También sus ventas han caído por el Estado de Alarma

Indignación entre los farmacéuticos por la desprotección en la pandemia

El Estado de Alarma ha obligado a muchos autónomos a cerrar sus negocios. Sin embargo otros, como los farmacéuticos, tienen que permanecer abiertos. Este sector se siente desprotegido. Se quejan de trabajar sin las suficientes medidas de seguridad, de que también han caído sus ingresos y de los robos.

Imagen de la farmacia de la calle Don Jaime de Zaragoza.
Indignación entre los farmacéuticos por la desprotección en la pandemia

El Estado de Alarma ha obligado a muchos autónomos a cerrar y permanecer en sus casas. A otros, sin embargo, a estar en primera línea de frente. Es el caso de los farmaceuticos. Se trata de un colectivo que se siente completamente desprotegidos a nivel económico y sanitario por parte del Gobierno. Contra lo que muchos puedan pensar, aseguran que durante estos últimos días han caído sus ingresos por el desabastecimiento que padecen.   

El presidente del COFM  -Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid –, Luis González, hizo un “llamamiento a las administraciones y a las autoridades sanitarias para que no se olviden de los farmacéuticos de oficina de farmacia, ya que se trata del sanitario al que el enfermo acude en primer lugar, y distribuyan con urgencia material de protección, como mascarillas, guantes o gafas”.

La indignación del sector en estas últimas semanas se ha intensificado con una de las últimas apariciones públicas del director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias, Fernando Simón, que descartó reforzar la protección a las oficinas de farmacia: “entendemos que al igual que un bombero debe apagar un fuego, hay colectivos que asumen los riesgos propios de su profesión”. Según el representante ministerial,“si se mantienen las medidas de protección, el riesgo de transmisión del virus -en este sector- debe ser mínimo”.

El sector farmacéutico se siente desprotegido

Sin embargo, “nosotros, también ponemos en riesgo nuestra salud”, afirmó  Luis de Palacio, presidente de FEFE– Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles-. “Lo que queremos es colaborar, y si se contagian los titulares o sus equipos, la farmacia tendrá que cerrar. El problema aún es mayor en la España 'vaciada', donde las farmacias son, muchas veces, el único centro sanitario disponible". 

En la misma línea, el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona, Jordi de Dalmases explicó que "podemos entender que se prioricen recursos, pero nunca podremos entender que un responsable del Ministerio de Sanidad nos diga que no merecemos protección y que el riesgo es inherente a nuestra profesión". 

El Consejo General de Colegios Farmacéuticos también manifestó “la profunda indignación de todos los farmacéuticos españoles y del conjunto de la Organización Farmacéutica Colegial por considerar a los 71.000 farmacéuticos que trabajan en las 22.071 farmacias comunitarias como profesionales sanitarios no incluidos en los grupos de riesgo".

Si bien los profesionales son “conscientes de la evidente carencia de material que se está sufriendo en todos los centros sanitarios asistenciales de la sanidad española", y muestran su "más firme apoyo a las reivindicaciones que se están haciendo desde todas las Organizaciones Colegiales sanitarias con el fin de garantizar la protección de todos los profesionales sanitarios", recuerdan que los farmacéuticos también atienden "en primera línea y diariamente a miles de ciudadanos, en muchas ocasiones, enfermos". Por ello, "ya tenemos profesionales contagiados, e incluso se ha procedido ya al cierre de algunas farmacias".

Las farmacias están desabastecidas

Los farmacéuticos se sienten “solos y desprotegidos”. De hecho, la organización impuesta por el Estado de Alarma ha supuesto la requisa de material de la distribución mayorista que, habitualmente, "se repartía de forma muy equitativa y solidaria entre todas las farmacias”, según el presidente del FEFE.  

"El Gobierno bloqueó desde principios de mes la distribución de material de protección sanitaria a las farmacias y, por tanto, a los ciudadanos de a pie, explicó Carmen Plaza, autónoma al frente de una farmacia en el centro de Zaragoza. Para Luis de Palacio,  la consecuencia directa de esta decisión avalada por el Ministerio de Sanidad ha sido que, en las últimas semanas, las farmacias españolas se hayan quedado totalmente desabastecidas de cualquier tipo de material de protección, como mascarillas, guantes o geles hidroalcohólicos.

Además, ambos se quejan de no han recibido ningún protocolo oficial de actuación, ni se les está haciendo pruebas. De esta manera, si un farmacéutico se contagia, se le pone en cuarentena a él y al resto del personal, cerrando así el establecimiento. El problema, tal y como apuntan desde la federación de farmacéuticos, es que  “si el personal de farmacia se pone enfermo hay que cerrar. Y, si eso pasa en muchas farmacias, ¿dónde van a conseguir los pacientes sus medicinas?”, añaden.

Además, algunos pacientes que tienen prescritos algunos medicamentos no pueden hacerse con ellos. De hecho “hay medicamentos que no llegan porque se los está quedado el Gobierno”, explicó la farmacéutica Carmen Plaza. Reconoció, que tanto ella como el resto de profesionales de su sector, "nos estamos buscando la vida como podemos. Cada uno hace sus apañaos". Sin embargo, la situación no es fácil para ninguno de ellos. A pesar de lo que pueda parecer, la facturación de las farmacias -como los demás sectores- también se ha visto afectada por la crisis sanitaria.

Las ventas de las farmacias caen en picado y aumentan los robos

La facturación de las farmacias ha bajado considerablemente. "Lo notamos todos,  los farmacéuticos también” aseguró  Tal y como dice el presidente de FEFE. Mientras hay menos afluencia de gente, muchos de los artículos demandados no los encuentran en estos establecimientos, debido a la falta de suministros.

Según Carmen plaza, tanto ella como otros farmacéuticos de Zaragoza, consiguen hacer apenas una tercera parte de las ventas con el mismo personal que antes de la crisis sanitaria.

Además, con motivo del confinamiento y la poca afluencia de gente, han solicitado recortar el horario. “Hemos pedido reducir las horas de actividad. La idea sería cerrar a las 20h. en vez de a las 21.30h., pero no nos han dejado. Las calles están vacías, con las farolas apagadas cuando cae la noche, por lo que, muchas farmacias están sufriendo robos a última hora”, explicó la farmacéutica Carmen Plaza.

Por si esto fuera poco, a la bajada de actividad e inseguridad en el sector, se unen las complicaciones para solicitar mecanismos que les liberen de algunos gastos fijos durante el Estado de Alarma. Los farmacéuticos, pese a poder solicitar un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo), lo tienen más complicado porque están obligados a seguir funcionando, pese a la caída de las ventas. “Tengo compañeros que no se pueden acoger al ERTE por causa mayor, pero a penas facturan nada”, afirmó Luis de Palacio, presidente de la Fefe

 Desde la federación de farmacéuticos piden al director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias que se “ponga en nuestro lugar y comprenda que todos tenemos el mismo objetivo: parar la pandemia y recuperar la normalidad lo antes posible”. Pero, para eso, también hay que apoyar a las farmacias y a los autónomos y empleados que están al frente de ellas.