Opinión

Hacen falta 8.000 conductores en el sector de la ayuda en carretera

Los autónomos del sector de las grúas que asisten a los conductores están preocupados por las graves consecuencias de no encontrar personal de cara al próximo verano. 

Hacen falta 8.000 conductores en el sector de la ayuda en carretera

Por paradójico que parezca, con una tasa de paro del 13,27%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), hay sectores de la actividad económica que no consiguen cubrir sus vacantes y donde tampoco cunde el emprendimiento. Es el caso del transporte por carretera, donde uno de sus desafíos más apremiantes en el ámbito del transporte es superar la escasez de conductores asalariados o autónomos.

No obstante, la constante disminución en la cantidad de candidatos dispuestos a asumir este tipo de trabajo es alarmante. De entrada, escasean los conductores con permisos de conducir C y C+E, donde -prácticamente-, existe el doble de oferta que demanda. En el año 2021/2022 nos encontramos, a nivel general del transporte, con un déficit mensual de más de 7.000 conductores.

Algunas de sus categorías, como los conductores de grúa de auxilio en carretera, sufren especialmente esta carencia. Y eso que son labores con una gratificación personal extraordinaria por la utilidad en la asistencia a quienes necesitan ayuda en circunstancias muy vulnerables, como son las situaciones de averías o accidentes.

Para el sector del auxilio en carretera, en cómputo anual, se estima que en España existe una necesidad de alrededor de 8.000 conductores para satisfacer la demanda actual. Según extrapolaciones del Observatorio Social del Transporte y fuentes de las empresas del sector, habría unas 600 vacantes potenciales al mes, casi imposibles de cubrir, lo que dificulta sobremanera la posibilidad de prestar regularmente los necesarios servicios de grúa 24/365, típicos de esta actividad.

Uno de los principales factores que influye en esta escasez es que la población está cada vez más envejecida y no existe relevo generacional. La DGT en su informe anual de permisos indica que sólo el 23% de las licencias del C y C+E están en manos de personas menores de 40 años.

Así, la realidad es que el número de candidatos interesados en esta profesión ha disminuido significativamente en los últimos años. Esto ha llevado a una situación preocupante en la que no se pueden cubrir todas las vacantes disponibles, por diferentes motivaciones, entre las que destacan la escasa valoración y reconocimiento de los conductores de grúa, pese a que sus retribuciones no se encuentran ni mucho menos entre las peores del sector del transporte. A menudo, esta profesión es percibida como poco prestigiosa, lo que lleva a una falta de incentivos para que los jóvenes consideren esta opción como una carrera viable.

Es obvio que, visto desde fuera, las condiciones laborales y los horarios pueden desalentar a muchos candidatos potenciales, especialmente aquellos que buscan un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal, pero lo cierto a día de hoy es que no mantienen la dureza de antaño y el cumplimiento de la normativa sobre jornadas es estricto (sobre todo en las empresas que mantienen un alto grado de excelencia y pertenecen a redes auditadas y comprometidas con la seguridad y prevención), permitiendo además el descanso diario en su domicilio de prácticamente todas las plantillas, al no ser una actividad que requiera desplazamientos de larga distancia.

No obstante, nos encontramos ante una falta de formación y capacitación que supone otra barrera importante para el acceso a esta profesión, con la falta de programas de formación y capacitación oficial adecuada para los aspirantes a conductores de grúa, que se tiene que suplir desde las empresas, lo que implica un mayor costo social y desalienta a los demandantes de empleo en adquirir las habilidades necesarias para desempeñar este trabajo de manera eficiente y segura.

A ello se suman las dificultades que soporta un sector con apenas 2.000 empresas y 11.000 vehículos para el reclutamiento de conductores de grúa, pues la falta de visibilidad de las oportunidades laborales y la escasez de medios para efectuar procesos de selección eficientes dificultan la atracción de candidatos adecuados para cubrir las vacantes disponibles.

En este contexto, algunas de las soluciones para abordar la escasez de conductores de grúa pasarían, a buen seguro por, mejorar la imagen y el reconocimiento de la profesión de conductor de grúa. Esto implica promover una percepción más positiva de estos profesionales y resaltar su importancia para la seguridad vial y la movilidad en general, cuidando de explicar que no es un sector con exceso de horas de trabajo, turnos nocturnos y disponibilidad los fines de semana y días festivos. Es fundamental hacer ver a nuestros jóvenes el atractivo del sector, poniendo en valor que las condiciones laborales, utilizar estrategias de marketing efectivas, establecer alianzas con instituciones educativas y simplificar los procedimientos de selección.

Obviamente, como contrapartida, la viabilidad económica de las empresas de auxilio en carretera, actualmente muy frágil por la insuficiencia de las retribuciones de las compañías aseguradoras, plataformas de asistencia y clubes automovilísticos, debe quedar, si no garantizada, sí reforzada repartiendo costes y beneficios de modo responsable entre toda la cadena de intervinientes en el auxilio en carretera.

También la colaboración entre el sector público y privado puede ser clave para abordar la escasez de conductores de grúa. Esto implica establecer programas de cooperación en los que las empresas y las autoridades -principalmente las de Seguridad Vial-, trabajen juntas para promover la profesión y ofrecer incentivos, como becas de formación o programas de inserción laboral.

En definitiva la escasez de conductores de grúa de auxilio en carretera en España plantea un desafío significativo para la movilidad y la seguridad vial. Para abordar esta situación, es crucial mejorar en los aspectos ya citados para poder garantizar un servicio eficiente y seguro para todos los usuarios de las carreteras españolas, quienes, lamentablemente, están en severo riesgo de perder la calidad e inmediatez que lo había colocado entre los mejores del mundo.

“Todo el que tiene una ocupación tiene una oportunidad” como señaló Elbert Hubbard, en su recomendable ensayo “Un mensaje a García”. Cualquiera que desee ganarse la vida debe saber que puede tener ambas cosas como conductor de grúa de auxilio en carretera.