Las organizaciones de voluntariado están buscando autónomos para colaborar con formación o asesoría

En España se pueden encontrar diversas opciones para que los autónomos colaboren aprovechando sus conocimientos y experiencia. Por ejemplo, impartiendo formaciones y mentorías para colectivos vulnerables. O participando directamente en labores internas de las propias entidades de voluntariado. Todo ello, según los especialistas, ayuda a que el autónomo desarrolle capacidades y competencias que no son habituales en su día a día. Y en lo que respecta a donaciones, éstas pueden revertir positivamente en sus cuentas, con desgravaciones que, desde la modificación de la ley de mecenazgo en diciembre de 2023, han mejorado.

Los voluntarios pueden aportar tiempo, conocimiento y/o recursos a colectivos desfavorecidos. “Tanto autónomos como pequeñas empresas pueden ejercer el voluntariado, aunque tengan poco tiempo libre, ya que siempre existen problemas que necesitan atención”, afirmó a este diario Alejandra Blanco, técnica de empresas en Cáritas Barcelona. “Solo se trata de buscar una actividad que se adapte a su disponibilidad y a sus horarios, y que encaje con sus preferencias y capacitación profesional”, señaló.

De la misma opinión es Josep Carbonell, responsable de proyectos de comunicación de la Fundación Pere Tarrés, quien afirmó que “los autónomos suelen trabajar muchas horas, a lo que hay que añadir la dedicación a la familia y al merecido ocio. Pero pueden hacer voluntariado a su ritmo, y así disfrutarlo”. Carbonell quiso incidir específicamente en las ventajas que puede aportar el voluntariado para los autónomos, como “sentirse parte de una comunidad, trabajar en equipo, potenciar la empatía, disminuir el estrés y aumentar la autoestima. Ser voluntario es muy gratificante”.

No obstante, ni siquiera es imprescindible una colaboración de atención directa a las personas. Según Eulàlia Mas, directora de la Federació Catalana de Voluntariat Social, “son muchas las entidades que precisan de expertos para cubrir lagunas en su propia estructura interna, como profesionales de la contabilidad, el marketing o la comunicación, por poner algunos ejemplos”.

Los autónomos pueden colaborar ofreciendo asesoría, mentoría y formación

Cáritas Barcelona, por ejemplo, cuenta actualmente con autónomos de oficios tradicionales relacionados con el mantenimiento, que se ofrecen a efectuar pequeñas reparaciones en pisos destinados a personas vulnerables. “Y lo hacen de forma gratuita o a un precio muy asequible”, subrayó Alejandra Blanco. Pero en paralelo a la colaboración basada en ocupaciones de carácter manual, otra forma de sumarse al voluntariado es el asesoramiento profesional. “Nosotros trabajamos con abogados o especialistas en seguros, entre otros, que de forma desinteresada asesoran a nuestra organización. Y también ofrecen algunos de sus servicios pro bono”, añadió.

La mentoría es otra posibilidad a la hora de contribuir a la sociedad como voluntario. En palabras de Josep Carbonell de la Fundación Pere Tarrés, “los autónomos pueden dedicarse a la mentoría social con jóvenes, por ejemplo, migrantes, para que estos tengan un referente adulto que les ayude a orientarse en su vida laboral. Y, por tanto, acompañarlos en su proceso de maduración”. 

En cuanto a formación, los autónomos también pueden ayudar compartiendo su saber y experiencia. Muestra de ello son los cursillos de autonomía digital de Cáritas. “Este tipo de cursos se orientan a formar a las personas mayores para que sepan cómo realizar gestiones con la Administración con su móvil u ordenador: obtener un certificado digital, empadronarse, familiarizarse con la aplicación de salud de su comunidad...”, explicó la técnica de empresas en Cáritas Barcelona.

Sea cual sea la aportación del autónomo, “tiene un valor incalculable. Todo suma, todos sumamos”, manifestó Eulàlia Mas de la Federació Catalana de Voluntariat Social.

Los autónomos que apoyen con donaciones pueden desgravarse del 40% al 80% en la RENTA

El Real Decreto-ley 6/2023, de 19 de diciembre, mejoró la ley de mecenazgo para quienes, independientemente del voluntariado, donen fondos a organizaciones sin ánimo de lucro (el denominado tercer sector). La actual ley de mecenazgo ha elevado a un 40% el porcentaje de deducción aplicable con carácter general, que antes se situaba en un 35%.

Por otra parte, se ha reducido de cuatro a tres el número años para que dicho porcentaje genérico alcance el 45%. Pero para que sea aplicable este aumento del 5%, el requisito consiste en haber hecho donativos el segundo y tercer año por importe igual o superior a los del ejercicio anterior. Y la entidad beneficiaria ha de ser la misma.

A su vez, se ha incrementado la cuantía del micromecenazgo con el fin de incentivar donaciones más elevadas. Antes de diciembre de 2023, una donación de 150 euros era suficiente para acceder a una desgravación del 80%. Pero ahora el mínimo son 250 euros.

Las organizaciones ofrecen opciones de capacitación para voluntarios

Volviendo a las acciones de voluntariado, las distintas organizaciones ofrecen cursos de capacitación para los interesados. “En ellos pedimos también un cierto nivel de compromiso, para que después los voluntarios no falten a las actividades programadas”, resaltó la técnica de empresas en Cáritas Barcelona.

Por su parte, la directora de la Federació Catalana de Voluntariat Social, hizo hincapié en “la importancia de conocer previamente lo que supone ser voluntario. Además, nadie mejor que un autónomo puede entender el mensaje de que el voluntariado es una decisión personal, inalienable y que nace de la libertad”, recalcó.

No obstante, también existen proyectos específicos como La Volunteca, de la Fundación Pere Tarrés, enfocados no solo a la formación sino a abrir un debate sobre la función de los voluntarios en la sociedad. “La Volunteca es idónea tanto para los autónomos que nunca han sido voluntarios como para cualquier persona que ya lo es. La idea nació porque detectamos que hacía falta un espacio donde se ofrecieran recursos y herramientas de formación. Pero también que fomentara el reconocimiento de este trabajo, impagable y poco reconocido”, expuso Josep Carbonell de la Fundación.

El proyecto lleva activo desde 2022 y fue impulsado también por la Plataforma del Voluntariado de España. La PVE es una organización no gubernamental, subvencionada por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, que coordina el fomento del voluntariado en España desde 1986.