Opinión

Los efectos del Covid-19 en el sector textil español

Cuando llegó el virus, tuvimos que cerrar nuestras tiendas llenas de ropa, completamente preparadas para la temporada primavera-verano. Ésto supone que ahora tengamos que hacer frente a los pagos de una ropa que no vamos a vender. 
Los efectos del Covid-19 en el sector textil español

Somos muchos los que llevamos tiempo hablando sobre la necesidad de reformar el sector textil. En los últimos años el ritmo de producción se había disparado enormemente. La alta demanda de los consumidores así como los bruscos cambios de temperatura obligaban a las tiendas a cambiar muy rápido las colecciones. La llamada fast fashion es la mayor beneficiada de este modelo de producción, ya que sus costes de producción son muy bajos. Ropa a muy buen precio y que por calidad hay que cambiar cada muy poco tiempo. Así, el consumidor podía cambiar su armario en función de las tendencias y sin desembolsar mucho dinero.

Al inicio de esta pandemia, cuando únicamente se dejaba notar en China, en el sector textil comenzamos a detectar uno de los actuales problemas de la industria. La concentración de la producción en el país asiático. El cierre de las fábricas en China tuvo importantes efectos, no solo por ser el principal productor de ropa, sino porque también son los principales proveedores de materias primas. Muchos se plantearon cambiar la producción a Europa o a otros países como Turquía o Marruecos.

Sin embargo, cuando todavía no sabíamos la situación que nos iba a tocar vivir, muchos ya se planteaban si podrían hacer frente a la demanda con la misma rapidez y a los mismos costes.

Tan solo unas semanas después a este debate, el virus llegó con fuerza a nuestro país y tuvimos que cerrar con nuestras tiendas llenas de ropa, completamente preparadas para la temporada primavera-verano. Esto supone que ahora tenemos que hacer frente a los pagos de una ropa que no vamos a vender. Con ello, podemos dar por perdida esta temporada y tenemos que hacer frente a la incertidumbre de saber cómo adaptar nuestros negocios a las nuevas circunstancias.

Así pues, esta crisis sanitaria ha obligado a la moda a parar y replantearnos, por completo, el actual sistema de una industria que en los últimos años se ha consolidado como la segunda más contaminante. Tenemos la oportunidad de cambiar el modelo de producción e impulsar la fabricación textil en nuestro país, que durante estos meses ha mostrado su lado más solidario.

Muchas empresas, ante el parón del sector, decidieron fabricar de manera totalmente altruista mascarillas y prendas de protección para el personal sanitario. Ahora, es el sector textil el que necesita el apoyo. Y este impulso debe venir, en primer lugar, desde el próximo sector con firmas que apuesten por fabricantes y proveedores españoles.