¿Crear o Innovar?... Esta es la pregunta

Innovación y creación se han convertido en herramientas clave para mejorar la competitividad de autónomosy pequeñas empresas. Ahora bien, cada uno debe aplicarse en a su debido tiempo.
¿Crear o Innovar?... Esta es la pregunta

Podría haber creado una frase elocuente para la columna de hoy, o simplemente podría tomar parte de la creación de Shakespeare para innovar el título de su conocido “ser o no ser”. En muchas ocasiones los términos innovar y crear se confunden. Y tendemos a pensar que el juego de palabras responde a un proceso creativo, sin embargo ambos términos definen situaciones diferentes en una pyme. Los dos conceptos se han instalado con fuerza en el mundo de la empresa. Lo que en parte se debe al paradigma empresarial actual que establece que los mercados y los sectores son cambiantes lo que nos obliga a estar en una continua reingeniería de procesos, así como de productos o servicios que se ofrecen a los diferentes clientes.

Evidentemente ajustarse al mercado es importante para poder ser útiles en el mismo y más aún en contextos de crisis. Afrontarlas significa adaptarse a los cambios y reinventar algunas de las viejas ideas del pasado. Como decía Einstein “un loco es aquel que piensa que puede tener resultados diferentes haciendo siempre lo mismo”. Ahora bien, la cuestión es cual de los dos términos es el adecuado en un entorno donde nos vamos recuperando poco a poco y desde la perspectiva de una Pyme o un emprendedor.

La creatividad es sinónimo de ingenio, inventiva, pensamiento original, imaginación constructiva o pensamiento divergente. Es la generación de nuevas ideas o conceptos.

Es un elemento que crea en si mismo tendencias en una sociedad o mercado. Su naturaleza es más conceptual, abstracta y no tiene por qué responder a las necesidades reales del mercado sino a la creación del autor.

Por otra parte la innovación, o la asociación entre ideas y conceptos creados anteriormente, lo que produce son soluciones originales y que según el diccionario de la Real Academia Española, es la creación o modificación de un producto, y su introducción en un mercado.

Según algunos, la diferencia entre creatividad e innovación es que la primera es abstracta, meramente conceptual, se queda en el terreno de las ideas. La segunda, por el contrario, es concreta y práctica, bajando al terreno y dando forma a aquellas ideas emprendedoras que dieron paso a la actividad de la organización. No obstante, lejos de separatas, el proceso creativo y la innovación tienen una estrecha relación aunque con una misión diferente en la forma de tomar decisiones en las empresas así como en su momentum para aplicarlas dentro de las mismas.

Así podríamos afirmar que la creatividad es más adecuada en las primeras etapas de nuestro negocio justamente cuando la multitud de ideas y los diferentes enfoques más divergentes son necesarios. Sin embargo, cuando iniciamos etapas donde se tienen que definir procesos específicos o “tomar acción”, la creatividad pasa a un segundo plano y es donde la innovación adopta el control de los procesos de implementación.

La innovación se ha convertido en uno de los elementos clave para las pymes. Si un autónomo o pequeña empresa quiere posicionarse, ser competitivo y añadir valor a los diferentes actores implicados en su actividad, deben innovar y así plasmar de forma práctica, la mejor manera de hacer que las ideas sean más productivas. Por otra parte, la anticipación en la lectura de la sensibilidad de un mercado o el conocimiento de las nuevas tendencias para hacer que las cosas sucedan de forma diferente es la esencia de la naturaleza de una cultura innovadora y que calará en el ADN de la Pyme, alineando las ideas estratégicas con las acciones tácticas.

 

Dinamismo, flexibilidad interna o la capacidad de respuesta son las ventajas de las pymes frente a las grandes empresas

 

Asimismo, aunque la innovación se asocia comúnmente con la aplicación y el uso de las nuevas tecnologías, en la economía real se concreta en una actitud de mejora continua y una optimización de procesos a través de aplicar las mejores soluciones, que a veces como dice el principio de la navaja de Okham, son las más sencillas.

¿Qué puede esperar la pyme de la innovación?

 

Lo primero que debemos entender es que para una pyme innovar forma parte de su propia naturaleza por las características que tiene en términos de tamaño y adaptación al mercado así como una herramienta de sostenibilidad en el corto y medio plazo. Dinamismo, flexibilidad interna o capacidad de respuesta frente a mercados en evolución, hacen que las pymes tengan una ventaja competitiva frente a las grandes empresas que mantienen una estructura más rígida a la hora de adaptarse a las necesidades que se les presentan en sus sectores. Por el contario, los retos en el campo de la innovación se presentan a partir de la dificultad de financiación, la falta de especialistas o la carencia de recursos para realmente desarrollar políticas innovadoras.

Podríamos concluir que:

  1. Innovar ayuda a aterrizar la creación en acción;
  2. Es la mejor forma de conseguir resultados en el corto y medio plazo;
  3. La flexibilidad y la capacidad de adaptación son primordiales;
  4. Adapte las mejores prácticas a su realidad empresarial;
  5. Aproveche tu tamaño y estructura para innovar con rapidez;
  6. No espere a que los demás innoven por usted;
  7. No sea un loco… Los nuevos resultados requieren nuevos procesos.

 

En definitiva, innove que algo queda…