Fueron los primeros en volver a la actividad

Así ha sido la experiencia de los negocios canarios en su primera semana abiertos

Los autónomos de La Gomera, La Graciosa, y el Hierro fueron los primeros en abrir las puertas de sus negocios. El Gobierno les permitió pasar directamente a la fase 1 y ahora nos cuentan cómo han vivido la segunda etapa de la desescalada.

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Así ha sido la experiencia de los negocios canarios en su primera semana abiertos

Hace poco más de una semana el archipiélago canario, que siempre va una hora más tarde que el resto del país, se adelantó a toda la península en el plan de desescalada del Gobierno. Mientras que el resto de España estaba en el estricto confinamiento de la Fase 0, varias de las Islas Canarias – La Gomera, La Graciosa y el Hierro – pasaron directamente a la Fase 1.

Los autónomos canarios tienen ahora una semana de ventaja frente al resto de trabajadores por cuenta propia de otras comunidades autónomas, que este lunes también entraron en esa fase, y su experiencia puede ser una idea de cómo van a encontrarse muchos de ellos en esta  etapa hacia la nueva normalidad.

El pasado 4 de mayo eran los autónomos de La Gomera, La Graciosa y el Hierro, junto con los de Formentera, los que buscaban desesperadamente información sobre cómo debían reactivar su actividad tras la pandemia. Ahora son los trabajadores por cuenta propia de Andalucía (menos Granada y Málaga), Aragón, Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla-La Machan (menos Albacete, Ciudad Real y Toledo que siguen en la fase 0); Castilla León (con 26 zonas básicas de salud que pasan a la fase 1), Cataluña (sólo Camp de Tarragona, las Terres de l'Ebre y Arán-Alt Pirineu pasan de fase); Valencia (que sólo tiene diez zonas sanitarias en la Fase 1), Extremadura, Galicia, Murcia, Navarra, País Vasco y Ceuta y Melilla, los que necesitan esa información.

Volver a poner en marcha un negocio después de pasar más de 40 días cerrado no es sencillo para ningún autónomo. Menos aún con tantas restricciones. Son muchas las dudas que pueden surgir acerca de los protocolos sanitarios a seguir, cómo deben organizarse de nuevo los empleados, qué medidas hay que cumplir y, sobre todo, si es rentable volver a abrir las puertas.

Una incertidumbre que los autónomos canarios ya han vivido. Así que su experiencia, podría ser aplicable al resto de trabajadores por cuenta propia.

Así fue la apertura de negocios en Canarias

Si hay algo que destacan los autónomos canarios sobre esa primera Fase 1 de desescalada es la desinformación que vivieron sobre todo durante los primeros días. Luego, según aseguran, la tranquilidad llegó y la situación se fue formalizando y normalizando. “El mayor problema que tuvimos fue la tardanza en recibir los protocolos que debíamos seguir, muchos negocios improvisaron” aseguró Juan Carlos Arricivita, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos de Canarias (ATA-Canarias).

Arricivita también añadió que tuvieron dificultades para encontrar material sanitario, como Equipos de Protección Individual (EPIs), mascarillas o guantes, con los que poder llevar a cabo la reactivación de la actividad cumpliendo con las medidas de seguridad.

La apertura de los establecimientos de la restauración es uno de los mayores cambios que incluye  la Fase 1, con respecto a la anterior. Una novedad que, aunque fue bien recibida por la hostelería en canarias, no tuvo los resultados esperados. “El problema es que no hay consumo porque no hay turistas. La mayoría de los establecimientos viven del turismo y hasta que no abran los aeropuertos y se permita el tránsito, nacional o internacional, muchos bares van a abrir por abrir” explicó el presidente de ATA-Canarias.

A pesar de ello, las terrazas de los bares y restaurantes canarios se llenaron con clientes de la zona. “Sólo dejan utilizar el 50% de la terraza” dijo Arricivita. Desde su punto de vista, es un porcentaje de mesas muy bajo, ya que las terrazas sólo suponen el 20% o 30% de la facturación total de un bar . "Con eso, no llegan ni a cubrir los gastos de apertura, ni mantenimiento de un establecimiento que no se han reducido".

Por esta razón, la restauración ha incorporado a muy pocos de sus trabajadores a la actividad. Lo han hecho, más que nada, para que el autónomo tuviera a alguien que le ayudase a realizar el servicio y, sobre todo, a cumplir con los protocolos sanitarios; “pues después de que una persona utilice el servicio, éste debe ser desinfectado” apuntó Arricivita. Un nuevo protocolo de actuación sanitario que provocó que en muchos locales prohibieran el uso del baño a sus clientes. 

Al sector que le vino bien entrar directamente en la Fase 1 fue al comercio. Aunque, a nivel general, el  consumo se ha visto muy resentido por la situación económica de los habitantes de las islas, lo cierto es que ha habido zonas, por ejemplo en la Gomera, donde sus comerciantes experimentaron durante esta primera semana un crecimiento importante en sus ventas.

A ellos se le unen las peluquerías o los centros de estética. Aunque, como prevé Arricivita, “su demanda caerá en las próximas semanas, porque los clientes que necesitaban ir, ya habrán reservado cita y acudido”.

Por último, y en cuanto los establecimientos turísticos, que pueden abrir en Fase 1 pero con muchas restricciones, pues no pueden utilizarse las zonas comunes, Arricivita explicó que la mayoría “lo que hicieron fue abrir, pero para poner a punto los complejos, para limpiar las zonas comunes, pero no porque hubiera clientes”.

El caso concreto de La Gomera

La isla de La Gomera en Canarias, con poco más de 22.000 habitantes, fue una de la regiones dónde el pasado 4 de mayo gran parte de sus negocios volvieron abrir sus puertas al público. Esta isla era una de las regiones que entraba directamente a la nueva etapa, con más concesiones y menos restricciones.

“Ese domingo, recibimos un montón de llamadas preguntándonos sobre cómo tenían que abrir ese lunes o sobre qué debían hacer. Había en ese momento mucha incertidumbre y nosotros les recomendamos que atendieran, a falta de tener más información, a las recomendaciones generales sanitarias como mantener un distanciamiento de seguridad, la limpieza del establecimiento o el uso de mascarillas,  para llevar a cabo correctamente la apertura del local” contó Fernando Morales, gerente de la Asociación de Empresarios y Comerciantes de La Gomera (AEG).

Morales comentó que la situación fue distinta en cada sector, pero que en todos ellos, más o menos, el procedimiento de reactivación de la actividad fue el mismo: incertidumbre al principio, pero buena acogida al final por los clientes locales.

Es, sin embargo, en el sector de la hostelería, dónde se producen más diferencias entre los negocios. “La mayoría de los establecimientos que abrieron fueron bares y cafeterías. Los restaurantes están cerrados, pues no les merece la pena ni abrir” dijo Morales. Aunque reconoció que, echando la vista atrás, tampoco les habría merecido la pena abrir a muchos de los bares que estaban situados en zonas turísticas, pues la afluencia ha sido bastante baja.

“Luego hay otros bares -conozco un caso- cuya apertura les ha ido bastante bien, pero porque el 95% de sus clientes siempre había sido gente de la zona” afirmó Morales. 

La apertura de bares y restaurantes de La Gomera no fue como la de un lunes antes del Estado de Alarma. Uno de los cambios, tal vez el más notable en esta nueva fase, fue el cierre de los baños: “les recomendamos que los cerrasen porque, después de cada uso, había que limpiarlos y muchos empresarios no podían encargarse, a la vez, de estar pendientes de la limpieza del baño y de atender a los clientes”.

Otra de las novedades de esa primera apertura estaba en el menú: “la mayoría de ellos han simplificado su carta”. Una acción que les ha permitido poder reducir parte de los gatos fijos que tienen asociados a su establecimiento. Por último, destacó el gerente de AEG, algo sorprende fue que “muchos bares reservaron mesas específicamente para la gente mayor”, cumpliendo con ello con la separación por tramos de edad, como ocurre por ejemplo a la hora de pasear en la Fase 0.

La reactivación del comercio minorista fue algo que esperaban con entusiasmo tanto comerciantes como clientes: “la gente tenía ganas de comprar” dijo Morales. Sin embargo, añadió que“esta mañana he hablado con un comerciante y me decía que este lunes 11, estaban vendiendo menos que el lunes pasado”.

El gerente de AEG no sabe si fue el impulso de consumo o las ganas que tenía la gente de salir de sus casas lo que hizo que a la actividad comercial le fuera tan bien durante esa primera semana, o que las terrazas de los bares y restaurantes se llenasen. Lo que sí sabe con seguridad es que esta pandemia ha dejado claro  que "ni Canarias, ni el resto de España pueden depender tanto del turismo para su economía".