Especial Elecciones

La Tarifa Plana a la Seguridad Social enfrenta a los partidos

Mientras PSOE y Podemos son partidarios ahora de eliminar cualquier tipo de bonificación al autoempleo y a la contratación, PP y Ciudadanos apuestan por ampliar los periodos de duración de la Tarifa Plana de cotización a la Seguridad Social y mejorar los incentivos a la contratación de parados de larga duración y jóvenes menores de 30 años.

Debate Eco
La Tarifa Plana a la Seguridad Social enfrenta a los partidos

Bonificar el emprendimiento con iniciativas como la Tarifa Plana y e incentivar la contratación con reducciones para impulsar la creación de empleo, ¿si o no?. La respuesta es radicalmente opuesta según la formación política que responda y si se sientan a la derecha o a la izquierda del hemiciclo.

“Se ha comprobado que bonificaciones como la Tarifa Plana no funcionan, son un peso muerto para el Estado que, además, es utilizado las empresas para reducir su factura fiscal. Por tanto hay que eliminarlas ya”, afirmó con contundencia Manuel de la Rocha, director general del Departamento de Asuntos Económicos del Partido Socialista, durante un debate a cuatro organizado por el Consejo General de Economistas (CGE) y la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE). Esta aseveración contrasta con la idea que el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, expuso en una entrevista concedida a Autónomos y Emprendedores. Si bien Sánchez considera que necesita una revisión en ningún caso habló de suprimirla, "hay que mejorarla en aquellos aspectos que sabemos que tienen efectos positivos y redefinirla en aquellos otros en los que no los tiene".  

En la misma línea se pronunció, Iván Ayala, miembro del equipo económico de Unidas Podemos, que insistió en que “las bonificaciones no tienen sentido para crear empleo. Quienes se acogen a ellas despiden una vez se acaba el periodo bonificado”.

Las tornas cambian si escuchamos a la parte contraria. Tanto Partido Popular como Ciudadanos tienen una visión mucho menos catastrófica.

“Vamos a extender la tarifa plana en el tiempo e incentivaremos con reducciones la contratación de desempleados de larga duración y jóvenes. Proteger a las pequeñas empresas y los autónomos y rebajar su presión fiscal es esencial y prioritario porque los autónomos son máquinas de creación de empleo”, argumentó Alberto Nadal, secretario nacional de Economía del Partido Popular.

Por su parte, Francisco de la Torre, responsable de Hacienda de la formación que lidera Albert Rivera, se mostró algo más conservador. “Nuestro compromiso también es ampliar a dos años la Tarifa Plana. Ahora bien, es cierto que hay que estudiar el coste y la eficiencia de las bonificaciones y reducciones actuales son útiles con el objetivo de mejorarlas”.

Más allá de la teoría y de lo que las formaciones pongan o no en práctica una vez lleguen a la Moncloa lo que no deja lugar a dudas son la cifras. En el caso de la Tarifa Plana, desde que se puso en marcha en 2013, han sido más de dos millones los autónomos que se han beneficiado. De ellos, unos 820.000 (según la Federación Nacional de Asociaciones de Autónomos, ATA) seguirían al frente de sus negocios. Por otra parte, aunque su coste se eleva a 560 millones de euros cada año, la recaudación ha aumentado en los últimos cinco años un 11,6% de promedio.

Mejorar las cotizaciones para crear empleo

El único punto de consenso entre los cuatro los representantes de los partidos políticos con presencia en el Parlamento fue que el crecimiento de la economía española depende de crear más empleo. Sin embargo, todos difieren en las fórmulas.

El Partido Popular pretende llevar a máximos las políticas que se iniciaron durante el último mandato de Mariano Rajoy, rebajando las cotizaciones sociales tanto de las empresas como de los empleados. “Las cotizaciones sociales cargan contra los trabajadores con menor renta”, aseveró Nadal quien recordó que de llegar a gobernar se implantará un “modelo de transparencia” tanto en las pensiones como en las nóminas, “que incorporarán el detalle de cómo y cuánto cotizan tanto los empleados como las empresas”.

De la Torre, apeló a implantar un sistema de 'bonus–malus'. Es decir, primar la cotización de aquellas empresas con poca rotación, lo que reduciría la elevada tasa de temporalidad del mercado laboral.

Los dos representantes de la izquierda sólo emplearon el término cotizaciones para referirse precisamente al colectivo de autónomos, para el que defienden un modelo en función de ingresos reales.

Además, desde la formación morada eximirán de la cotización al los autónomos cuyos ingresos estén por debajo del SMI (Salario Mínimo Interprofesional), propuesta que también es compartida por la formación naranja.

Las pensiones a debate

Pese a que su sostenibilidad está garantizada según afirmaron los representantes de todos los partidos políticos, lo cierto es que la jubilación de los baby boomers (nacidos en la década de los 60 del siglo pasado) junto a una tasa de reposición bruta cercana al 80% pondrán en un brete el actual sistema de pensiones. Junto al necesario aumento de ingresos por cotizaciones sociales vía generación de empleo, desde Ciudadanos insisten en que se han de poner en marcha medidas complementarias que insuflen aire al sistema, como la mochila austriaca. Entre ellas, impulsar la natalidad con actuaciones que favorezcan la conciliación. Por ejemplo, en el caso de los autónomos bonificar la cuota tanto de padres como de madres durante los dos años posteriores al nacimiento del hijo.

Por otra parte, la formación naranja defiende que las pensiones no contributivas pasen a ser financiadas vía presupuestos y no mediante las cotizaciones sociales tal y como ocurre ahora. Un “cambio de caja” que daría mayo margen de maniobra y contribuiría a reducir el déficit de cerca de 17.000 millones de euros del sistema. Ahora bien, todo ello deberá negociarse “bajo el marco del Pacto de Toledo” con el fin de garantizar la continuidad de las medidas.

Frente a las intenciones de PSOE y Podemos de incrementar las pensiones al mismo ritmo que el IPC, Alberto Nadal abundó en la idea de la contención, el impulso del ahorro privado y la reducción del déficit como la mejor receta. No obstante puntualizó que de gobernar el PP, está abierto a aumentar el gasto en ciertas partidas pero siempre que éste quede por debajo del PIB nominal, lo que permitiría además bajar los impuestos. “No se puede aumentar el gasto en pensiones y aumentar también el gasto en el resto de partidas. Eso a lo único que lleva es a un incremento impositivo brutal”. Asimismo, el representante económico de los populares mantuvo la férrea defensa del Índice de Revalorización de las Pensiones aprobado por su partido en 2011, que en las épocas de vacas flacas garantiza que las pensionen aumenten un 0,25% evitando que se congelen como ya ocurrió en 2010 durante el Gobierno de Zapatero o que incluso se rebajen en caso de que el IPC sea negativo.

A este respecto, De la Rocha apuntó que, si el PSOE repite mandato, se creará un “impuesto temporal” para sufragar el aumento de gasto que suponga mejorar anualmente las pensiones según el coste de la vida, especialmente en los años en los que se incorporen los pensionistas de la generación del baby boom al sistema.

A su vez, del lado de Podemos, Ayala propuso que se establezca una pensión mínima de 600 euros cuyo gasto se sufragaría con el impuesto progresivo de entre el 2% y el 3,5% a los Patrimonios de un millón de euros en adelante y con el que se recaudarían 10.000 millones de euros cada año (frente a los 1.000 millones de euros actuales).