Récord de afiliación al RETA en 2018

¿Por qué sube tanto el número autónomos en sector inmobiliario?

El año 2018 cerró con un importante crecimiento del número de autónomos afiliados al RETA, casi 50.000 más que en 2017. Este incremento tuvo una característica peculiar: el sector donde más han aumentado ha sido el de actividades inmobiliarias, un 9,2% más que en 2017, en detrimento de otros sectores tradicionales. ¿Por qué este cambio de tendencia?

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¿Por qué sube tanto el número autónomos en sector inmobiliario?

El balance de 2018 en lo que se refiere al crecimiento del colectivo de autónomos ha sido de lo más positivo. El ejercicio cerró con 49.986 afiliados al RETA más que el año anterior, cantidad que quintuplica la del cierre de 2017, según los datos facilitados por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA). La radiografía de 2018 ofrece una característica que llama la atención: el sector donde más aumentaron los autónomos fue el de las actividades inmobiliarias, un 9,2%, mientras que otros tradicionales de este colectivo, como el comercio y la hostelería, retrocedieron un 1% y un 0,2% respectivamente respecto a 2017. Es evidente que algo está pasando.

¿Cuál es la razón de que el sector inmobiliario sea en la actualidad el más atractivo para ejercer por cuenta propia? En primer lugar, hay un motivo macroeconómico como es la fuerte recuperación del mercado inmobiliario y de todas las actividades relacionadas con la construcción. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) lo corroboran: en noviembre pasado, la compraventa de viviendas creció en España un 2,8%, con lo que se encadenan ocho meses consecutivos de aumento. El mes de octubre fue espectacular en este sentido, con un incremento del 15,8% respecto al mismo mes de 2017. Y destaca, asimismo, el incremento del 7,9% en noviembre de la venta de vivienda nueva. Todos estos datos dan fe de que el sector inmobiliario vuelve a tener tirón económico y que ofrece trabajo. Volviendo a las estadísticas del INE, el empleo ha subido en este sector un 60% desde 2009 y buena parte de este porcentaje, en los últimos cinco años.

Liberalización

Este trabajo es, además, muy adecuado para ejercerlo por cuenta propia. En concreto, hay una actividad dentro de las que componen el sector (promoción, construcción o profesionales técnicos como arquitectos) que es la preferida por los autónomos, la de agente inmobiliario, el profesional que realiza la intermediación con el cliente. Y en esta profesión radica el segundo gran motivo de la expansión: está liberalizada desde el año 2000.

Diego Galiano, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de España, que representa a 4.000 profesionales, lo explica así: “Desde hace 18 años, esta profesión está liberalizada, lo que significa que para ser agente de la propiedad inmobiliaria no se necesita cumplir ningún requisito, ni tener ningún título, ni disponer de licencia administrativa, ni estar colegiado”. Cualquier persona puede acceder, por tanto, a esta actividad y abrir una agencia inmobiliaria si lo desea.

Galiano distingue tres tipos de profesionales del sector que están ejerciendo ahora mismo: los colegiados, los que ejercen la actividad por libre sin estar colegiados y los “peligrosos”, aquellos que actúan como agentes inmobiliarios sin oficina, sin seguros y sin tener ningún papel en regla. 

La eclosión de trabajadores autónomos de los últimos años se ha dado en el segundo grupo, el de los que ejercen sin estar colegiados y que Diego Galiano define como “operadores inmobiliarios” para distinguirlos de los APIs o agentes de la propiedad inmobiliaria colegiados. El presidente del Consejo asegura que este grupo le merece todos los respetos “ya que si no se colegian es porque para hacerlo hay que poseer un título universitario y la mayoría no lo tienen, pero tienen su mérito porque montan su negocio, abren agencias legales, dan trabajo y ejercen bien la profesión”. Precisamente, una de las luchas del Consejo que preside, afirma, es “integrar a los profesionales colegiados y a los que no lo están”.

Lo que sí está claro para Galiano es que el agente inmobiliario tiene que tener formación. “Esta es una actividad multidisciplinar y requiere conocimientos legales, fiscales y económicos para entender el mercado y ofrecer mejores servicios al cliente”. “Pedimos que agente inmobiliario no lo sea cualquiera”, añade.

La liberalización total de la profesión está reduciéndose en algunas comunidades autónomas que ya han dictado normas al respecto. Así, por ejemplo, Cataluña y Andalucía cuentan con sendos registros administrativos obligatorios en los que deben inscribirse todas las personas que quieran ser agentes inmobiliarios en sus territorios. Se exigen, entre otras cosas, capacitación y suscripción de seguros de responsabilidad civil y de caución. En otras dos autonomías, Madrid y Navarra, también existen estos registros, pero la inscripción es voluntaria. Diego Galiano declara que el Consejo General de Colegios está trabajando desde hace tiempo y continuará haciéndolo este año para que la regulación sobre la profesión sea estatal.

Uno de los aspectos que el presidente de los APIs quiere aclarar es la idea de que los agentes inmobiliarios ganan mucho dinero y que por este motivo muchas personas quieren ejercer esta actividad. “Es como en cualquier negocio, si se hace bien y se es un buen profesional se gana dinero, pero no simplemente por ser agente de la propiedad inmobiliaria”, asegura.