El 60% de los negocios españoles sufre morosidad

Un estudio cifra en más de 170.000 los autónomos y pymes que están en riesgo de cierre por los impagos

Según un estudio elaborado por Crédito y Caución e Iberinform, este otoño un 60% de los negocios españoles se han visto afectados por la morosidad y un 12% corren el riesgo de cerrar en los próximos meses a causa de las facturas impagadas.
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Un estudio cifra en más de 170.000 los autónomos y pymes que están en riesgo de cierre por los impagos
Un estudio cifra en más de 170.000 los autónomos y pymes que están en riesgo de cierre por los impagos

Cada vez más negocios españoles corren el riesgo de cerrar a causa de la morosidad de sus clientes. Distintos expertos, incluido el propio Gobierno, ya venían advirtiendo que este otoño se presentaría con muchas dificultades para miles de autónomos. La subida de costes y la inflación están impidiendo a miles de actividades hacer frente a sus obligaciones, lo que ha provocado un aumento de los impagos en estos últimos meses.

El último Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España, que impulsan Crédito y Caución e Iberinform ha puesto de manifiesto que la morosidad que sufren los negocios, especialmente los más pequeños, ha aumentado un 6% este otoño respecto al anterior. Según este informe, en estos últimos meses, un 60% de los negocios españoles ha sufrido el impacto negativo de la morosidad en su cuenta de resultados. Y una buena parte de todas estas empresas que se han visto afectadas por los retrasos en el pago de las facturas ven amenazada la continuidad de su actividad por este mismo motivo.

Una de las conclusiones más relevantes del estudio elaborado por Iberinform es que un 12% de los negocios encuestados afirman que corren el riesgo de cerrar por el impacto de las facturas impagadas, un 3% más que el año pasado- Esto supone cerca de 171.000 autónomos y pequeños empresarios que podrían acabar cerrando su actividad en estos meses a causa de la morosidad.

Casi la mitad de los negocios españoles pierden dinero a causa de la morosidad de sus clientes

El Estudio de Gestión del Riesgo de Crédito en España señala además que casi la mitad de los negocios españoles, un 48%, afronta pérdidas de ingresos significativas a causa de la morosidad, tres puntos más que hace un año. Como se puede observar a continuación en la gráfica elaborada por la entidad de crédito el empeoramiento de los efectos de la morosidad alcanza niveles superiores en aquellos aspectos de la actividad empresarial afectados por el encarecimiento de los tipos de interés: el 29% del tejido empresarial registra un incremento de sus costes financieros (ocho puntos más que en 2021), el 18% tiene que frenar su expansión comercial (cinco puntos más) y el 15% se ve obligado a limitar sus nuevas inversiones (cuatro puntos más).

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Fuente: Iberinform

Según explica la entidad de crédito en su informe, "el incumplimiento de los pagos acordados genera importantes tensiones de liquidez en una situación como la actual y es especialmente desestabilizadora en la operativa de las empresas de menor tamaño. Si se llega al impago de una venta a crédito comercial, la pérdida equivale a los costes de producción del producto". 

El impacto de un impago se acentúa cuanto menor sea el margen de beneficios del negocio, pues es mucho mayor el número de ventas con clientes solventes que necesitará esta actividad para compensar la pérdida. Por ejemplo, "si una sociedad con un margen comercial del 10% sufre un impago de 10.000 euros, deberá generar un nuevo negocio por 100.000 euros para compensar el impacto de los 9.000 en costes de producción", explicaron desde Iberinform.  

Los autónomos cobran sus facturas con un retraso medio de más de 80 días 

Además, la morosidad afecta en mayor medida cuanto menor es el tamaño del negocio que la sufre. Según el último observatorio de la morosidad realizado por la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), en el primer trimestre de 2022, la deuda comercial con retraso de pago alcanzó un volumen de 348.992 millones de euros, lo que supuso un 42% más que en el mismo periodo del año anterior. En cuanto al periodo medio de pago a proveedores, en el primer trimestre del año se alcanzó los 83,9 días de media.

Según los datos recogidos por el Observatorio de CEPYME, los pequeños negocios fueron los más elevaron sus periodos medios de pago, alcanzando los 87,6 días. Esta cifra convierte a las microempresas en las que más tardan en abonar sus facturas actualmente. Las pequeñas empresas han incrementado ligeramente su periodo medio de pago, pasando de 82,9 a 83,5 días. Por su parte, han sido las medianas empresas las que han reducido su tiempo medio de pago, pasando de 84,7 días a 84,1 días. 

Estos datos demuestran que el tiempo que se tarda en pagar las facturas es cada vez mayor, lo que supone una importante traba para muchos autónomos, ya que tardan en pagar pero también en cobrar,  lo que puede convertirse en un peligro para la supervivencia de sus negocios. Además, las cifras certifican que no se están cumpliendo los plazos máximos que recoge la Ley de Morosidad, que son de 60 días para operaciones entre empresas.

Nuevas medidas para reducir la morosidad que sufren los autónomos y pequeños negocios

Con el fin de reducir la morosidad entre los negocios de cualquier tamaño, la única medida que el Gobierno ha aprobado son las que vienen reflejadas en la Ley Crea y Crece. Una de las novedades que trae esta nueva normativa es que prohibirá a cualquier empresa acceder a una ayuda o contrato público si tiene deudas pendientes, no sólo con Hacienda o Seguridad Social como hasta ahora, sino también con un proveedor.

Hasta la fecha, una de las condiciones presentes en cualquier convocatoria de subvenciones o licitación pública era estar al corriente de pago con la Administración. Sin embargo, una empresa podía estar al día con sus cotizaciones e impuestos pero tener deudas con sus proveedores, la mayoría de ellos autónomos, y acceder sin ningún problema a cualquier subvención estatal, autonómica o local. La Ley Crea y Crece pondría fin a este agravio comparativo y situaría las deudas que afectan a los autónomos y pequeños negocios al mismo nivel que las de Hacienda o Seguridad Social.

Desde el momento en el que entren en vigor estas medidas -previsiblemente a principios de 2023- ninguna empresa, sea del tamaño que sea, podrá cobrar una subvención pública ni acceder a un concurso o licitación si tarda en pagar por encima del plazo que permite la ley. Esta normativa, la Ley 3/2004, de 29 de diciembre, por la que se establecen medidas de lucha contra la morosidad, fija un máximo de 60 días para abonar las facturas en el sector privado.

La otra medida contra la morosidad incluida en la Ley Crea y Crece es que todas las sociedades mercantiles que coticen en el mercado bursátil, así como las no cotizadas que no presenten cuentas anuales abreviadas, deberán informar, además del período medio de pago a proveedores al que ya venían obligadas, del volumen monetario y del número de facturas pagadas en un período inferior al máximo establecido en la normativa de morosidad (60 días naturales). Además deberán comunicar los porcentajes que estos impagos representan sobre el total monetario de pagos a proveedores y número total de facturas, respectivamente. 

Esta información deberá publicarse tanto en la memoria de las cuentas anuales como en la página web, en el caso de que la empresa disponga de ella.