El comercio electrónico les ha dado la puntilla

Los pequeños comercios de la moda siguen cerrando y el resto sigue sin poder recuperarse tras la pandemia

Los autónomos y pequeños negocios dedicados a la moda siguen cerrando sus negocios ante la competencia de las grandes superficies y del comercio electrónico. No pueden soportar los altos costes fijos y los cambios del modelo de consumo.
Los autónomos de la moda siguen sin recuperarse tras la pandemia.
Los autónomos de la moda siguen sin recuperarse tras la pandemia.
Los pequeños comercios de la moda siguen cerrando y el resto sigue sin poder recuperarse tras la pandemia

Los autónomos y pequeños negocios dedicados a la moda siguen sin recuperarse tras la pandemia. Las restricciones sanitarias, el cierre de locales, el cambio de modelos de consumo y el auge del comercio electrónico están acabando con muchas tiendas de barrio. Situación que se agrava con la crisis de suministros que eleva el precio de muchos productos, la subida de los alquileres, la luz y los seguros sociales de los asalariados. Eran emprendedores que en 2019 aportaban el 2,8% del PIB de nuestro país. Sin embargo, sus ventas siguen sin recuperarse en la actualidad, y todavía están por debajo los niveles previos a la pandemia.

El cierre de tiendas y la restricción a la actividad social provocaron una importante contracción en el consumo de moda según el Informe Económico de la Moda en España del Centro de Información Textil y de Confección (Cityc). Con la excepción de los comercios de moda por internet, la pandemia ha dejado un reguero de datos negativos en el sector, con fuertes descensos en términos de actividad, empleo, exportaciones y ventas minoristas durante los últimos dos años.

Las pequeñas tiendas de moda no pueden competir contra las grandes superficies ni los negocios en línea. La autónoma Loreto Fernández, propietaria de dos tiendas de barrio en Madrid antes de la pandemia, explicó que tuvo cerrar ambos locales por la baja competitividad que los trabajadores por cuenta propia pueden asumir en este contexto de crisis. “La pandemia nos impidió abrir el negocio, no puedes cubrir tus costes fijos, tuvimos que cerrar. Una vez cesaron las restricciones, la gente prefirió ir a una gran superficie. Cuando vas a una tienda de barrio solamente ves esa tienda, en Internet o un centro comercial tienes muchísima más oferta, es imposible que un pequeño comerciante compita contra eso”, afirmó Fernández.

“En una tienda de barrio sólo puedes tener cuatro tipo de camisas, mientras que en los centros de comerciales encuentras más de 100”, explicó la emprendedora. Prendas que están elevando sus costes debido a la crisis del transporte y suministros que existe en la actualidad, donde muchos autónomos, explicó Fernández, tienen que acudir a intermediarios para adquirir el producto y en menores cantidades, lo que agrava el precio de compra y venta del mismo. “Los pequeños comercios de barrio dedicados a la moda, e incluso de otros sectores, están destinados a morir. No podemos pagar a nuestros trabajadores, no podemos pagar el alquiler, no podemos hacer nada”, añadió Fernández.

“Elegí montar un comercio online de moda por miedo a tener stock”

Al contrario que las tiendas físicas, la pandemia supuso un coste de oportunidad para los comercios electrónicos, especialmente para el sector de la moda. Según señala el informe de Cityc, este sector se ha impuesto al resto de sectores de venta online, con un 8,4% de la cuota de mercado en España. Asimismo, en este contexto, el peso del ecommerce pasó a significar un 19,4% del total de las ventas de moda en España.

“Elegí montar una tienda online por miedo a crear un stock”, explicó Alan Luna, propietario de la tienda de moda online Fckmous. La experiencia de otros comercios tradicionales llevó a este emprendedor a formular su negocio bajo demanda. “En el negocio de la moda, los pequeños emprendedores no saben si van a vender o no, por ello decidí crear mis productos bajo demanda y así evitar tener que comprar cosas que incrementan mis costes fijos”, afirmó Luna.

En España, aseguró el emprendedor, tener una tienda de ropa conlleva pagar local, asalariados, seguros sociales y “una lista interminable de gastos que son imposibles asumir en este contexto de digitalización”. Al tener un comercio electrónico, Luna ha podido derivar sus beneficios a gastos que considera más importantes en el nuevo modelo de consumo. “Todo lo que nos ahorramos de costes fijos físicos lo traducimos en marketing, redes sociales, campañas de pago y publicidad del negocio”, añadió.  Sin embargo, Luna añadió que la competencia en el comercio de moda online es infinita, “cualquiera puede montar una tienda y esto no significa necesariamente que tu marca vaya a ser un éxito en ventas”. Muchos negocios online, en especial los grandes distribuidores, pueden permitirse realizar campañas con influencers, famosos o colaboraciones con otras marcas para posicionar le negocio. Publicidad que tiene un alto coste y que a la hora de emprender, afirmó el propietario de Fckmous, también dificultan la visibilidad del negocio. “Emprender en moda conlleva muchísimo dinero. Aunque un comercio electrónico se gaste mucho en publicidad, tiene que traducir esa inversión a ventas, y estás apenas llegan al 3%”.

A pesar de la crisis, la moda sigue generando empleo

En términos de generación de empleo, la moda no sólo mantuvo sino que aumentó moderadamente su peso sobre el mercado laboral, con una contribución un 1% superior al año de la pandemia. El número de adscritos a la Seguridad Social en los sectores textil, de confección, de cuero y calzado fue de 126.594 en 2020, llegando este año a los 137.358 afiliados.

Por su parte, el peso de la moda española en las exportaciones cayó hasta representar un 8,1% del total de bienes en el extranjero en 2020. Esto significa, según el estudio de Cytic, un decrecimiento de hasta ocho décimas porcentuales respecto al ejercicio previo a la pandemia, cuando la importancia de la moda en el exterior llegaba al 8,9% del total.

Valencia, Cataluña, Galicia y Andalucía lideran la moda en España

En el ranking de comunidades autónomas que más aportaron a la industria de la moda están la Comunidad Valenciana, Cataluña, Galicia y Andalucía, que se mantuvieron como líderes en creación de empleo y emprendimiento durante 2021. En quinto lugar estaría Castilla La Mancha, que superó por primera a Madrid, que ocupaba el quinto puesto antes de la pandemia. Asimismo, en términos de venta, Valencia, Galicia, Madrid y Andalucía son las líderes a nivel nacional.