Opinión

¿Cómo conseguir éxito con nuestras inversiones?

Un buen ejercicio de planificación financiera debe cubrir todos los aspectos relevantes de nuestra vida. 
¿Cómo conseguir éxito con nuestras inversiones?

Conseguir que nuestro negocio tenga éxito es uno de los objetivos principales en el que los autónomos enfocan su actividad cada día. Conseguir el éxito, supone realizar un trabajo planificado para alcanzar unos objetivo concretos. Cuando hablamos de alcanzar el éxito en nuestras inversiones podríamos decir que la clave principal es la misma, planificar los objetivos financieros y vitales que queremos alcanzar y buscar el equilibrio entre los recursos actuales y las necesidades futuras. Estos objetivos pueden ser diferentes para cada inversor y van variando según se vaya alcanzando las diferentes etapas de la vida. En estas metas  se encuentran casos como ahorrar para la jubilación, para la educación de los hijos, para comprar una segunda vivienda, etc…

Por tanto, hay que subrayar que para conseguir éxito en las decisiones de inversión, un factor decisivo es diseñar previamente una correcta planificación financiera. Elaborar una estrategia de ahorro e inversión aporta una base de tranquilidad que elimina o minimiza el riesgo de tomar decisiones precipitadas que influyan en los resultados esperados.

Plan de acción

Un buen ejercicio de planificación financiera debe cubrir todos los aspectos relevantes de nuestra vida. El primer paso para llevar a cabo este plan es contestar a las preguntas de qué es lo que tengo y cómo está distribuido mi patrimonio (activo financiero, inmobiliario, empresarial y pasivo). En otras palabras, realizar inventario de lo que tengo y lo que debo, para establecer un punto de partida. Por otro lado, será importante saber los ingresos que voy a generar (rendimientos del trabajo, alquileres, otros), así como los gastos que debo afrontar para mantener mi nivel de vida.

Para poder planificar bien el futuro, las personas necesitamos ser conscientes y capaces de trazar con la mayor precisión posible cómo evolucionarán nuestros ingresos y gastos en los próximos años y establecer unos objetivos atendiendo a los eventos que irán surgiendo en las distintas etapas de la vida

El tiempo juega a nuestro favor

Una vez tenemos claro los recursos de los que disponemos y los objetivos que deseamos alcanzar, es el momento de diseñar un plan de acción. Para ello tendremos en cuenta por una parte, el tipo de inversor que somos (conservador, moderado o agresivo) y cuál es nuestro horizonte temporal para la inversión, es decir, para qué invertimos, y lo cerca o lejos que se sitúan esos objetivos vitales en el tiempo.

La idea con este plan de acción es buscar la estrategia de inversión a largo plazo que mejor se adapte a nuestra situación personal, siempre con la tranquilidad de tener protegidos y cubiertos nuestros objetivos previstos para el corto y medio plazo. La tendencia histórica de los mercados financieros es al alza aunque haya etapas puntuales de corrección por lo que si dotamos a nuestra inversión del tiempo adecuado, la rentabilidad anual media tenderá a ser positiva. Las fluctuaciones en el corto plazo se diluyen en el largo plazo. Además, será muy importante que nuestra cartera de inversión esté bien diversificada y se vaya ajustando a los cambios del mercado y, por supuesto, a los cambios que se produzcan en nuestra vida personal, laboral y familiar.

El asesor financiero, el mejor aliado

El papel del asesor financiero en este proceso es esencial, pues será el encargado de ir adaptando la cartera de modo que se cumpla la estrategia planteada. A lo largo del camino, tanto la situación de los mercados como los acontecimientos personales o profesionales del inversor irán cambiando y un buen asesoramiento profesional evita que se tomen las decisiones de inversión incorrectas que provoquen pérdidas irrecuperables en la cartera de inversión.

Planificar en casi todas las actividades es una gran solución, a la hora de invertir, también.