España es el único país que ha impuesto esta tasa

El impuesto al plástico español es un freno para la competitividad de los negocios, según Ayming

Según un informe de Ayming, el impuesto al plástico vigente desde enero es un importante freno para la competitividad de los negocios nacionales. La recaudación fiscal durante el primer trimestre alcanzó los 96 millones de euros.
El impuesto al plástico español es un freno para la competitividad de los negocios, según Ayming.
El impuesto al plástico español es un freno para la competitividad de los negocios, según Ayming.
El impuesto al plástico español es un freno para la competitividad de los negocios, según Ayming

El 74% de la recaudación que Hacienda obtuvo por el impuesto al plástico durante el primer trimestre provino de los sectores de la alimentación y la fabricación. Así lo mostraron los datos de la consultora Ayming, que cifran los ingresos totales por este nuevo tributo en 96 millones de euros durante los tres primeros meses del año. Según la compañía, el gravamen supone un freno para la competitividad de los negocios españoles.  

Este impuesto, que entró en vigor el 1 de enero de este año, grava la fabricación o adquisición intracomunitaria e importación de envases no reutilizables, embalajes secundarios y terciarios que contengan plástico, incluyendo “los films protectores de palés o los plásticos de burbujas que emplean los operadores logísticos para embalar las mercancías, suponiendo un riesgo fiscal para la industria de la distribución, fabricación y alimentación, del cual han alertado las diferentes patronales y asociaciones, que, incluso han presentado peticiones de moratoria y que, por el momento, Hacienda no contempla”, recordaron desde la compañía.  

Según las últimas estimaciones, el Gobierno tiene el objetivo de recaudar 491 millones de euros con este impuesto al final del año. Sin embargo, los 96 millones ingresados durante los tres primeros meses del año anticipan un incremento de la recaudación en el futuro próximo, tal y como explicaron desde Ayming. 

El impuesto al plástico español es un freno para la competitividad de los negocios nacionales 

Tal y como explicaron desde Ayming, la entrada en vigor del impuesto al plástico supone una merma a la competitividad de nuestros negocios. En ello tiene que ver, en primer lugar, que España ha sido el único país de la Unión Europea que ha aplicado este impuesto, al contrario que otros estados, “que la han aplazado teniendo en cuenta la complicada coyuntura que se vive a nivel internacional”, explicaron. 

Sonia Álvarez, directora del área fiscal de Ayming España, valoró que, “más allá de la evidente merma de competitividad que va a sufrir España y, especialmente, su industria, una gran cantidad de empresas aseguran desconocer cómo llevar a la práctica su obligación tributaria. En abril, más de un 80% de empresas del sector no tenían automatizado los procesos necesarios para realizar un reporte y declaración del tributo eficaz”, afirmó. 

Además, el gravamen estaría dificultando las importaciones a las empresas españolas, puesto que en muchas ocasiones la industria alimentaria no fabrica los envases, si no que los adquieren a un tercero. “En multitud de ocasiones, el vendedor desconoce la cuantía de plástico virgen contenido en los mismos. Además, los principales proveedores del sector están localizados en Polonia, República Checa, Francia o Italia, y aunque deberían informar de las cantidades de plástico que aportan a las empresas, al tratarse de un impuesto no armonizado y que no está en vigor en esos países, la realidad es que no están obligados a hacerlo”, relató Sonia Álvarez. 

Además, el coste administrativo para las empresas es otra de las trabas que denuncia el sector, puesto que se ha visto obligado a modificar todos los sistemas por la dificultad de su gestión administrativa e incluso, a contratar o prescindir de plantilla, puesto que según recoge Hacienda, es imprescindible el registro de un representante que registre la información necesaria en cuanto al plástico virgen. “A pesar de que sospechamos que, en estos momentos, la Agencia Tributaria no dispone de los suficientes recursos para ejecutar inspecciones que logren objetivos económicos razonables, las cifras de este primer trimestre no nos han sorprendido”, concluyó la responsable del área fiscal de Ayming España.