Hay más de un millón de negocios en España regentados por una unidad familiar

El relevo generacional suele convertirse en un conflicto para muchas empresas familiares

Según el despacho de abogado Círculo Legal Madrid, son los negocios familiares de tamaño medio, e incluso pequeño, los más expuestos a posibles controversias.
El relevo generacional puede convertirse en un importante conflicto para muchas empresas familiares
El relevo generacional puede convertirse en un importante conflicto para muchas empresas familiares
El relevo generacional suele convertirse en un conflicto para muchas empresas familiares

El tejido empresarial español es fuerte, pero los conflictos que surgen en muchas empresas no siempre se resuelven favorablemente. La Estadística de Sociedades Mercantiles del INE apuntó un incremento en la disolución de empresas del 0,9% desde principios de año hasta el pasado mayo, lejos del repunte de nada menos que un 10,1% alcanzado en 2022. 

Según el abogado y socio del despacho Círculo Legal Madrid, Felipe García, los conflictos societarios no son "en absoluto" algo exclusivo de las compañías con miles de trabajadores. "Las grandes empresas acaparan el foco mediático, pero lo cierto es que son los negocios de tamaño medio e incluso pequeño, los que más expuestos están a posibles controversias". Los datos más recientes del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo contabilizaron en mayo más de 2,9 millones de empresas en España, el 99,8% pymes.  

"Los factores económicos y los personalismos excesivos son los principales detonantes de estos conflictos, haciendo aflorar desencuentros entre familiares cuyos vínculos parecían sólidos", explicó el letrado refiriéndose especialmente a las disputas que se dan en el seno de las empresas de índole familiar donde. "Por ejemplo, el reparto de las acciones en la lectura de una herencia desemboca no pocas veces en una guerra de sucesión abierta". Actualmente, según el Instituto de la Empresa Familia, existen 1,1 millones de empresas de esta tipología en España. 

No dejarse arrastrar por el componente emocional "es crucial para resolver" con éxito una crisis empresarial familiar, por eso el experto insistió en "tener claro que la gestión del negocio debe asumirse con profesionalidad y neutralidad". Asimismo, García puso énfasis en la necesidad de adelantarse a los hechos: "Cualquier situación problemática debe ser detectada a tiempo con el fin de que no reste competitividad a la empresa". 

El problema del relevo generacional 

Una comunicación fluida "es fundamental" para evitar los conflictos societarios en las empresas familiares. "El relevo generacional puede hacer tambalear los cimientos de auténticas sagas de empresarios, con una dilatada trayectoria en el mercado". El portavoz de Círculo Legal Madrid animó a "desterrar personalismos y hacer gala de una actitud dialogante y abierta a nuevas ideas y formas de pensar, evaluando pros y contras".  

Para el experto, estas son las claves que ayudarán a "plantar cara a cualquier obstáculo que ponga en peligro la reputación y la estabilidad de la empresa". García aseguró que "los conflictos societarios son inevitables: unos socios querrán vender, otros diversificar, otros salir a bolsa...", añadiendo que "lo principal es que cualquier escenario de cambio que se plantee sea factible y esté amparado por la seguridad jurídica".  

Anticiparse para minimizar el riesgo 

"Del mismo modo que se definen acuerdos para poner en pie una empresa, deben sentarse las bases de una posible salida en caso de surgir diferencias irreconciliables entre socios", señaló el abogado, refiriéndose a los pactos parasociales, una herramienta "indispensable, aunque no infalible", dado que estos pactos podrían no respetarse.

No obstante, defiendió estos acuerdos como "un mecanismo para anticiparse, priorizar el control de daños y rebajar el impacto" de cualquier posible conflicto. También valoró positivamente la redacción de "un código de conducta que sirva de marco de referencia". 

"Afrontar los desencuentros con transparencia y madurez es la mejor recomendación", señaló García, quien aconsejó probar primero por la vía extrajudicial: "Recurrir a un profesional externo que actúe como mediador y que aporte una visión objetiva y equidistante. En última instancia, será un juez quien decida. Este tipo de procesos son largos, generan malestar y desgastan considerablemente a las partes implicadas", concluyó.