Opinión

Ya podemos irnos de vacaciones

Cuando me dicen que suerte tengo porque me tomo 4 meses de vacaciones, siempre contesto que yo no tomo vacaciones, que simplemente me traslado a vivir temporalmente a otro lugar donde voy a disfrutar en ese mix de vida profesional y personal.
Ya podemos irnos de vacaciones

Desde hace unos años decidí dejar de trabajar para terceros y convertirme en un profesional liberal, dedicado entre otras cosas a gestionar proyectos de diferentes tipos de negocio, para lo que, en cada uno, creo un equipo ad hoc, donde todos los componentes del equipo, o al menos los más importantes son también socios partícipes del proyecto. Es decir que su compensación depende de los resultados del proyecto.

Recientemente en un gran proyecto importante se produjo una situación de bloqueo que por fin conseguimos desbloquear y entonces la persona que se encarga del día a día del proyecto me comentó que ahora ya podíamos irnos de vacaciones, a lo que le contesté que las vacaciones son un invento que afecta a los empleados o trabajadores por cuenta ajena, pero que los profesionales liberales e incluso me atrevería a decir que todos los que está trabajando en proyectos, incluso los empleados, no tienen nunca vacaciones, otra cosa es desde donde están trabajando.

Cuando una persona es un trabajador independiente tiene que tener claro que se ha ganado el privilegio de no tener nunca vacaciones, pues si no trabaja, no tiene ingresos. Otra cosa es el planteamiento de la rigidez o flexibilidad, pues si cuando trabajas por cuenta propia como autónomo se te han terminado las vacaciones, pero a cambio has ganado en flexibilidad de forma total.

¿Qué significa la flexibilidad del autónomo? Significa que tienes que trabajar o más bien estar disponible para trabajar las 24 horas al día, los 7 días de la semana. Eso sí, no necesariamente tienes que estar presente en un determinado lugar para realizar el trabajo, como es el caso de los empleados o trabajadores por cuenta ajena, que tienen que ir y estar en la oficina o en la fábrica, aunque su trabajo se pueda realizar perfectamente de forma remota.

Cada vez más, gracias a las TIC y siempre dentro del contexto del trabajo del conocimiento y ciertos tipos de servicio, es posible realizar el trabajo desde cualquier parte del mundo, la única condición es tener acceso a una conexión fiable que nos permita estar en contacto virtual con el resto del mundo. Como ejemplos próximos puedo contar el mío personal, que durante la etapa en la que mi hijo ha estado viviendo fuera de España, yo he trabajado desde mi despacho en Madrid unos 6 meses al año y los otros 6 meses, aproximadamente cuatro desde mi casa de la playa y otros dos meses desde el país donde se encontraba viviendo mi hijo.

También he estado asesorando de forma continua a alguna empresa mexicana, con una presencia de unos 3 a 5 días al mes en México y el resto mediante comunicaciones vía diferentes medios y videoconferencias.

Mi amigo y socio David, uno de los referentes en Inteligencia Artificial en nuestro país, ha estado asesorando a empresas de Silicon Valley desde Madrid y ahora sigue asesorando a empresas de diferentes países y lugares de España desde su paraíso en San Lorenzo de El Escorial.

Ya, a mediados de los 90 tuve que abordar la reestructuración de una empresa de consultoría de la que era Vicepresidente, una empresa dedicada a realizar proyectos de mejora de la productividad en sus clientes y entonces decidimos aplicar la misma metodología en nuestra propia empresa, para predicar con el ejemplo.

Dando una vuelta por las diferentes subsidiarias del mundo pude observar que estaban vacías, sólo se encontraban las secretarias, pues todos los consultores estaban trabajando en casa de los clientes, es decir que además de costarnos mucho dinero las oficinas, a las que no iba nadie, encima nos costaba aún más el hecho que teníamos que tener a alguien, unas secretarias que por características de la empresa tenían que hablar un mínimo de tres idiomas y consecuentemente su coste era muy elevado.

Preguntando a los Country Managers , me confirmaron que los clientes tampoco les visitaban, sino que tenían que ir ellos a las oficinas del cliente, por lo que me confirmaron que las oficinas repartidas por los países eran simplemente un coste extra innecesario.

El resultado fue que creamos un tipo de estructura virtual con todos los consultores o tele-trabajando o en casa de los clientes, con lo que ahorramos el coste de las oficinas, pues sólo dejamos tres centros de operaciones en los HQ (Europa, América del Norte y Asia-Pacífico), el trabajo no sólo no se resintió, sino más bien todo lo contrario pues los consultores se encontraron más felices al poder trabajar desde cualquier lado y vivir donde les apetecía, pues las únicas condiciones que se les pedía es que vivieran en la zona donde normalmente tenían que realizar su trabajo presencial y a menos de dos horas de un aeropuerto internacional, como resultado en Europa más del 50% de los consultores se fueron a vivir a la Costa Azul, algunos incluso se fueron a vivir a algún barco.

Ya en los años 90 podíamos hacerlo, ¿por qué seguimos entonces con la mentalidad de que el trabajo hay que hacerlo en la oficina? ¿Por qué seguimos hablando de desconectar del trabajo, cuando éste es intelectual y además nos empeñamos en decir que estamos orientados al cliente?, creo que se debe a que nos educan para ser empleados y no disfrutamos con nuestro trabajo, sino que lo entendemos como un mal necesario y por eso estamos esperando que lleguen los fines de semana, los puentes y las vacaciones.

Pues cuando eres un profesional liberal o un autónomo tienes que meterte en la cabeza que no puedes hacer vacaciones, algo que llegará a todos los empleados también, eso sí puedes disfrutar realizando el trabajo desde el lugar que desees y donde disfrutas.

Cuando me dicen que suerte tengo porque me tomo 4 meses de vacaciones, siempre contesto que yo no tomo vacaciones, que veraneo o simplemente me traslado a vivir temporalmente a otro lugar donde entiendo que voy a estar más a gusto y a disfrutar en ese mix de vida profesional y personal.