Una fotografía del trabajo por cuenta ajena en Europa

Los profesionales autónomos españoles trabajan más pero cobran menos que sus homólogos europeos

Un informe revela que los profesionales autónomos españoles trabajan más horas pero se quedan muy atrás en poder adquisitivo si se comparan con sus homólogos europeos

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Los autónomos españoles presentan diferencias notables con sus homólogos franceses y alemanes
Los profesionales autónomos españoles trabajan más pero cobran menos que sus homólogos europeos

El informe “Freelancing en Europa 2022” elaborado por el marketplace Malt en colaboración con Boston Consulting Group, se ha encargado de recopilar y analizar los datos estadísticos de los profesionales independientes o profesionales autónomos en tres de los países más representativos de Europa: España, Francia y Alemania.

Y es que, según datos del Ministerio de Trabajo y de RETA, el 16% de los trabajadores españoles son autónomos y trabajan por cuenta propia. Tal y cómo menciona el informe de Malt: ‘En Europa hay 6 millones de freelancers (tal y como se denomina en la mayoría de los países a los profesionales autónomos) altamente cualificados, de los cuales 3,4 millones trabajan en proyectos digitales’.

¿Ser freelance en Europa es lo mismo que ser autónomo en España?

La respuesta es , aunque la utilización del término en España responde a una definición algo más “social y cultural”. En España aún no se encuentra implantado del todo el término “freelance” como alguien que realiza por su cuenta una actividad, aunque en la RAE se puede encontrar una definición de free lance.. La palabra es un anglicismo que se emplea para designar a cualquier profesional independiente.

Desde la gestoría fiscal online para autónomos Declarando, detallan que ‘en España, hay muchas maneras de referirse a un autónomo: trabajador por cuenta propia, profesional independiente, profesional autónomo o empresario individual’, aunque en la legislación española no existe el término freelance.

Si se debe mencionar alguna diferencia, podemos indicar la del uso social de la palabra, ya que por lo general, se emplea el término freelance para determinadas profesiones

Algunos ejemplos de actividades freelance pueden ser periodistas, fotógrafos, diseñadores, traductores, correctores, desarrolladores web, consultores… pero no se les denomina freelance a profesionales como fontaneros, electricistas, taxistas, transportistas, pequeños comerciantes y un largo etcétera.    

Es decir, un freelance es un autónomo pero no todos los autónomos son llamados freelance.

Los autónomos españoles dedican más tiempo al trabajo pero cobran menos 

Definitivamente ser freelancer o profesional independiente ofrece muchas ventajas como la independencia, flexibilidad y la libertad; pero también tiene retos que superar y, según los datos vertidos del informe, los autónomos españoles son los profesionales europeos que menos cobran y que más horas trabajan en comparación con sus colegas franceses y alemanes.

España está a la cabeza con 42 horas semanales trabajadas, seguida de Alemania con 41 horas por semana y Francia, que trabaja 37 horas. Aparte del tiempo de trabajo activo, los autónomos españoles invierten un  28% de su tiempo a actividades complementarias como búsqueda de información y/o administración; mientras que Francia y Alemania un 27% y 24%, respectivamente. 

Todas esas horas invertidas y trabajadas, no muestra resultados o compensaciones para los españoles, puesto que su retribución económica es 87% menor que la de sus compañeros franceses, y 170% menor que la de los alemanes.

Para Jacobo Bermudez de Castro, manager general de Malt, encargados del estudio, es esencial entender que dicha disparidad puede atribuirse a varios factores. 'Uno de los factores clave es la falta de procesos para incluir a los autónomos en las empresas de una manera más significativa en España'.

El salario de los autónomos según el sector

Centrándonos en las retribuciones por sectores, la mayor diferencia se presenta en la consultoría empresarial, debido a que un profesional independiente español de este sector cobra de media 446 euros por proyecto, cifra que los franceses aumentan hasta 795 euros, y los alemanes hasta 1.074 euros.

La diferencia de salario se mantiene en otros sectores: Los gestores de proyectos españoles cobran 415 euros; los franceses 692 y los alemanes 982 euros. Con respecto a los especialistas en tecnología y datos: 311 euros en España, 546 euros en Francia y 746 en Alemania. 

En el ámbito de marketing y comunicación, los españoles suelen recibir por proyecto 200 euros; los franceses 419 euros y los alemanes el triple, siendo 625 euros. En arte y diseño las diferencias no se quedan atrás, pues los españoles consiguen ganar 217 euros,  410 euros los franceses y 615 los alemanes. 

Esta brecha salarial entre países europeos se ve influenciada también por el tiempo de cobro, mientras que los alemanes cobran a tiempo, los franceses y los españoles tienen dificultades para ello.

La revolución del trabajo digital

Se podría marcar el 2020, año de la pandemia del coronavirus, como el comienzo “oficial” del cambio acelerado, debido a que tanto el trabajo digital como el remoto se convirtieron en la "nueva normalidad". Y esa normalidad ya está adaptada al día de hoy. El mundo digital se ha convertido en una parte fundamental de nuestra vida personal y profesional.

Son cada vez más personas las que deciden emprender la aventura de ser nómada digital y las empresas no piensan quedarse atrás, pues el 77% de las pymes españolas han decidido apostar por colaborar con profesionales independientes, por otra parte, un 18% de las medianas empresas han requerido los servicios de autónomos y, en el caso de las grandes empresas en España, un 5%.

De hecho, la tendencia de trabajar “sin horarios” y “desde cualquier parte del mundo o de casa”, se está convirtiendo en algo tan habitual en la vida laboral, que en Alemania están planteando la posibilidad de implantar el trabajo a distancia como un derecho legal. Definitivamente la innovación en la forma de trabajar está generando cambios y es cuestión de tiempo que sean más los países que puedan compaginar lo presencial con lo tecnológico.