Según los expertos, la desaceleración económica y la inflación están impulsando la morosidad

Crece un 11% el número de facturas que no logran cobrar los autónomos y pequeños negocios

Las facturas que no han logrado cobrar los autónomos y pequeños negocios aumentaron un 11% en el primer trimestre de 2022, según un informe de la plataforma Trinio. Esto podría deberse a la falta de liquidez que sufren las empresas por la inflación o el endeudamiento.

Facturas, sello
Las facturas que no logran cobrar los autónomos y pequeños negocios han aumentado un 11% este año
Crece un 11% el número de facturas que no logran cobrar los autónomos y pequeños negocios

La desaceleración económica y la inflación están provocando que los pequeños negocios cobren más tarde sus facturas, ya que sus clientes, muchos de ellos empresas, cuentan cada vez con menos liquidez para pagar a sus proveedores. Según el último informe “Salud financiera de la pyme española en el primer trimestre de 2022” de la plataforma de servicios financieros Trinio, las pymes vieron aumentar entre enero y marzo de este año un 11% las facturas sin cobrar.

Aunque es probable que parte de estas facturas sin pagar se deban sólo a retrasos y, más adelante, los clientes terminen abonando la deuda, desde la plataforma advirtieron de que la falta de liquidez entre las empresas que son clientes de estos pequeños negocios está incrementando la ratio de mora que afecta, principalmente, a los negocios más pequeños.  Según explican desde Trinio, el aumento de la morosidad en los primeros meses del año se podría deber al "vencimiento de los créditos ICO, sumados a un contexto de menor consumo por la subida de los tipos y la inflación a doble dígito". Todos estos factores estarían ahogando a las empresas y dejándoles sin liquidez para pagar a los autónomos y pequeñas empresas que les surten.

En el mismo sentido, tanto el presidente de la Confederación Española de la Pequeña y la Mediana Empresa (Cepyme), como el presidente de ATA, Lorenzo Amor, ya se refirieron durante el curso de verano que organiza ATA a los problemas que podría traer el actual contexto económico a los pequeños negocios. Según el presidente de CEPYME, ahora mismo hay “dos piedras en el zapato" para la recuperación de los autónomos y las pymes. 

La primera es el "sobre-endeudamiento de muchas de ellas". Si bien las medidas del Gobierno, como los avales del ICO durante la pandemia, ayudaron a los negocios a salir adelante, ahora, la crisis está haciendo que muchas empresas no tengan capacidad para hacer frente a la devolución de los préstamos. La segunda de ellas es la morosidad. Los dilatados plazos de pago que tienen que soportar los autónomos para cobrar una factura hace que muchos de ellos tengan incluso que cerrar.

En 2021 la deuda sin cobrar de los pequeños negocios alcanzó los 280.000 millones de euros, según CEPYME

Según el  último barómetro de Cepyme, las facturas sin cobrar por parte de los pequeños negocios se han incrementado un 17% interanual hasta alcanzar la friolera de los 280.000 millones de euros . “La desaceleración de la recuperación junto a las secuelas que dejó en las empresas la crisis de la pandemia llevan a un aumento de la morosidad intraempresarial. La cantidad total de deuda entre empresas con morosidad continúa incrementándose de forma preocupante”, explicaron desde la patronal.

Además, según CEPYME, la demora en el pago de facturas incide especialmente en las empresas de menor tamaño, "que sufren más la morosidad al ser proveedores, en muchas ocasiones, de otras compañías con mayor tamaño"

De acuerdo con el Barómetro de la confederación, una de cada cinco empresas ha experimentado un aumento de la morosidad en los últimos doce meses. Un 2% de los negocios con clientes en mora prevé cerrar por este motivo y un 5% cree que entrará en situación de insolvencia. Estos retrasos en el pago causarán también reducciones de estructura (para el 4% de las empresas), necesidades adicionales de financiación (10%), pérdida de cartera de clientes (12%), incremento de los costes financieros (18%) o reducción de los márgenes (30%).

Por sectores, la construcción y la promoción, así como el textil, son los que más se retrasaron en el pago (97,7 días en el primer caso y 89,5 en el segundo), mientras que la distribución alimentaria (68,3 días) y el químico (77,4 días) son las actividades con menores retrasos en sus pagos.