Vehículos con más de diez años

Madrid amplía dos años más el plazo para que los taxistas renueven su coche

La Comunidad de Madrid permitirá que los taxistas con vehículos de más de 10 años de antigüedad puedan seguir circulando hasta diciembre de 2022. 

Más 5.000 puestos de trabajo para autónomos.
Madrid amplía dos años más el plazo para que los taxistas renueven su coche

La Comunidad de Madrid permitirá circular a los taxistas con vehículos de más de diez años de antigüedad durante dos años más sin necesidad de renovarlos, como media de apoyo al sector a raíz de la crisis del coronavirus. De acuerdo al Reglamento de los Servicios de Transporte Público Urbano en Automóviles de Turismo, se establece que aquellos vehículos con licencia de taxi no pueden alcanzar una antigüedad superior a los 10 años. 

No obstante, el Gobierno regional permitirá a los taxistas seguir prestando servicio hasta el 31 de diciembre de 2022 con vehículos que hayan superado la antigüedad máxima de diez años, contada desde su primera matriculación. Es decir, a esta prórroga podrán acogerse todos los taxistas cuyos automóviles hayan cumplido diez años desde el 1 de enero de 2021, este mes incluido.

Desde el inicio de la pandemia el sector del taxi ha sufrido una drástica reducción de su actividad. Se trata de un colectivo compuesto  en su mayoría por autónomos que ven cómo la pandemia ahoga sus expectativas de negocio. Por ello, el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid aprobó de forma excepcional esta moratoria de dos años, que para el presidente de la Asociación Gremial de Auto Taxi Madrid, Alberto Miñambres, es " siempre bienvenida, pero quizás algo injusta”.

Según el presidente, los taxistas no suelen prolongar tanto la vida útil de sus vehículos (más de 5 años) y “tampoco se ha tenido en cuenta a los vehículos de 8 o 9 años de antigüedad”. Así mismo, desde la asociación advierten que, a causa de la crisis, alrededor de 1.000 taxistas madrileños han tenido su vehículo sin circular y, a pesar de ello, el tiempo de recuento para la renovación no se ha paralizado. 

La Comunidad de Madrid busca con este decreto, conforme a los principios de necesidad y eficacia, atender la situación de los taxistas ante la inseguridad económica que padecen en estos momentos. Sin embargo, desde la asociación creen que esta medida afecta especialmente a  los vehículos de gama alta que suelen amortizarse a lo largo de una década. Por otro lado, también lamentan que no se hayan tenido en cuenta" los kilómetros de cada vehículo” a la hora de determinar el plazo óptimo para la renovación, ya que muchas veces esto también marca su antigüedad..  

1.000 taxistas deciden suspender su actividad hasta que pase la pandemia

“El sector del taxi se encuentra muy débil actualmente”, apuntó Alberto Miñambres. De las 75.693 licencias de taxis, el 90% pertenecen a trabajadores por cuenta propia. Éstos registraron una caída de ingresos del 90% durante el confinamiento domiciliario. Asimismo, el colectivo no ha conseguido recuperarse desde mayo del año pasado, mes desde el que continúan con caídas de entre el 75 y 80%.

Así pues, 75.693 licencias, 100.000 familias y 35.000 trabajadores asalariados ven cómo el futuro del sector pende de un hilo. Miñambres sintió incertidumbre por el posible escenario que viene tras la pandemia: “Existe cierta esperanza con la llegada de las vacunas y el fin de la pandemia. Sin embargo, hay que enfrentarse a la devolución de los créditos ICO, las prestaciones, etc. La mayoría de medidas sólo sirven para prolongar la agonía, es decir, endeudar hoy para pagar mañana”. Desde el sector se sienten excluidos, ya que no formaron parte del presupuesto extraordinario del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que aportó 400 millones en ayudas públicas para transportistas. “Nadie puede adivinar el futuro, nos hemos quedado sin Semana Santa y nadie puede vislumbrar cómo será el verano, ni siquiera los políticos”  afirmó el presidente del colectivo.

Esto hace que más de 1000 taxistas de la Comunidad de Madrid hayan solicitado la suspensión o excedencia de sus licencias y no prevean volver hasta que se acabe la pandemia. Asimismo, esto afecta directamente a un 80% de los trabajadores asalariados del colectivo que actualmente se encuentran en ERTE. “Al cerrar las ciudades y al imponer un toque de queda a las 11 de la noche, miles de compañeros se quedan sin trabajar”, explicó el presidente de la asociación.

A todo esto se añade que "el teletrabajo, el volumen de viajeros en los aeropuertos, las estaciones de trenes o buses al 20% o la falta de reuniones o convenciones han caído desde el inicio del Estado de Alarma” apuntó Miñambres. “El turismo de negocios es prácticamente inexistente, ronda entre el 5 y el 10%. Es difícil cifrar las pérdidas pero faltan viajeros, faltan clientes” afirmó el presidente. Por otro lado, las zonas turísticas con mayor volumen de trabajo siguen bajo mínimos, con caídas de ingresos de más del 93%.