Los agricultores se quejan de que la tramitación es compleja y que son insuficientes

La sequía provoca el adelanto de las ayudas de la PAC: 600.000 autónomos del Campo ya la han solicitado

La sequía y el aumento de los costes han propiciado el anticipo del cobro de las ayudas de la PAC. Los adelantos podrían llegar al 70% de los 4.875 millones de euros que se van a distribuir entre los agricultores. Éstos se quejan de la complejidad del procedimiento de solicitud.
La sequía provoca el adelanto de las ayudas de la PAC: 600.000 autónomos del Campo ya la han solicitado

Hasta un total de 622.404 agricultores y ganaderos han solicitado ya las ayudas de la PAC para este 2023, siendo ésta la primera campaña en la que se aplica el Plan Estratégico Nacional 2023-2027. Este año, debido al aumento de costes y la sequía, el anticipo del cobro de las ayudas podrá alcanzar hasta el 70% de las ayudas previstas. Sin embargo, fuentes consultadas por este medio informan de las dificultades del procedimiento y del aumento de las exigencias para poder acceder a las ayudas, como sucede con las iniciativas sostenibles de los ecorregímenes.

El importe de estas ayudas directas comenzará a ser abonado en anticipos por las comunidades autónomas a partir del 16 de octubre, fecha en la que comienza el año financiero para la Comisión Europea, y el resto procederá a abonarse antes del 30 de junio de 2024. Si bien el período ordinario de abono de estas ayudas comienza el 1 de diciembre y se prolonga hasta el 30 de junio del año siguiente, se han establecido modificaciones aprobadas por la Comisión Europea, que permiten, como en este caso, adelantar un mayor importe. El resto de las ayudas se irá abonando en función de la complejidad de cada solicitud y de los plazos de confirmación para efectuar los controles oportunos en materia agraria y ganadera (ciclos biológicos).

Las cantidades del anticipo se han incrementado este año

Para esta campaña en particular, debido al aumento de los costes derivado de la guerra de Ucrania y las dificultades añadidas de la sequía (por segundo año consecutivo), los anticipos de las ayudas se incrementan del 50% al 70%, lo que supone una inyección de liquidez mayor para los agricultores y ganaderos, si bien el número de explotaciones agrarias que han solicitado las ayudas ha descendido levemente (3,95%).

"Los períodos para el cobro, debido a los plazos de los controles, son largos. Por ello, aunque suele ser al comienzo cuando se paga la mayor parte, en circunstancias excepcionales puede adelantarse aún más la campaña de pagos”, ha confirmado Ignacio López, Director de Relaciones Internacionales de Asaja. Este año, se ha incrementado “hasta el 70% en las ayudas directas, y hasta el 85% en las ayudas de segundo pilar para el desarrollo rural”. 

Solicitar las ayudas de la PAC resulta un proceso difícil para agricultores y ganaderos

A pesar del incremento en los adelantos, tal y como ha confirmado López “solicitar las ayudas es un proceso complicado”. En el caso de Asaja, cuentan con un servicio al que pueden recurrir los agricultores para solventar los procedimientos en este tipo de situaciones. “Los agricultores socios pueden obtener servicio de nuestros técnicos para solicitar las ayudas de la PAC; algunas entidades bancarias también ofrecen este servicio para asesorarlos en materia de cumplimentación de solicitudes”. 

Esto se debe a que, lógicamente, hay una serie de requisitos o condiciones que se deben justificar para poder cobrar estas ayudas. Pero, además, hay otras dentro de la PAC, “como los complementos por una actividad suplementaria beneficiosa para el medio ambiente”; o “ pagos diferenciados del pago por superficie: como lo son por hectárea, por producción o por cabeza de ganado, con lo cual son muchos aspectos a gestionar”. Tanto la variedad de las ayudas, como la complejidad de las mismas, añadido a la digitalización de los procesos, requiere de “asistencia de entidades colaboradoras, con lo que forma parte de nuestros servicios; entre otras también se encuentran algunas instituciones, las cooperativas y algunos órganos de la propia administración que también prestan labor de asesoría”, ha confirmado López.

La ayuda necesaria para los productores está determinada por “la diversidad de la explotación” aclaró López. Las combinaciones a partir de ahí son muy variadas. “Si uno es, por ejemplo, un pequeño agricultor que tiene veinte hectáreas de secano, la gestión es sencilla, pero si tiene secano y regadío, o combina diferentes tipos de producción en estos terrenos con rotaciones, la gestión se torna muy compleja; sucede igual en el caso de tener parcelas separadas en diferentes comunidades autónomas”. Debido a ello, “el proceso se suele delegar en personal cualificado que aconseje correctamente”, si no “solicitar las ayudas se vuelve muy difícil”. 

Por normal general, “hay muchos productores afiliados a una organización agraria o cooperativa, o que trabajan habitualmente con una entidad bancaria” como método de guía. Deciden llevarlo por esa vía porque “el servicio de asesoría que se presta viene incluido en la cuota de socio, o es un servicio que se ofrece por parte de la entidad financiera a cambio de la fidelidad o de contratar algún tipo de seguro”, con lo cual la gestión está suscrita a pertenecer a un agente externo que pueda acompañar a los autónomos durante el proceso

Los inconvenientes se amplían cuando el autónomo tiene una explotación mayor y más variada. “El procedimiento se realiza a través de una aplicación informática, que por sí misma funciona de manera sencilla, pero si el propietario tiene una estructura de explotación más compleja, se torna más difícil. También todo es más complejo si hay cambios de normativa o si se producen variaciones en la propia aplicación”. Son diferentes factores frente a los que, muchas veces, los agricultores y ganaderos no disponen de suficientes herramientas, así que “lo normal es que el agricultor, aunque sea pequeño, vaya a ese asesor del que dispone”. 

Las ayudas de la PAC, insuficientes, pero indispensables para sostener el sector 

Los pagos de la PAC “nacen para compensar unos precios que, normalmente, el mercado no podría pagar”. Los requisitos para que los agricultores y ganaderos europeos produzcan, y que no se dan en otros países con los que los que compiten, generan unos costes que darían lugar a precios que los consumidores no podrían asumir. “Es un colchón de renta que permite seguir produciendo aunque los precios no reflejen la realidad de los costes, y que supone aproximadamente entre el 20 y el 25% de los ingresos de agricultores y ganaderos, ya sea por vía directa o por pagos asociados”. Además, el importe máximo de la ayuda "no puede ser superior a 200.000 euros por persona física o jurídica", han informado desde Asaja.

Cuando el contexto económico de la producción o las condiciones meteorológicas hacen que los costes sean mayores, “el uso de las ayudas se vuelve indispensable”. En este caso, con un marco económico azotado por la guerra de Ucrania y la sequía, los costes en que incurren los productores son mucho más altos. Las ayudas contribuyen a la subsistencia de la actividad pero “no son suficientes”. Además, “cada vez se piden más requisitos", entre ellos las prácticas sostenibles, mientras "hay que competir con países terceros que tienen una normativa más flexible”.

Así, buena parte del importe de las ayudas está sujeto a requerimientos de tipo medioambiental, o lo que se conoce como “ecorregímenes”. “Casi la mitad del presupuesto de las ayudas directas de la PAC está justificado por actuaciones de este tipo” ha concluido López, si bien es cierto que estas prácticas agrarias han demostrado elevado desempeño medioambiental y climático en favor de la sostenibilidad. Entre las prácticas que han primado en las concesiones de la PAC se encuentran la agricultura de conservación, el pastoreo extensivo, la siega sostenible, las cubiertas vegetales o la sostenibilidad agroecológica.