Los negocios de estos espacios están preocupados porque se puedan agotar sus profesiones

Los mercados de Madrid han propuesto un plan al Ayuntamiento para dar continuidad a los oficios

Las galerías de mercados municipales de Madrid, alrededor de 2.300, advierten de la falta de continuidad en las profesiones de estos comerciantes. Proponen al Ayuntamiento una escuela para garantizar el relevo en sus negocios.

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En la actualidad hay 45 mercados municipales y otros 11 en diferentes localidades de la región.
Los mercados de Madrid han propuesto un plan al Ayuntamiento para dar continuidad a los oficios

Los mercados tradicionales de Madrid han propuesto al Ayuntamiento la creación de una escuela que albergue la enseñanza de la especialización de estos oficios para garantizar el relevo en sus negocios, regentados mayormente por trabajadores autónomos. Es un proyecto que puede servir para formar y atraer a nuevos profesionales a estos históricos espacios.

En la actualidad hay 45 mercados municipales en la ciudad de Madrid y otros 11, también de la correspondiente propiedad consistorial, en diferentes localidades de la región. Cada día trabajan en ellos 2.300 autónomos que, junto a sus empleados, suman casi 7.000 familias vinculadas a la venta directa desde los puestos de los mercados de la Comunidad de Madrid.

Siguen siendo el punto de confluencia del barrio y alrededor del cual se establecen otros comercios y siguen ofreciendo esa gran variedad y calidad que el consumidor demanda, sobre todo en épocas navideñas como la que acaba de finalizar. Y resultan muy competitivos, porque el formato alberga varias carnicerías, varias pescaderías, varias fruterías, etc. en un mismo centro.

Además, en cuanto a la oferta, “hay establecimientos que tienen 80 o 100 productos de pescadería distintos, aseguró Javier Ollero, presidente de la Federación de Comercio Agrupado y Mercados de Madrid (COCAM), añadiendo que "en los mercados tenemos unos profesionales que no sé si el consumidor llega a valorarlos, necesitamos que la sociedad valore los mercados y hasta que nos conozca más”.

Los mercados municipales, aunque son propiedad del ayuntamiento de Madrid, se rigen por concesión administrativa, y dicha concesión puede darse a la asociación de comerciantes o bien a empresas privadas que se presentan a la licitación. Todo ellos invierten en mejoras y modernización del centro comercial con la supervisión del consistorio. Según datos que facilita el Ayuntamiento de Madrid en su página web, actualmente sólo hay 24 locales comerciales disponibles en la red de mercados municipales.

La creación de escuelas de comercio evitaría la desaparición de profesionales, según COCAM

Según expresó Ollero, vienen reclamando ante las administraciones la creación de una Escuela de Comercios o de Mercados, una escuela de estos oficios. “Ahora mismo es muy necesario y es algo que no se puede estudiar como materia, porque no hay oferta académica para ello. Tanto el sector de la pescadería como de la carne organizan algún curso, pero eso requiere una inversión importante; la Administración tendría que apostar por la formación”, continuó.

Con ello se conseguiría contar con nuevos profesionales de categoría, que se fueran incorporando, como acontece en otros países. Y no se plantean un curso de un mes o dos meses, sino una formación completa en gestión y administración, saber qué es una pyme, una sociedad limitada o anónima, conocer los impuestos, la normativa, la trazabilidad, detalló el presidente de la federación que representa a todos los mercados de Madrid. “Es un proyecto que creemos necesario y, además, tenemos la seguridad de que existiría demanda. Por parte del Ayuntamiento, de momento, lo están estudiando”, aseveró Ollero.

“Nos hemos pasado años diciendo a nuestros hijos: ‘no seas carnicero como yo, estudia para ser abogado, médico, etc.’, y ahí se ha producido una pequeña ruptura. Hay casos en los que sí ha habido continuidad familiar, pero en otros muchos no le hemos sabido transmitir lo positivo de la profesión y la realidad es que ser un buen profesional de la carne, el pescado, etc. tiene mucha categoría. Si no se piensa en ello, se agotarán estas profesiones”, dijo con cierto pesar Javier Ollero.

Y añadió que, en realidad, ya están asistiendo a ese problema, “porque los profesionales de los puestos de los mercados se tienen que nutrir del boca a boca para poder encontrar empleados. Y en Madrid echamos en falta más presencia de la mujer”.

Pero también mantiene la opinión de que el momento es óptimo para crecer, porque, además, ahora mismo hay conciencia de lo ecológico, de lo natural, de la cercanía y también hay conciencia en cuanto a mejorar la alimentación y evitar el desperdicio alimentario. Cuando se compra en el mercado, se adquiere lo que uno cree que va a consumir, un poquito de esto, algo más de lo otro; y esto es muy importante. “Es el momento óptimo para que el consumidor se dé cuenta de que tiene a su alcance una riqueza extraordinaria”, finalizó.

La desaparición de los mercados de Madrid podría terminar con cientos de negocios históricos

La historia de los mercados de Madrid tiene sus orígenes a finales del siglo XIX. Tras la Guerra Civil se creó la Comisión Especial de Mercados, que estudió el tipo ideal de mercado, pronunciándose por el del barrio. Después del boom de las décadas de los años 50, 60 y 70, los autónomos que trabajan a diario en los puestos se están encontrando con un problema de continuidad en estos oficios. Para dar solución a los venideros relevos generacionales han propuesto al Ayuntamiento de Madrid la creación de una escuela para aprender estos profesiones tan especializadas.

Para hablar de la construcción de los primeros mercados madrileños hay que remontarse a 1870, cuando la capital se vio influenciada por la moda de los grandes halles de París. En 1930, el Ayuntamiento de Madrid acometió el estudio y construcción de los grandes mercados centrales de productos específicos, como el que existía ya en esa fecha para Carnes en el nuevo Matadero Municipal. Posteriormente se edificaron los llamados de Frutas y Verduras y el de Pescados.

Tras la Guerra Civil se creó la Comisión Especial de Mercados, que entendió que era necesario redactar un plan general y encomendó a los técnicos municipales el estudio del tipo ideal de mercado, tanto por comodidad del consumidor como para que cumpliese con el abastecimiento en el vecindario y con las mejores condiciones económicas. Ante esto, la Comisión se pronunció en favor de un mercado de barrio.

“Entre los años 50 y 70, con una especie de boom de los mercados, galerías y mercados llegaron a sumar más de 300, pero a partir de esa última década no se volvió a construir ningún mercado en Madrid. La llegada de los supermercados y, más tarde, de los hipermercados lo frenaron todo”, concluyó a este diario Javier Ollero, presidente de la Federación de Mercados y Galerías de la Comunidad de Madrid (COCAM).