¿Cómo pueden prevenir los autónomos la fatiga y algunas enfermedades tomando vitamina C?

Durante años ha corrido el bulo de que los autónomos nunca enferman. Es cierto que el colectivo no acostumbra a pedir la baja por Incapacidad Temporal porque no pueden permitirse dejar su negocio y contratar a una persona que les sustituya. Sin embargo, los trabajadores por cuenta propia sufren de las mismas dolencias y enfermedades que el resto de empleados, y además suelen padecer fatiga y estrés a causa del ritmo frenético que les exige muchas veces su actividad.

La vitamina C ha demostrado múltiples beneficios para prevenir muchas enfermedades y especialmente el cansancio. Esta vitamina desempeña un papel fundamental en el funcionamiento adecuado del cuerpo humano. Éste no puede producirla por sí mismo, de ahí que debamos incorporarla directamente a través de los alimentos o mediante suplementos. 

Su importancia reside en que es esencial para diversas funciones del organismo, como el fortalecimiento del sistema inmunológico, la síntesis de colágeno, la absorción de hierro, la protección antioxidante y la reparación de tejidos. Todos ellos son procesos muy importantes para estar sanos y soportar el día a día en el trabajo o en el negocio.

Por el contrario, la deficiencia de vitamina C puede llevar a una enfermedad conocida como escorbuto, caracterizada por debilidad, fatiga, sangrado de las encías y mala cicatrización de heridas. Por lo tanto, si se desea seguir una alimentación saludable, esta vitamina no puede faltar. 

La vitamina C y su papel en el sistema inmunológico para evitar la fatiga en el negocio

La vitamina C desempeña un papel crucial en el sistema inmunológico, ya que estimula la producción de glóbulos blancos, que son fundamentales para combatir infecciones y enfermedades. Además, consumir suficiente vitamina C de forma regular ayuda a reducir la duración y gravedad de los resfriados y contribuye a prevenir enfermedades crónicas. 

Beneficios para la salud cardiovascular 

La vitamina C también es importante para mantener una buena salud cardiovascular. Ayuda a fortalecer las paredes de los vasos sanguíneos, lo que mejora la circulación y disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión y la aterosclerosis. También favorece la producción de colágeno, una proteína necesaria para la reparación de tejidos y la cicatrización de heridas. 

Poder antioxidante y rejuvenecedor 

Esta vitamina posee un poder antioxidante, lo que significa que ayuda a proteger nuestras células del estrés oxidativo causado por los radicales libres. Dicho estrés puede acelerar el envejecimiento y aumentar el riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer. Una alimentación saludable y rica en vitamina C, como frutas cítricas, tipo naranjas, limones o pomelos, pero también fresas, papayas y kiwis, así como verduras como los pimientos, el brócoli y las espinacas, puede ayudar a contrarrestar estos efectos negativos y mantener una piel sana y radiante. 

Recomendaciones de ingesta diaria 

La cantidad diaria recomendada de vitamina C varía según la edad y el sexo. En general, las personas en edad adulta deben consumir al menos 75 a 90 miligramos al día. Sin embargo, en casos de fumadores o personas expuestas a altos niveles de estrés, esta cantidad puede aumentar. Es importante destacar que la vitamina C es sensible al calor y la luz, por lo que es mejor consumir alimentos frescos y no sobre exponerlos al calor durante la cocción. 

Además de seguir una alimentación saludable, el ejercicio físico también es imprescindible si queremos incorporar buenos hábitos en nuestro día a día. Para ello, sólo hay que buscar el más cercano entre los gimnasios en Madrid y escoger entre un plan de corte básico u otro más completo. ¡Es hora de cuidarse! Lógralo con Basic-Fit.