajo en el Régimen General, y 11.901 correspondieron al Régimen Espacial de Trabajadores Autónomos.
Así, se desprende que de los 612.246 autónomos que cotizaban por accidentes de trabajo se han producido 11.901 accidentes, por lo que dos de cada cien autónomos (el 1,9%) que cotizaban por accidente de trabajo sufrieron un accidente laboral en 2016.
Los accidentes de trabajo de autónomos se mantuvieron prácticamente en la misma cifra en 2016 que en 2015: en el conjunto de 2015 los autónomos tuvieron 11.944 accidentes durante su jornada laboral, y en 2016 se produjeron un total de 11.901.
Por lo que respecta a la gravedad de los accidentes sufridos por autónomos, el informe elaborado por ATA muestra cómo el 97,5% (11.604) fueron de carácter leve. Además, 260 de los accidentes fueron de carácter grave –el 2,18%–, 12 muy graves (0,1%) y 25 mortales (0,21%).
Los accidentes, según gravedad y provincias
El informe elaborado desde el Observatorio para la Prevención de Riesgos Laborales gracias a los datos facilitados por Mutua Universal, desglosa los datos de los accidentes sufridos por los autónomos según la gravedad y desagregándolos por comunidades autónomas y provincias.
Las 50 provincias españolas presentaron a lo largo de 2016 accidentes de carácter leve. En cuanto a los accidentes graves, casi todas ellas registraron autónomos con ese grado de lesión a excepción de Huesca, Guadalajara, Salamanca, Segovia, Castellón y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
En cuanto al número de accidentes tipificados como “muy graves”, asciende sensiblemente el número de provincias donde se producen, destacando los tres producidos en Galicia (dos en Lugo y uno en A Coruña ), tres en Castilla y León (dos en León y uno en Palencia ), dos producidos en Andalucía (uno en Cádiz y otro en Córdoba), uno en Canarias (en Tenerife), uno en Cataluña (Barcelona ), uno en Murcia y uno en Navarra.
Respecto a los “accidentes mortales”, cabe destacar los nueve autónomos fallecidos en Galicia por accidente (cuatro en A Coruña, tres en Pontevedra y dos en Lugo), los tres producidos en la Comunidad de Madrid, los dos de La Rioja y los dos de Castilla y León (uno en León y otro en Segovia). Andalucía (concretamente Jaén), Aragón (Zaragoza), Asturias, Cantabria, Canarias (Las Palmas), Cataluña (Lleida), Castilla La Mancha (Toledo), Murcia y Comunidad Valencia (Valencia) registraron un accidente mortal en cada comunidad.
Por el contrario, Baleares, Extremadura, Navarra y País Vasco fueron las únicas cinco comunidades autónomas en las que no se contabilizaron a lo largo de 2016 accidentes mortales de autónomos
El sector Servicios, el más afectado
Si la agricultura fue en 2015 el sector con mayor siniestralidad, al registrar 2.896 accidentes, el sector Servicios toma este triste relevo en 2016, con 3.634 autónomos accidentados en el conjunto del año.
Le siguen como sectores con mayor siniestralidad la agricultura (3.500 accidentes), Construcción (2.291 accidentes), Industria (1.512 accidentes) y transporte (964 accidentes)
En cuanto al Índice de Incidencia, esto es, el número de accidentes por baja durante la jornada laboral por cada 100.000 trabajadores expuestos al riesgo, el sector de la Construcción es el de mayor incide de incidencia (4.150), seguido de Industria (4.056), Transporte (2.933) y Agricultura (2.366), siendo el sector Servicios el que posee un menor índice de incidencia (1.070)
Los mayores de 35 años, lo más accidentados
El informe elaborado por ATA gracias a los datos de Mutua Universal muestra cómo prácticamente seis de cada 10 autónomos accidentados tienen una edad comprendida entre los 35 y los 54 años y significativamente estos datos están por encima de los trabajadores asalariados de su misma edad.
Respecto a la mujer autónoma, es importante resaltar que a pesar de su incorporación al trabajo autónomo su siniestralidad es menor que la de los varones, ya que sufrieron 2.115 accidentes de trabajo frente a los 9.786 de los autónomos varones, lo que representa un 17, 7% del total de accidentes. Respecto a la edad que sufre mayor siniestralidad, sus datos son muy semejantes a los de los autónomos varones, concentrándose entre los 35 y 54 años las mujeres autónomas con mayor siniestralidad.
Esguinces, torceduras y dislocaciones afectan a uno de cada tres autónomos
A lo largo de 2016, el tipo de lesiones más frecuentes sufridas por los autónomos son de tipo musculoesquelético en miembros inferiores y espalda causadas principalmente por sobreesfuerzos físicos, golpes y caídas.
Así, los esguinces y torceduras, afectaron al 24,17% de los autónomos accidentados que tenían las contingencias profesionales cubiertas. A éstas les siguen las dislocaciones y distensiones (15,28%), lesiones superficiales y cuerpos extraños en los ojos (11,97%), fracturas (10,81%), y heridas abiertas (9,36%).
Las piernas, incluida la rodilla ( 15,44 %); la espalda, incluidas la columna y las vértebras dorsolumbares (11,35%); los dedos (11,16 %); tobillos ( 7,1%); manos y pies ( 6,33% y 6,22%, respectivamente) fueron las partes del cuerpo más afectadas por los accidentes laborales.
Prácticamente la mitad de los accidentes se produjeron por un sobresfuerzo físico sobre el sistema muscoesquelético, por un golpe o caída producidas al mismo nivel o desde una altura, o también por movimientos inadecuados y al levantar o transportar algún peso.
Respecto al momento de mayor siniestralidad, se suele producir en la franja horaria que va de las 10.00 a las 12.00h de la mañana, incrementándose en 2016 las 10:00 h de la mañana, ya que en esa hora se producen casi un 15% de los accidentes.
Jose Luis Perea: "Hay que poner freno a los índices de sinistralidad"
“Los datos que presenta este informe resaltan un aumento importante de la siniestralidad laboral y la carencia de verdaderas medidas preventivas que sufre el sector, así como la dejación por parte de la administración de las funciones de tutela preventiva que le enconmienda el LETA. En la actualidad, prácticamente no existen programas preventivos por parte de las administraciones tendentes a desarrollar una cultura preventiva dentro del colectivo de autónomos que palíen esta sangría”, señala José Luis Perea, responsable de PRL de ATA.
“La OIT celebra este Día Mundial de la Seguridad y Salud en el trabajo pidiendo a los estados miembros que mejoren su capacidad para recopilar datos fiables sobre seguridad y salud que permita la adopción de medidas preventivas eficaces. Difícilmente podremos aplicar medidas eficaces sobre el colectivo de autónomos cuando solo el 20% de los autónomos cotizan por AT/EP por lo que es necesario fomentar esta cotización y hacerla más atractiva a los autónomos, así como simplificar trámites como los del sistema de Bonus, prácticamente en desuso por el colectivo por la dificultad de su tramitación”, concluye José Luis Perea.