La cantidad duplica a la del año anterior

La financiación de negocios a través de microparticipaciones de particulares recaudó más de 69 millones en 2018

La financiación a través de microparticipaciones (crowdfunding, crowlending…) alcanzó en 2018 los 159,69 millones de euros. La mayor parte se movieron a través de una plataforma tecnológica financiera (fintech), a los que cada vez recurren más autónomos y emprendedores y cuya recaudación creció un 43%. Además, habrían permitido crear hasta 17.000 puestos de trabajo.

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La financiación de negocios a través de microparticipaciones de particulares recaudó más de 69 millones en 2018

A día de hoy si hay un hecho constatable es que los hábitos de los consumidores han cambiado. También a la hora de solicitar financiación. Bien sea por el endurecimiento de las condiciones de los préstamos bancarios de los últimos años bien por la disrupción tecnologíca que vive el sector financiero o bien por el efecto de ambas, lo cierto es que la financiación participativa gana cada vez más adeptos, tanto entre los particulares como entre los autónomos y los emprendedores, que recurren a estas fórmulas para arrancar o hacer crecer su negocio. Al menos eso se deduce a la vista de los datos.

El pasado año la financiación participativa (crowdfunding, crowlending…) creció un 62,12%, hasta alcanzar los 159,69 millones de euros. Cantidad que fue a parar en su mayor parte a las plataformas de préstamos. Según el informe La Financiación Participativa en España 2018 elaborado por Universo Crowdfunding, su recaudación fue de 69,18 millones de euros, liderando así el ranking por tipologías. Esta cantidad fue casi el doble que la de 2017, cuando la recaudación fue de 35,92 millones de euros.

Las plataformas de inversión inmobiliaria no están siendo ajenas a la recuperación del sector. Es más, ocuparon la segunda posición en términos de recaudación con un volumen de 39,02 millones de euros y un crecimiento interanual del 68,56%. Le siguen inversión general (25,64 millones de euros), recompensas (16,58 millones) y donación (9,26 millones).

A pesar del éxito de estas fórmulas de financiación desde Universo Crowdfundind apuntan que España está todavía muy por debajo de los niveles que alcanza la financiación participativa en los países anglosajones -Reino Unido recauda más que lo que recaudan el resto de países europeos-. Además, “la recaudación total del sector es aún insuficiente para garantizar la sostenibilidad de muchas plataformas”.

Obtener financiación para emprender o ampliar un negocio (sea por la vía tradicional o por la alternativa) se traslada a la creación de empleo. Tal y como detalla en informe, el crowdfunding permitió la creación de entre 3.000 y 17.000 puestos de trabajo en España durante 2018. Una horquilla muy amplia que se justifica por el ratio empleo/inversión. Mientras que en algunos proyectos el umbral es de 50.000 euros de inversión por empleo creado, en otros es de apenas nueve mil. “En una campaña de crowdfunding no es lo mismo financiar un libro o un disco que la creación de un bar de tapas demanda cientos de miles de euros y creará cinco puestos de trabajo. Por eso los umbrales son distintos y la cantidad de empleo creado tan dispar”, ejemplifica el estudio.

Clientecentrismo, innovación y agilidad

Emprender en el sector de la tecnología financiera o fintech no es sinónimo de éxito. Prueba de ello es la alta rotación de las plataformas de préstamos participativos. Mientras que 2017 se crearon 13 nuevas y se cerraron 10, lo que dejó un saldo positivo de tres, el pasado año se abrieron nueve y se cerraron 10, con un resultado negativo de -1, tal y como  recoge en el informe de Universo Crowdfunding.

Del lado de las empresas tecnológicas financieras los analistas de FinReach, plataforma financiera de soluciones y servicios digitales para la banca, destacan que hay que “generar valor para poder competir en un sector en pleno crecimiento”. Lo cual pasa por “elevar la experiencia del cliente”. Conforme a sus estudios el 76% de las fintech atribuyen parte de su éxito al “desarrollo de nuevos productos y a la mejora que hacen de servicios financieros ya existentes” con el objetivo de “mejorar la experiencia de los clientes”.

Así, las cinco aportaciones que realizan las fintech de éxito frente a otros proyectos e incluso la banca tradicional serían:

  1. Clientecentrismo, es decir, cuentan con un enfoque de las finanzas centrado en el usuario. Los clientes entran cada vez menos por la puerta de una sucursal bancaria, siendo también mucho más difíciles de fidelizar. Además, consultan, contratan y utilizan los servicios que ofrecen las compañías a través de internet por diferentes compañías. “Las fintech se han consolidado como un actor a tener en cuenta en la industria gracias a la creación en tiempo récord de nuevas aplicaciones y funcionalidades, junto con procesos fáciles, transparentes y adaptados a las demandas de los usuarios”, aclaran desde FinReach.  
  2. Innovación tecnológica. La analítica de datos, inteligencia artificial, el blockchain y las plataformas digitales que emplean las fintech hacen que sea más fácil que nunca contratar productos y servicios financieros personalizados desde cualquier dispositivo las 24 horas del día los siete días de la semana.
  3. La seguridad como parte integral de la solución. Los productos y servicios creados por las empresas tecnológicas financieras disponen de los más altos estándares de seguridad, y cumplen con toda la normativa vigente en el sector.
  4. Agilidad. Frente a entidades financieras tradicionales, disponen de una metodología más ágil lo que mejora la capacidad de respuesta a posibles cambios en las expectativas de los usuarios. Esto permite además que tanto las propias fintech como sus empresas colaboradoras experimenten, fallen y también acierten rápidamente, con lo que esto conlleva en ahorro de tiempo y dinero a largo plazo.  
  5. Mayor predisposición a construir un ecosistema de alianzas. La banca necesita de la agilidad y capacidad tecnológica de las fintech. Pero éstas saben también, de que  todavía deben ganarse la total confianza del cliente, y otorgar más viabilidad a sus modelos de negocio. “Contar con un ecosistema abierto que concentre la oferta y la demanda del desarrollo de aplicaciones y servicios digitales se ha convertido en una estrategia win-win para cualquier agente bancario”, concluyen.