Podrán abrir desde el 11 de mayo, pero con restricciones

Las casas rurales esperan un buen verano, a pesar del coronavirus

Si todo va bien, las casas rurales empezarán a abrir sus puertas a partir del 11 de mayo. Su vuelta a la normalidad no será fácil: arrancará la temporada con incertidumbre, pocos clientes y muchas restricciones. Sin embargo, tienen muy buenas previsiones para el verano. Ya se están haciendo reservas para estos meses. 

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Foto de la plataforma Escapada Rural.
Las casas rurales esperan un buen verano, a pesar del coronavirus

Desde que el Gobierno anunció el ‘Plan para la transición hacia una nueva normalidad’, los teléfonos de muchas casas rurales, que sus dueños llevaban meses sin escuchar, suenan de nuevo. La vuelta a la normalidad ha sido una buena noticia para el sector. Sin embargo, estos pequeños negocios, en muchos casos familiares, todavía se sienten inseguros. Tras dos meses de parón y sin ingresos, aún no saben cuándo les empezará a salir rentable abrir y cuáles serán las medidas sanitarias que deberán adoptar. Lo que sí tienen claro es que el verano de muchos españoles, que no podrán salir del país, será en el entorno rural. 

Dificultades en los primeros meses, pero mucho trabajo a partir de julio. Son las expectativas que tienen desde el sector, al menos esa es la de Escapada Rural, una plataforma que aúna a miles de casas rurales por toda España. Su directora de comunicación y relaciones institucionales, Ana Alonso, explicó que “el sector está entusiasmado con la reactivación de la actividad, pero también está muy preocupado por cómo va a ser esa vuelta”. Según contó, durante los últimos días -desde la comparecencia de Pedro Sánchez en la que anunció el que sería el Plan de desescalada–, han recibido llamadas de clientes en busca de información: “todavía hay muchas dudas sobre cómo serán los próximos meses, en cuanto a movilidad y libertad para planificar unas buenas vacaciones".

La vuelta a la normalidad de las casas rurales no depende sólo de los autónomos al frente de estos alojamientos. También de los plazos marcados por el ‘Plan para la transición hacia una nueva normalidad’, o de cómo se resienta la economía e incluso del posible cierre de fronteras. 

Fechas del Gobierno para la apertura de las casas rurales

El ‘Plan para la transición hacia una nueva normalidad’ establece que será a partir del próximo 11 de mayo cuando los alojamientos turísticos, entre los que se incluyen las casas rurales, puedan abrir sus puertas. Ahora bien, éstas estarán sujetas a una serie de restricciones como, por ejemplo, la prohibición de usar las zonas comunes y, en el caso de tener bar con terraza, deberán limitar su uso al 30%. Es precisamente en esta primera fase de la desescalada cuando el sector va a experimentar más inestabilidad e incertidumbre.

“A pesar de que nuestras expectativas para la temporada son muy buenas, lo cierto es que, aunque las reservas puedan empezar a llegar en mayo, éstas se harán para junio e, incluso, julio” aseguró Alonso. Además, los “empresarios del sector continúan en una situación de angustia. Para muchos, la puesta en marcha de una casa rural es una apuesta personal y van a empezar con la actividad habiendo perdido varias de las semanas claves para el sector, como son la Semana Santa y el puente de principios de mayo”.

La visión que tiene la plataforma sobre el funcionamiento del sector durante las dos primeras semanas de apertura coincide con la de Mari Paz Frías, una autónoma dueña de un pequeño hostal en la sierra de Madrid. Según explicó Frías, no poder utilizar las zonas comunes y tener restringido el uso de la terraza va a hacer que muchos alojamientos turísticos se lo piensen dos veces antes de abrir en esta primera fase: "nosotros somos una posada y tenemos un alojamiento para 10 personas. Si éstas no pueden hacer casi uso de la terraza, que se nos queda en dos mesas con las restricciones,o de las zonas comunes, no habrá demanda. La gente no va a venir de estar en su casa encerrada, para encerrarse en una habitación de hostal”.

La segunda fecha importante para el sector será el 25 de mayo. A partir de este momento dará comienzo la segunda fase del Plan. En este nuevo periodo de dos semanas, los alojamientos turísticos podrán empezar a hacer uso de las zonas comunes, aunque continuarán notando las restricciones impuestas a la hostelería. Las limitaciones de personas tanto en la zona de restauración, como en las zonas de uso común afectan muy especialmente a los alojamiento turísticos, “porque a la gente que viene le gusta andar por la mañana y luego se queda por la tarde haciendo tiempo en la terraza o en el comedor” explicó la dueña del hostal.  Actualmente, está “haciendo números” para ver si le merece la pena abrir el próximo 11 de mayo, “porque no voy a reanudar la actividad hasta que no sepa que la gente va a empezar a venir”.

La última fase del Plan del Gobierno comenzaría, si todo va bien, el próximo 8 de junio, con la iniciación de la cuarta fase. En ésta, los alojamientos turísticos volverán prácticamente a la normalidad, aunque siempre respetando unos mínimos de seguridad sanitaria.

Desde la plataforma Escapada Rural aseguraron que el sector está trabajando con el Gobierno para redactar y abordar un protocolo de actuación para los alojamientos turísticos rurales. “De momento, las medidas que hay son muy genéricas y no puedo adelantar nada específico, pero se está trabajando para establecer una serie de soluciones que sean asumibles, tanto por los dueños del alojamiento, como por los clientes” afirmó la directora de comunicación de la plataforma.

La ventaja especial de las casas rurales

En este sentido, Alonso apuntó que los alojamientos turísticos rurales tienen una ventaja competitiva con respecto al resto de cadenas de hoteles, hostales y demás competidores: “en el turismo rural, la mayoría de los alojamiento son de alquiler íntegro. Es decir, son inmuebles alquilados por una familia o un grupo de amigos específico, por lo que las medidas de seguridad serán diferentes a las exigidas en un hotel, en el que se juntan diferentes familias” y, por lo tanto, habría diferentes grupos de contagio.

Según Alonso, en cada caso habrá que aplicar un protocolo de actuación específico, ya que no es lo mismo el alquiler de una casa rural íntegro por un grupo, que un alquiler compartido por varias familias. Esto podría ser una ventaja para el sector, porque las familias van a apostar por la seguridad y eso significa que preferirán un alojamiento apartado, en el que no tengan que cruzarse con otros clientes y que, además, es más barato que un hotel.

Por otro lado, la directora de la plataforma de casas rurales indicó que, "aunque el verano que se avecina es extraño, lo cierto es que en el turismo rural hay una oferta muy variada. Aunque haya familias cuya economía se haya resentido por la crisis, tendrán la opción de alquilar una casa rural y disfrutar durante, al menos, un fin de semana de sus vacaciones”

El verano será rural 

La limitación del movimiento de las personas, tanto a nivel internacional, como a nivel nacional afectará también al turismo rural, que se verá beneficiado. Según Alonso, “las restricciones de movilidad en las comunidades harán que se potencie el alquiler de alojamientos rurales dentro de esas regiones, puede que incluso se produzca overbooking.Pero, a medida que se permita la movilidad y se pueda viajar, la gente preferirá irse a otras regiones”.

Desde Escapa Rural llevan tiempo advirtiendo un aumento en el alquiler rural en el norte de España, “pero no sabemos qué pasará este verano, aunque todo apunta que será rural”. En este sentido, la directora de Escapada rural aseguró que los usuarios de casas o alojamientos rurales deben ser conscientes del tipo de turismo que están haciendo, ya que los viajes al entorno rural son un apoyo para la economía nacional pero también dependemos de la naturaleza. Tampoco es cuestión de que, ahora, hagamos del turismo rural un turismo masivo que dañe el entorno".