Bares, tiendas de ropa, floristerías o centros de estética

Así lo están viviendo algunos negocios que se han visto obligados a cerrar

El Estado de Alarma y confinamiento para detener los contagios por coronavirus han provocado la paralización de numerosas actividades. Bares, tiendas de ropa, floristerías o centros de estética, son algunos de los negocios que se han visto en la necesidad de bajar la persiana. Así lo están viviendo.

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Así lo están viviendo algunos negocios que se han visto obligados a cerrar

“Las medidas que vamos a adoptar son drásticas y van a tener consecuencias”, admitió el presidente del Gobierno la semana pasada. Poco tiempo después, decretó el Estado de Alarma. El confinamiento de los ciudadanos en sus hogares se ha convertido en la mayor baza del Gobierno y la sociedad para detener los contagios masivos por coronavirus, pero también en la pesadilla de muchos autónomos que se han visto obligados a cerrar por un tiempo indeterminado, teniendo que hacer frente a la carga que supone no tener ingresos y que sigan corriendo los gastos.

Unos cierran por obligación, como es el caso de los bares o los teatros. Otros que no están obligados por el decreto, lo hacen por la bajada de demanda e incluso por responsabilidad social, como algunas tiendas de informática o peluqerías. Es el cass de Renato Nuez, autónomo y dueño de una peluquería que decidió bajar la persiana y quedarse sin ingresos para frenar el impacto del virus. "Podemos realizar nuestra actividad, pero preferimos cerrar por evitar contagios", explicó el peluquero.

No es el único. Son miles de autónomos que, bien por que se han quedado sin clientes o distribuidores, o bien para ayudar a erradicar la epidemia, han decidido cerrar y quedarse en sus casas . Pero, ¿y ahora qué? Los teléfonos de las gestoría, de los abogados laboralistas y de alguna asociación de autónomos no paran de sonar.  Los dueños de los pequeños negocios quieren saber informarse de posibles soluciones y conocer las consecuencias de este parón masivo de la actividad. El problema es que España está viviendo un contexto de absoluta excepcionalidad, las leyes están en constante cambio y, a veces, ni si quiera los gestores y abogados saben dar respuestas claras ante esta nueva situación.

Obligados a aplazar el alquiler y pedir un crédito

El  Real decreto definitivo que establece el Estado de Alarma durante quince días, obliga a cerrar locales y establecimientos comerciales que desarrollen su actividad de cara al público, excepto para la distribución de alimentos y artículos de primera necesidad. Desde ese momento quedaron cerrados todo tipo de negocios, como cafeterías y restaurantes. “De la noche a la mañana nos dijeron que teníamos que cerrar”, explicaron desde el bar La Endrina. Para sobrevivir a esta situación, los autónomos de este establecimiento de Madrid intentarán llegar a un acuerdo con el propietario para pagar el alquiler del local. Además, se han visto obligados a paralizar todos los pagos con los proveedores, por que no tienen ingresos con los que pagarles. 

Para hacerlo, solicitarán uno de los créditos del ICO (Instituto de Crédito Oficial) que puso en marcha el Gobierno en su primer plan económico . Se trata de una línea adicional de 400 millones de euros, dirigida especialmente a  los sectores del transporte y la hostelería. “El turismo es el sector al que, potencialmente, más le puede dañar la situación del coronavirus y, en especial, la incertidumbre” señaló el presidente en su comparecencia.

Estos préstamos pueden ser la única solución para que muchos salgan adelante. Desde el bar La Endrina, aseguraron que  esperan recibir uno de estos créditos para poder hacer hacer frente a la situación. “De esta manera podríamos recuperarnos en cuatro meses, más o menos”, comentaron. Eso sí, tienen la esperanza de que cuando todo vuelva a la normalidad se reactive la actividad. “Si la gente tiene miedo y no sale,  tardaremos todavía más en recuperarnos”

El decreto incluye también la prohibición de cortar suministros básicos (agua, luz y gas) a colectivos vulnerables. Además, el Consejo de Ministros ha debatido también si ampliar la moratoria a los alquileres: una de las mayores preocupaciones de los autónomos y emprendedores que, en su mayoría, viven casi al día. El fundador de la agencia de comunicación Masha aseguró que tiene todo parado: “mi casa es mi oficina, pero sin generar ingresos no puedo hacer frente a los gastos. Estamos intentando reinventar la forma de comunicar y esperamos que el trabajo se reactive pronto”, explicó.

Si bien es cierto que una de las medidas propuestas por el Gobierno es la posibilidad de aplazamiento y fraccionamiento de deudas tributarias con la Administración, con un plazo de seis meses y sin intereses, para muchos, no es una opción para salir del bache. Desde la tienda de flores María Aliga explicaron que esta supuesta solución sólo atrasaría el problema. Para estos autónomos que viven al día, aplazar los pagos de tributos podría crear un problema mayor de cara al futuro.

Aunque para otros, la moratoria podría ser la única opción para tener un respiro y sacar adelante el negocio. Es el caso de los estilistas de manicura de Nailtex Studio, que abrieron hace pocos meses y no tienen ahorros como para aguantar los gastos sin generar ingresos. 

La solución para algunos negocios con trabajadores

En cuanto a los negocios con trabajadores a su cargo, algunos se han visto bastante aliviados con una de las últimas medidas del Gobierno para agilizar la tramitación de los Expedientes Temporales de Regulación de Empleo (ERTE). Con ella, se permite a los dueños de un negocio suspender de manera temporal los contratos sin tener que asumir el pago a la Seguridad Social por sus trabajadores. 

Precisamente este expediente ha ayudado al centro Fisiohm a reducir sus gastos. “Nosotros echamos el cierre el jueves y no sabemos cuánto va a durar está situación. Es cierto que teníamos hasta cinco meses ahorrados para cubrir los sueldos, pero si se alarga en el tiempo, no podríamos pagar otras muchas cosas porque como no trabajamos, no ingresamos. Por ello, cuando nuestro gestor nos habló de está solución, nos pareció la mejor opción”, explicaron desde este centro de fisioterapia.

Incluso algunos e-commerce han tenido que cerrar

Si bien el Gobierno lleva casi una semana instando a las empresas a teletrabajar, no todas pueden hacerlo. Ni si quiera algunos e-commerce. Desde el comercio digital de moda Lorenzo Martínez aseguraron tenerlo todo parado. “La página web sigue activa, pero en el taller no hay nadie para poder realizar el trabajo”. Este negocio de moda unisex hace sus pedidos bajo demanda, es decir, cuando se ejecuta un pedido se cose en el taller y se envía. Aunque, según reconocieron, por más que pudieran, tampoco sabrían cómo mandarlo: “De un día para otro, ha cambiado todo. Las pymes y los autónomos vivimos un momento de desinformación total”.

También el caso de la diseñadora Clara Brea que, a pesar de formar parte de un sector en el que, a priori, se puede trabajar a distancia, su método de trabajo no se lo permite. “Estoy parada porque debo atender personalmente a las clientas. Aunque no esté obligada a cerrar por decreto,  “si mis clientes sólo pueden salir al supermercado o a la farmacia, ¿cómo va a venir una novia a que le tome las medidas o ver las telas?”, se preguntó. Por ello, confía en que el Gobierno ponga en marcha cuanto antes medidas como la supresión de  la cuota mientras dure el Estado de Alarma..

Aunque el problema no sólo es el 'durante', sino también el 'después'. Muchos negocios temen no poder hacer frente a todo el volumen de trabajo que se va a acumular, y terminar perdiendo clientes. Es también el caso de esta diseñadora que ha tenido que anular 40 citas para las próximas semanas. “Cuando todo vuelva a la normalidad tendré que trabajar 24/7, y no sé si podré atender a todos los clientes" reconoció.