Opinión

La importancia de la mujer emprendedora en España

El perfil de la mujer emprendedora en España se ajusta a la imagen de líder que considero esencial en la actualidad, y que denomino liderazgo transformaciona.
La importancia de la mujer emprendedora en España

El perfil de la mujer emprendedora en España se ajusta a la imagen de líder que considero esencial en la actualidad, y que denomino liderazgo transformacional, en el que se ejerce un tipo de liderazgo consciente, que aboga por reforzar la comunicación y las relaciones interpersonales de las organizaciones.

Creo que es fundamental, y necesario, que las mujeres emprendedoras tengamos un propósito claro, y sepamos cómo transmitirlo al mundo. Tenemos una especial capacidad para analizar las situaciones en las que nos encontramos, para adaptarnos al cambio y a su velocidad. Soy mujer y emprendedora, y la importancia en la sociedad actual, no creo que se centre en el género de la persona, sino en la capacidad para gestionar la incertidumbre, para aprender, para empatizar, para ser líderes del cambio..., algo que la mujer lleva siglos demostrando que sabe hacer, para lograr cambiar su posición en el mundo.

Todo lo que hemos vivido en los últimos años, nos ha sobrevenido, sorprendido, y nos ha demostrado que tenemos que adaptarnos, de forma inesperada e inmediata a los cambios drásticos e imprevistos. Y también, que tenemos esa capacidad de adaptación, que quizás desconocíamos. Una situación como la vivida, ha podido poner de manifiesto nuestras debilidades, pero también ha sacado a luz nuestras fortalezas. Nos ha brindado la oportunidad de conocernos mejor, en mayor profundidad, descubriendo quiénes somos, en realidad.

Y este aspecto, es algo que también considero muy importante para la persona emprendedora, principalmente si quiere ser una buena líder. Y en mi opinión, la mujer emprendedora en España lo tiene muy en cuenta. Se preocupa por conocer sus valores, sus principios y su misión. Persigue conocerse mejor, se respeta y es fiel a su propósito.

Cuando alguien ha vivido en cautiverio, valora mucho más la libertad. Durante muchos años, la mujer ha vivido siendo esclava de su condición, y quizás por ese motivo, es capaz de entender, valorar y luchar más por la libertad. Una libertad que se consigue siendo coherente, con quién eres y con lo que quieres conseguir. Creo que cuanto más claro tienes tu propósito en la vida, más libre eres.

Como empresaria, analista, conferenciante y mentora, siempre me centro en el liderazgo humanista - consciente y en defender el valor más importante que tienen las compañías, que son:  las personas. Considero fundamental que se fortalezcan los vínculos emocionales, ir al «corazón» de las organizaciones, humanizar las relaciones, reforzar la implicación entre todos los colaboradores...

Creo que la mujer emprendedora, en la actualidad (y ya no solo la mujer, sino cualquier persona que quiera ejercer un buen liderazgo, un liderazgo positivo, transformacional), marca una diferencia respecto al pasado, que radica precisamente, en la capacidad para destacar todos estos aspectos que he mencionado. Trabajando sobre aquellas áreas que permitan conseguir un equipo motivado, reconocido, que sienta que forma parte de un propósito en común.

También considero muy importante perderle miedo al miedo, y no solo a nivel personal, sino también profesional. El miedo puede ser el obstáculo más difícil de franquear en el mundo del emprendimiento:  miedo a cometer un error, a tomar una decisión equivocada, a arriesgar, a fracasar...

Como comparto en mi libro Gladiador o esclavo. Tú decides, a lo largo de vida me he enfrentado a situaciones que me han provocado mucho miedo, tanto en el área personal como laboral. Y si me hubiera dejado vencer por ese miedo, no habría llegado a tomar decisiones que sabía que conllevaban un importante riesgo.

El riesgo es una clave más en la ecuación, y la mujer emprendedora lo sabe, lo asume y toma consciencia de ello, de que se puede equivocar, de que podrá recibir críticas, de que tendrá que asumir sus errores y afrontar las consecuencias, pero eso, no va a impedir que demuestre todo lo que puede ofrecer al mundo, porque tiene claro cuál es su propósito.

Para mí, la clave es saber liderar a personas. Defender la humanización en la gestión, es algo muy importante en la figura de la mujer emprendedora. Y es una faceta que, además, también permite facilitar la adaptación al continuo cambio en el que nos encontramos.              

Todo ello es lo que pretendo potenciar con mi labor, acompañando a las organizaciones y las personas en la gestión del cambio, en su adaptación y promoción del mismo.  En este sentido, y basado en mi experiencia personal y profesional, he creado una metodología propia, que ofrezco como herramienta para acompañar a los líderes en esta gestión del cambio vertiginoso en el que nos vemos inmersos.

Lo he llamado Método EINCOA:

  • Escucha: cuáles son las necesidades, dolores y problemas a abordar.
  • Indaga: para visualizar lo que vive y muere dentro de la organización.
  • Comunica: fomenta el diálogo, el intercambio, el buen flujo de la comunicación.
  • Actívate: toma acción, deja la crítica y la queja.

Es el momento de marcar la diferencia  , y creo que la mujer emprendedora en España es un buen ejemplo de cómo tiene que ser un buen líder en la actualidad. Un líder facilitador del cambio, que genera confianza, que fomenta la comunicación y que sabe aflorar lo mejor de sus colaboradores.