Opinión

Manual de franquicia y cursos de formación para reducir el riesgo

El franquiciador está obligado a hacer entrega de los manuales de franquicia y proporcionar la información necesaria con la que reducir hasta mínimos los riesgos a los que se enfrenta el franquiciado.

Manual de franquicia y cursos de formación para reducir el riesgo

El tema que abordamos hoy resulta la continuación lógica de los tratados en los artículos anteriores. Nos hemos referido a la falta de exigencias para franquiciar, al deber que atañe al franquiciador de entregar la información pre-contractual y ya últimamente, al carácter esencial del know how que esta obligado a trasmitir al Franquiciado. Pues bien, dentro de este último tema, toma especial relevancia la entrega por el franquiciador de los manuales de franquicia y la formación que el franquiciado tendrá derecho a recibir tras la firma del contrato.

El contrato de franquicia gira entorno a dos grandes ejes; por un lado, la cesión  para su utilización bajo determinadas condiciones, de la imagen y del nombre  del franquiciador y por otro la transmisión de los conocimientos que este ha desarrollado para el negocio objeto del contrato. A través de estas dos herramientas, se estructura un negocio que debe reportar al franquiciador una forma de desarrollo empresarial con los mínimos riesgos y para el franquiciado una ventaja competitiva que le permita operar con mayores garantías. Pero para que la transmisión de estos conocimientos se lleve a efecto, es necesario que el franquiciador entregue al franquiciado los manuales de franquicia, ademas de proporcionar la formación necesaria.

Importantes para el desarrollo del negocio

Con carácter previo, o de forma simultánea a la firma del contrato, el franquiciador tendrá que hacer entrega de los manuales de franquicia. Se trata de los documentos en los que deben estar recogidos los conocimientos desarrollados por el franquiciador.

No obstante, en muchos casos los manuales o no se entregan, o no resultan de utilidad para el Franquiciado, por no incluir información que resulte relevante  para el desarrollo del negocio. En mi practica profesional he podido comprobar como algunas franquicias hacen entrega de manuales copiados o, incluso, “bajados de internet “, que no incorporan ningún tipo de conocimiento. Ni que decir tiene, que la entrega de manuales vacíos de contenido debe rechazarse inmediatamente por el franquiciado.

También se dan casos en los que las  empresas  franquiciadoras omiten esta esencial obligación, alegando causas tan peregrinas como por ejemplo que, por estar en continua evolución, les resulta imposible concentrar en un solo documento los conocimientos de los que disponen.

Al margen de excusas, la realidad es que:

  • el franquiciador viene obligado a hacer entrega de estos documentos;
  • la entrega de manuales vacíos de contenido nunca puede ser aceptada, ni servir para enervar la obligación del franquiciador; 
  • los manuales son para el Franquiciado una herramienta esencial, que esta obligado a conocer, ya que en ellos deberán estar recogidas todas las pautas en relación con la operativa del negocio.

Curso de formación sobre el negocio

Son muy pocas las empresas que imparten la formación necesaria a sus franquiciados y ello a pesar de que en la mayoría de los casos estos carecen de experiencia en la gestión de negocios. 

En algunos casos se obliga al franquiciado a acudir a la central a recibir su formación, se trata generalmente mas de promocionar la marca y el sistema, que de prestar una verdadera formación al franquiciado. En otros, esta podrá consistir en hacer practicas en alguno de los puntos de venta de la red. Los problemas habituales de este tipo de formación  tienen que ver con el desconocimiento del franquiciado de algunas áreas del negocio, ya que esta suele estar orientada a aspectos  muy concretos de la operativa. Tampoco las personas que habitualmente los imparten, disponen de formación ni de los medios necesarios para formar verdaderamente a los Franquiciados. 

La conclusión que obtenemos, es que la formación impartida por las centrales resulta en la mayoría de los casos insuficiente; por ser demasiado breve, por carecer de los contenidos necesarios y por la falta de formación de las personas que los imparten, cuestiones todas ellas de las que son responsables las empresas franquiciadoras.

No obstante, aun siendo cierto que por parte de la empresas se incurre en estos incumplimientos, no lo es menos que los franquiciados solo se acuerdan de denunciarlos cuando el negocio va mal. En mi opinión, considero que se trata de un error no denunciar inmediatamente la insuficiencia de los cursos, o la falta de valor de los manuales. No hay que olvidar que el franquiciado esta pagando para que le trasmitan un saber hacer y es a través de estos instrumentos, sobre los que se articula esta cesión de conocimientos.

Visto el tema desde una perspectiva jurídica, los anteriores incumplimientos llevados a cabo por el franquiciador, privan al franquiciado de beneficiarse de la ventaja que esta modalidad de desarrollo empresarial le otorga. Pero es que ademas por tratarse de obligaciones esenciales, podrían dar lugar a la resolución de los contratos, incluso a instar la nulidad de los mismos. El contrato de franquicia queda vacío de contenido cuando el franquiciador no trasmite convenientemente su know how. No podemos por ello desdeñar la importancia que tiene la formación que se ha de recibir, ni el contenido de los manuales de franquicia, instrumentos imprescindibles para la explotación del negocio franquiciado.