Los principales detalles del nuevo modelo

¿Qué supone para un autónomo cotizar en el futuro por sus "ingresos reales"?

Se ha hablado mucho sobre el nuevo sistema de cotización para los autónomos ¿Pero a qué se refiere el Gobierno cuando habla de ingresos reales? ¿Qué supone este cambio para un autónomo? ¿Qué consecuencias tendrá?.

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¿Qué supone para un autónomo cotizar en el futuro por sus "ingresos reales"?

Desde hace meses, el Gobierno trabaja para llevar a cabo lo que ha denominado como ‘Reforma Integral del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA)’. O, lo que es lo mismo, el desarrollo de un nuevo sistema de cotización que permita a los trabajadores por cuenta propia cotizar por sus ingresos reales. El objetivo es que los profesionales ajusten sus cotizaciones a los rendimientos que obtienen de su negocio para que paguen más cuota quienes ingresan más y coticen menos los que estén al nivel del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

El pasado martes, la ‘Reforma Integral del RETA’ fue presentada por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luís Escrivá, a las organizaciones de autónomos: la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA); la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA); y la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE).

Fue el primer paso que dio el Ejecutivo para implementar un nuevo sistema de cotización para los más de 3,2 millones de autónomos. A pesar de todo lo que se ha hablado de él, hay muchos detalles que todavía se desconocen. Este modelo genera distintas dudas entre los trabajadores por cuenta propia. Por eso, en esta guía se recopila todo lo que se conoce hasta la fecha del sistema de cotización por ingresos reales que quiere poner en marcha el Gobierno.

¿A qué se refiere el Gobierno cuando habla de ingresos reales?

Hace algo menos de un año, el Pacto de Toledo recomendó al Gobierno la creación de un nuevo modelo de cotización para los autónomos. En concreto, el Informe de Evaluación y Reforma establece que “a juicio de la Comisión, deben promoverse, de manera gradual, las medidas necesarias para aproximar las bases de cotización de los trabajadores autónomos a los ingresos percibidos por los mismos”.

El objetivo que se persigue es cambiar el actual sistema por uno que permita a los profesionales por cuenta propia adecuar sus cotizaciones al rendimiento de su actividad, de tal forma que aquellos con mayores ingresos estén obligados a cotizar más, mientras que los que presenten unos inferiores puedan pagar menos.

Pero quizá el principal error es llamar a este sistema "cotización por ingresos reales' ya que realmente no serán los ingresos los que se utilicen como referencia para determinar cuánto deberá abonar un autónomo a la Seguridad Social. Según explicó el abogado laboralista Alberto Ara, “cuando el Ejecutivo habla de ingresos reales hace referencia a los ingresos que obtiene por su actividad menos los gastos que ha tenido un autónomo durante todo un año. Esto es el rendimiento neto”.

Es decir, el nuevo sistema se debería llamar "cotización por rendimientos netos": los ingresos del autónomo descontados sus gastos. Este será el parámetro que utilizará el Gobierno para determinar la futura cotización del autónomo.

El problema de las deducciones

El problema, añadió Ara, viene ahora porque este rendimiento neto que Hacienda conoce de los autónomos -y que será que el que utilice la Seguridad Social para poner en marchar el nuevo sistema- no es una cifra completamente cierta, ya que no tiene en cuenta muchos gastos que tiene un autónomo y que no puede desgravarse. De hecho, para este experto, el rendimiento neto que utilizará el Gobierno, en realidad, no es “real. Los verdaderos rendimientos netos serían el resultado de calcular los ingresos menos los gastos que se deducen, y también los gastos que no se pueden deducir”.

La explicación es obvia. Mientras que una sociedad o una empresa se puede deducir prácticamente todos los gastos relativos a su actividad, un autónomo no. Por lo tanto, lo que Hacienda conoce como rendimiento neto no es tal ya que el autónomo tiene que destinar parte de los beneficios del año a cubrir gastos de su negocio no deducibles. O dicho de otra manera, lo que para una empresa es beneficio neto, para un autónomo no lo es ya que tiene que cubrir con esos rendimientos gastos no deducibles. El rendimiento neto de un trabajador por cuenta propia declarado en el IRPF no es realmente lo que se lleva a casa para poder vivir o atender a su familia, es una cantidad menor, explicó Ara. 

Los trabajadores autónomos tiene la posibilidad de desgravarse una serie de gastos, siempre y cuando éstos estén asociados a su negocio (como por ejemplo, la compra de material, de manutención, la asistencia a ferias del sector o la compra de un dominio web). El problema viene cuando son gastos de difícil justificación frente a Hacienda como es la telefonía, el coche, el carburante, peajes, comidas con clientes, o el consumo de agua y electricidad cuando se trabaja desde casa. “El criterio que aplica la Agencia Tributaria aquí es que como el autónomo no ha utilizado exclusivamente el móvil, el coche o el agua para el desempeño de su actividad, no le permite acceder a una deducción completa y sólo le permite desgravarse un porcentaje”, remarcó Ara

¿Porqué son importantes estos gastos que no se pueden deducir?.

Como se ha dicho, esto supone a su vez un agravio comparativo para los autónomos frente a las empresas, que sí pueden deducirse el 100% de todos los gastos derivados de su actividad. La imposibilidad de acceder a la totalidad de la desgravación desmotiva a muchos profesionales por cuenta propia, que ni si quiera solicitan esa reducción fiscal. Haciendo que, por lo tanto, su rendimiento neto (o como lo denomina el Gobierno, ingresos reales) sea inferior a los ingresos reales  que la Agencia Tributaria considerará para establecer su base de cotización.

Es decir, mientras que los 22.000 euros que puede ingresar un asalariado al año son exclusivamente para él, los 22.000 euros que ingresa un autónomo no serían únicamente para él y su familia , sino que con esa cuantía tendrían que seguir abonando una serie de gastos de su actividad que no han podido deducirse.

Que se incluyan o no los gastos no deducibles en el cálculo de los ingresos reales a los que se refiere el Gobierno puede ser crucial a la hora de determinar la cotización que tendrá el autónomo, porque si se contabilizan menos gastos, los supuestos ingresos reales serán mayores y, por tanto, se cotizará por encima de lo que, en realidad, el autónomo dispone para vivir. 

Imaginemos, por ejemplo, que un autónomo tiene 40.000 euros de ingresos y 25.000 euros de gastos, de los que sólo se puede deducir fiscalmente 15.000. A ojos de Hacienda,  sus ingresos reales o rendimiento neto va a ser de 25.000 euros (40.000-15.000), mientras que su verdadero rendimiento neto es menor, concretamente de 15.000 euros porque no se ha podido deducir 10.000 euros (coche, carburante, telefonía, viajes, parking, suministros, etcétera). Por tanto, llevándose a casa 15.000 euros netos cotizaría por un tramo de 25.000 euros que es lo que Hacienda consideraría como sus "ingresos reales". 

Funciona mediante tramos que se regulan al final de cada ejercicio

Por otro lado, una de las novedades que plantea la reforma presentada este martes a las organizaciones de autónomos es que el sistema de cotización por ingresos reales funcionará mediante tramos. El número de tramos y la cuantía de éstos están aún por determinar.

De esta forma, el trabajador por cuenta propia en función de la previsión de ingresos que tenga podrá elegir aquel tramo dónde  mejor se encuentre, siempre y cuando esté cotizando en un intervalo igual o superior a su rendimiento neto. Desde ATA defienden que "cuantos más tramos mejor, para evitar los efectos frontera. Y aunque le hemos dicho al Gobierno que ni es el momento, ni nos gusta el sistema porque no es justo, vamos a colaborar y a aportar para que la regulación sea lo menos lesiva y lo más coherente posible".

Asimismo, otra de las características del sistema y que se basa en una propuesta que realizó ATA, es el hecho de que el autónomo pueda elegir el tramo en función de su previsión de ingresos del año Y cuando Hacienda conozca, en su declaración de IRPF, los rendimientos que tuvo, se regularice su cuota en función de éstos, subiendo o bajando su base de cotización para adecuarla a los rendimientos declarados.

"El Gobierno nos plantea algo que no nos parece mal y es que el autónomo pueda elegir en cualquier trimestre del año (como hasta ahora) una base de cotización estimada en función de su previsión de ingresos y, cuando se conozcan sus rendimientos netos, se regularice al alza o baja la cotización en función de los ingresos netos declarados", explicaron desde la Federación.

Posible pérdida de autónomos persona física y aumento del fraude 

Los expertos apunta que, de implementarse este sistema sin ajustes, se pueden producir dos consecuencias negativas: la pérdida de trabajadores autónomos persona física que podrían crear sociedades para poder desgravarse gastos que ahora les están vedados y un aumento del fraude fiscal ya que se intentaría ocultar facturas para bajar los ingresos.

La primera consecuencia, como se ha explicado ya, se debe a que sólo las personas jurídicas pueden acceder a deducciones íntegras de los gastos de su actividad. Entonces, según defendió el abogado laboralista Alberto Ara, el sistema que plantea el Gobierno no tiene en cuenta los verdaderos rendimientos netos de un autónomo, pues no incluye todos aquellos gastos derivados de su actividad, muchos autónomos dejarán de ser persona física, para ser societarios y así acceder a desgravaciones completas y que el tratamiento que reciban del sistema sea más justo.

Además de la posibilidad de que algunos autónomos intenten bajar sus ingresos también complicaría el sistema el hecho de que algunos se conviertan en personas jurídicas porque dificultaría la labor de Hacienda para diferenciar cuando acaba la empresa y empieza el autónomo.

La mitad de los autónomos quedarían fuera y a 700.000 les subiría la cuota

Junto a todo lo anterior, ATA aseguró, tras conocer la primera propuesta del Gobierno, que ésta dejaría fuera a la mitad de los trabajadores por cuenta propia y subiría la cuota a 700.000 autónomos.

Según explicó su presidente Lorenzo Amor, el sistema presentado está pensado simplemente para poder aplicarse a aquellos trabajadores por cuenta propia que coticen por estimación directa: 1,5 millones de autónomos. Dejando fuera “al millón de autónomos que pagan en estos momentos el Impuesto de Sociedades; también a los 200.000 que son familiares colaboradores o los 350.000 que están cotizando por módulos. A éstos se les aplicaría el rendimiento neto que marcase Hacienda anualmente”. También quedarían fuera del sistema los 200.000 autónomos agricultores que cotizan en el SETA y que están en módulos agrarios.

Además calcularon que la implantación del sistema supondría que más de 700.000 autónomos “pasarían a pagar un 50% más de cuota". Así, y en base a los datos de ATA, en este momento hay dos millones de trabajadores por cuenta propia -que tributan unos en estimación directa y otros en módulos-  y que declaran unos ingresos por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), a éstos no se les subiría la cuota. Del otro millón de autónomos restantes, 700.000 declaran unos rendimientos netos superiores a 25.000 euros al año. Y previsiblemente,  éstos son los que verían incrementadas sus cotizaciones.

El Gobierno quiere que entre en vigor en 2022

Aunque todavía queda por delante mucha negociación con las asociaciones de autónomos, el compromiso del Gobierno para poner en marcha un sistema de cotización por los ingresos reales es firme . El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luís Escrivá, recordó hace unas semanas en su comparecencia en el Congreso de los Diputados, que la creación de este sistema responde, por un lado, a la petición que en su momento hicieron los propios trabajadores por cuenta propia. Y también a una recomendación del Pacto de Toledo que hay en esa dirección “y a la que hay que responder". 

Aunque todavía no se ha fijado un horizonte oficial, hay estimaciones que apuntan a que podría ponerse en marcha a partir de 2022. El Gobierno descartaría de esta forma implementar el sistema al año que viene, pues los autónomos aún no se habrían recuperado de la pandemia, además esto les daría un margen de casi un año para negociar con las organizaciones de autónomos.  

Hay discrepancias entre las organizaciones de autónomos

Las tres organizaciones de trabajadores autónomos presentes en la reunión tienen diferentes posiciones respecto a la propuesta del sistema de cotización por ingresos reales que les puso sobre la mesa el ministro Escrivá. 

Así, mientras que para la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) la propuesta presentada es injusta porque no se tiene en cuenta a la otra mitad del colectivo. "Este sistema que iba a ser más justo y que se plantea como una 'Reforma Integral del RETA' no lo es, porque sólo atañe a 1.500.000 trabajadores por cuenta propia. Es decir, al 46% del colectivo" señalaron a la salida de la reunión. Además, para ATA "no es el momento de subir a nadie la cuota. Estos 700.000 autónomos no tienen capacidad ahora mismo, y ya están lo suficientemente asfixiados como para cotizar más con la que está cayendo". 

Para la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) el sistema presentado es "justo y equitativo". Su secretario general, Eduardo Abad, afirmó a la salida de la reunión que "el sistema nos parece mucha más justo que el actual". Además, de que sólo subiría la cotización a 700.000 profesionales y "dejará en una situación de mejora de tributación y cotización a los autónomos menos afortunados y que no llegan a ese mínimo indispensable que es el Salario Mínimo Interprofesional (SMI)".

A favor de la propuesta del sistema también se posicionó María José Landaburu, secretaria general de la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE). Landaburu compartía en un tweet que "la cotización justa por ingresos reales será pronto una realidad". También que "la mayoría de autónomos pagará una cuota inferior o igual a la actual y mejorará la protección de todos".