Rechazo de las gasolineras a la nueva normativa de recarga del coche eléctrico
El Gobierno obligará a las estaciones de servicio a disponer de puntos de recarga para los coches eléctricos en función de la nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética. La normativa ha generado alarma y rechazo entre los dueños de estos establecimientos ya que, muchos de ellos pequeñas gasolineras, no podrán hacer frente a la inversión que puede llegar a los 100.000 euros. Asimismo, encuentran una serie de fallos a la normativa.
De entre todas las novedades que va a suponer la Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica -que en estos momentos se encuentra en fase de anteproyecto de Ley- hay una que a las estaciones de servicios le trae de cabeza y es la obligatoriedad de instalar puntos de recargas para el coche eléctrico. “Nos parece que no tiene mucho sentido. Nos parece, incluso, que es una intromisión en la libertad de la empresa, que está reconocida por el artículo 38 de la Constitución” ha explicado Víctor García Nebreda, secretario general de la Agrupación Española de Vendedores al por menor de Carburantes y Combustibles (AEVECAR).
Según Nebreda, la normativa les obliga a realizar “unas inversiones muy cuantiosas” cuando ni si quiera saben si van a poder recuperarlas. El coste de instalación ronda los 70.000 y pude llegar hasta 100.000 euros. “Muchas gasolineras ya están instalando zonas de recarga para el coche eléctrico, pero lógicamente lo ponen o porque el empresario así lo quiere, o porque tienen mucha demanda y quieran hacer frente a ella. No por imposición. Pensábamos que estábamos en un sector absolutamente liberalizado y en un mercado libre” afirma el secretario general de AEVECAR.
La normativa afecta principalmente a las estaciones de servicios que vendan más de cinco millones de litros y Nebreda calcula que se verá implicado el 10% del sector, unas 1.200 gasolineras. Éstas se encuentran en los puntos geográficos donde hay más hay más demanda: Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Bilbao… Y en las redes de carreteras nacionales, normalmente autovías.
No obstante, también va a afectar a otras gasolineras provinciales de menor tamaño. Según Víctor Nebreda “el punto tres del artículo 16 explica de forma confusa que no solo se obligará a instalarlos a las que venden más de cinco millones de litros, sino también a otras muchas que no vendan tal cantidad y que están situadas en provincias con menos demanda”. Para ello escogerá las estaciones que “ordenadas de mayor a menor volumen de ventas anuales agregadas de gasolina y gasóleo, conjunta o individualmente, alcancen al menos el 10% de las ventas anuales totales en las citadas áreas geográficas” detalla el borrador de la normativa.
Estas gasolineras tendrán que presentar un proyecto conjunto en 15 meses y dispondrán de un año para llevarlo a cabo. Será la propia Dirección General de Política Energética y Minas quien publique el listado de las estaciones que vendan menos de cinco millones de litros y que tengan que cumplir con la normativa.
Para el secretario general AEVECAR, además de que las inversiones que requieren los puntos de recargan son muy altas, “está el hecho, de que se plantea una potencia de 22 kw en las conexiones y eso es muy poco, porque un vehículo tardaría dos horas en cargar…Habría que hablar de 50kW o 100kw”. Asimismo, Nebreda denuncia el hecho de que en ningún momento el Gobierno se ha puesto en contacto con ellos para conocer su opinión o informarles. Desde AEVECAR ya han tomado medidas para ponerle solución a esta normativa: han pedido una reunión con la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera Rodríguez para explicarles el problema.
¿Cómo lo ve una gasolinera?
Si se lleva la Ley de Cambio Climático y Transición Energética al terreno, los empresarios tienen mucho que decir sobre ella. Es el caso de Miguel M. (quien no quiere dar su apellido por miedo a repercusiones) dueño de una pequeña red de nueve gasolineras, algunas afectadas por la nueva normativa, que expone los fallos que le encuentra:
- Los cambios en el sector tienen que hacerse por tecnología y no por ley. “Nosotros ya estamos viendo que el futuro del turismo es lo eléctrico, pero no va a ser tan rotundo, es decir, será gasolina-híbrido que gasta muy poco”.
- La importancia del vehículo profesional, frente al particular. Los principales demandantes de carburantes son los vehículos profesionales, según explica el empresario: “Mi padre tiene un coche que le hace 8.000 kilómetros al año y hay transportistas que hacen entre 20.000 o 25.000 kilómetros al mes. Entonces serán los profesionales los que más van a valorar las mejoras y eficiencias. Esta es la razón por la que las gasolineras apuestan por el gas natural; porque hasta ahora hay “muy pocos o casi ningún” vehículo profesional eléctrico.
- La cuota de enganche de la factura de la luz. El precio de la electricidad para los gasolineros “está muy distorsionada por la cuota de enganche”, que se paga fijó por tener 20 kw, 50 kw o 100 kw… los use el cliente o no. Instalar una terminal de 350 kW para poder recargar un Testa en 10 minutos me puede suponer 4.000 euros al mes de cuota de enganche. Un pago que el empresario “tiene que hacer a la comercializadora de luz, gaste o no gaste nada. Tirando así por tierra todo lo que pueda sacar de rentabilidad”. Miguel asegura que, "si no tuviese que pagar la cuota de enganche estaría dispuesto a instalar cargadores eléctricos".
- El coste de la recarga no es tan barato. Según Miguel, para cargar un coche eléctrico en casa dispones de tarifas especiales -compañías como Iberdrola las ofrecen- y cuesta unos 3 céntimos el kilovatio y en puntos de recarga costaría entre 30 y 50 céntimos el kilovatio.
- El criterio de la obligatoriedad no es el correcto. A este empresario le parece que el criterio para escoger las gasolineras que se verán obligadas a instalar puntos no es el más acertado. En su red de nueve gasolineras, hay una estación que vende más de 10 millones de litros y estaría obligada a instalar puntos de recarga. Pero resulta que se trata de una gasolinera cuyo cliente principal es el transporte pesado y muy pocas veces el turismo.
- Ver como evoluciona el mercado antes de tomar una decisión. Por el momento no prevemos que se vaya a ganar nada con este nuevo servicio. Yo quiero ver cómo evoluciona el mercado", remarca Miguel.