Las inspecciones de Trabajo vuelven y se centran en negocios que solicitaron ERTE
La Administración vuelve, poco a poco, a funcionar con normalidad y la Inspección de Trabajo ha vuelto a actuar de oficio. Aunque, ahora, las investigaciones se están centrando especialmente en aquellos negocios que se acogieron a un ERTE. Al parecer, quieren comprobar que los datos proporcionados son correctos.
Los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) están en el punto de mira de la Inspección de Trabajo. Desde que el pasado lunes la Administración volvió a funcionar a pleno rendimiento -tras haber trabajado bajo mínimos por la crisis del COVID-19-, las actuaciones de este organismo se reanudaron de nuevo. Y aunque los inspectores actúan de oficio, ahora tienen un objetivo principal: los autónomos y negocios que hayan hecho ERTE durante la crisis.
La nueva regulación de los ERTEs fue una de las primeras medidas adoptadas por el Gobierno para paliar los efectos de la pandemia en el tejido empresarial. Una opción por la que optaron más de 560.000 empresas y que afectó a casi 4 millones de trabajadores, según los últimos datos aportados por el Ministerio de Seguridad Social a principios de mayo. Tanto grandes multinacionales, como pequeños negocios pudieron hacer uso de esta medida, para librarse temporalmente de algunos costes como las nóminas y cotizaciones de sus trabajadores. Ahora, están todos ellos en el radar de la Inspección.
Una situación que, este medio ya informó que se iba a producir, y que acaba de confirmar el Ministerio de Trabajo y Economía Social. Según explicaron, la actividad inspectora no se está centrando en ningún tipo de actividad en concreto, ni está siguiendo una campaña específica: “está actuando de oficio y y cada inspector tiene su tarea” dijeron fuentes del Ministerio.
No obstante, lo que sí están haciendo es “primar la evaluación de los ERTEs, comprobando que se hayan cumplido todas las condiciones”. Se trata, como señalan desde el Ministerio, de una actuación lógica, por cuestiones "estadísticas, ya que los ERTEs son muy numerosos”.
Que los inspectores de Trabajo estén investigando más los negocios con estos expedientes no implica que sus actuaciones se limiten sólo a éstos. Siguen vigilando que los negocios cumplen con el registro horario, con las medidas de riesgos laborales, con el TP1 (higiene humana) o el TP2 (desinfección de superficies y aérea, uso ambienta). Tal y como recordaron desde el Ministerio, “lo que priman ahora son los ERTEs, pero no exclusivamente”.
Inspecciones en toda España y diferentes sectores
El organismo inspector de Trabajo no ha estado completamente inactivo en ningún momento durante la pandemia. No obstante, sí que ha mantenido sus actuaciones al mínimo. Desde que comenzase nuevamente a funcionar, las actividades inspectoras se han producido en diferentes sectores y zonas de España.
“Nuestros asociados nos han avisado de que han sufrido varias inspecciones. De momento, tenemos conocimiento de que se han producido en Castilla y León, en Galicia, en Andalucía y en Valencia” contó Nuria Álvarez, directora de relaciones institucionales de la Federación Española de Empresarios Profesionales de la Automoción (CONEPA). Álvarez aseguró que la Inspección no está investigando sólo su sector, sino que está analizando los negocios que se han acogido al ERTE.
Medida que han solicitado buena parte de los talleres. A pesar de haber tenido permitida la apertura al público para dar servicios mínimos, el sector tuvo que recurrir a los ERTEs ante la acusada caída de la demanda.
Desde CONEPA explicaron que, principalmente, lo que buscan los inspectores de las distintas delegaciones territoriales de la Inspección, es cotejar que los datos proporcionados por la actividad en relación a los Expedientes autorizados y concedidos sea real. Al igual que su tratamiento y cumplimiento durante la desescalada."La Administración pretende comprobar la correcta aplicación de las prestaciones por desempleo concedidas y relacionadas con la crisis del COVID-19”.
Asimismo, Álvarez advirtió de que se están investigando mucho más los ERTEs por causa de fuerza mayor, en comparación con los de causa administrativa, organizativa o técnica. Esto se ha notado en los talleres. Muchos han recibido inspecciones, sencillamente “porque la mayoría solicitó el de por causa de fuerza mayor”.
¿Qué quieren saber los inspectores sobre el ERTE?
Las actuaciones inspectoras que han recibido los talleres asociados a CONEPA siempre han seguido el mismo patrón. Según explicó la directora de relaciones institucionales, “a los inspectores les interesaba comprobar que los datos coincidieran. Por esto, están yendo a los talleres, entrando en las naves y preguntando directamente a los empleados”. Algunas de las preguntas que suelen hacer son:
- Comprobación de datos de las personas: nombre, dni, ctc.
- ¿Ha estado usted en ERTE?
- ¿En qué fechas ha estado usted en ERTE?
- ¿Cuándo ha vuelto?
“Son preguntas que tienen el objetivo final de comprobar que la persona que está en ERTE no está trabajando, y que la persona que está trabajando no está en ERTE” aclaró Álvarez. Quien comentó que, por el momento, todas las inspecciones sobre las que tenían conocimiento que se habían producido entre sus asociados han tenido un resultado favorable. “De momento, no hemos tenido ninguna incidencia” apuntó.
En cuanto al dueño del taller, al autónomo, los inspectores le realizan también una serie de preguntas, similares a las que se le hacen al empleado, para certificar los datos del ERTE. Luego le piden la documentación asociada a la medida. Por eso, desde CONEPA aconsejan “ser rigurosos con la documentación relativa a estas gestiones y muy estrictos en el cumplimiento de las fechas de entrada y salida del ERTE”.
Un pequeño fallo te puede hacer perder el ERTE
La semana pasada, los gestores administrativos, que son quienes se han encargado en su mayoría de cumplimetar estos expedientes, advirtieron de la importancia de proporcionar correctamente toda la información sobre los ERTEs. Según aseguraron, un fallo puede hacer que el autónomo pierda el derecho al ERTE y, además, se vea obligado a pagar todas las cotizaciones sociales de las que había sido exonerado.
En este sentido, José Antonio Marín, vocal del Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Madrid explicó a este diario que no suministrar datos o un error en los datos de un sólo trabajador no afectaría solamente a las ventajas en cotizaciones adquiridas con ese empleado, "sino que podría, incluso, conllevar la pérdida de la exoneración de las cuotas a las Seguridad Social de todos los trabajadores que estén incluidos en el ERTE".
Este gestor considera que el verdadero problema con estos expedientes llegará de aquí a "un año, cuando la Administración ya se haya recompuesto completamente de la crisis y cuente con todos los recursos para llevar a cabo las revisiones que considere oportunas". No hay que olvidar que la Administración tiene hasta cuatro años para revisar el cumplimiento o no de las condiciones de los ERTEs,