En las provincias en Fase 1 ha abierto el 80%

Las tiendas de ropa venden un 70% menos y acumulan mucho stock

Las ventas del comercio textil han caído un 70% con respecto al año anterior. En las provincias en Fase 1 ha abierto ya el 80%. aunque acumulan excesivo stock y no saben cómo le van a dar salida. Máxime cuando el Gobierno quiere prohibirles las rebajas. También se quejan de que apenas han tenido acceso a los créditos ICO.
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Las tiendas de ropa venden un 70% menos y acumulan mucho stock

Parte de la actividad económica del país se reactivó el pasado 4 de mayo, con el inicio del plan de desescalada que situaba a buena parte los territorios españoles en la Fase 0. Durante esta primera fase, los pequeños comercios con menos de 400 metros cuadrados pudieron reabrir sus puertas al público, entre ellos las pequeñas tiendas de ropa.

El comercio minorista ha experimentado grandes caídas en sus ingresos durante los casi dos meses de obligatorio confinamiento, situación por la que el comercio textil se ha visto especialmente afectado. “El arranque de la temporada de moda de primavera se vio completamente frustrado, y ha supuesto que a pocos días de empezar con la de verano, estos comercios tengan una saturación en su stock, ya que no han podido dar salida a esas prendas”, explicó Carlos Moreno, tesorero y portavoz de la Confederación Española de Comercio (CEC). Incluso no saben si podrán venderlas.

Las ventas en el sector del comercio textil han experimentado caídas de hasta un 70% respecto a la misma semana del año anterior”, señaló Moreno. La gran mayoría de estos pequeños establecimientos están regentados por autónomos, que no podrán hacer frente a todos los gastos de su negocio sin percibir ningún tipo de ingreso. “Se estima que uno de cada cinco comercios que consiga abrir ahora, tendrá que cerrar antes de navidad”, añadió el tesorero.

No obstante, y a pesar de las grandes pérdidas que ha experimentado el sector en lo que va de año, la percepción de la situación que tienen algunos pequeños negocios es distinta, pues aseguran que aunque reciben menos clientes, éstos gastas más. Ésta es la vivencia de la autónoma Laura Carbajo. Ella es propietaria de una tiene de ropa en Santander, y explicó que “la respuesta en la calle estaba siendo buena. Aunque vienen pocos clientes, los que entran en la tienda hacen un buen gasto”. Carbajo aseguró, incluso, que su "comercio saldrá reforzado, porque se ve como algo más tranquilo y seguro”. 

Sin embargo, su caso es una de las pocas excepciones del sector, la mayoría de los comerciantes de ropa o calzando se encuentran aún tanteando el terreno de cómo será el futuro de su sector tras la crisis del Covid-19, si bien, la mayoría mantiene las esperanzas. "Hemos notado que los vecinos tienen ilusión por venir a los pequeños comercios", destacó la propietaria de una boutique en Vitoria. "Aunque no seamos de primera necesidad, la gente quiere normalizar su vida y en ese proceso es donde entramos nosotros", añadió.

Por su parte, el tesorero de CEC quiso recalcar que los trabajadores autónomos del pequeño comercio no lo han tenido nada fácil a la hora de intentar acceder a créditos como los ICO. “El pequeño comercio está siempre en el final de la cola, los bancos se lo conceden antes a las grandes empresas, por lo que el comercio minorista se ha encontrado con tipos de interés más altos y condiciones abusivas”.

En la Fase 0 no abrió ni el 50%

Con el inicio de la Fase 0, los pequeños comercios dedicados al textil podían abrir sus negocios y dar comienzo a la –nueva- normalidad con un sistema de cita previa. Sin embargo, el primer día no llegó a abrir ni el 15% de estos establecimientos, “las medidas se publicaron tan sólo 48 horas antes de la apertura, no dieron tiempo material a los autónomos para preparar sus locales”, explicó Carlos Moreno.

Aún a día de hoy hay territorios que siguen en esa primera fase, y los negocios textiles abiertos no llegan al 50%. "No había nadie por la calle y veía un sin sentido abrir en Fase 0", comentó la propietaria de una pequeña tienda en Valladolid. Su ciudad sigue aún en esa fase, sin embargo esta autónoma continúa con la persiana bajada, "la gente tiene mucho miedo, que se incrementa al ver que no se ha pasado de fase. Para mi negocio abrir ahora sería darle como mucho 5 meses de vida a mi negocio", señaló.

“No he abierto mi negocio ya que con la medida de la cita previa me arriesgaba a tener más pérdidas que estando cerrada”, señaló Gabriela Robasot, propietaria de una tienda de ropa en Cáceres. “Además, no nos han facilitado ningún tipo de material protector, por lo que también supone un riesgo abrir la tienda”, añadió.

El avance en la desescalada de muchas provincias a la Fase 1, ha traído consigo un mínimo incremento en las ventas, sin embargo, se sigue produciendo una apertura progresiva, “en fase 1 encontramos abierto al 80% de los comercios textiles”, comentó el tesorero de CEC. En esta fase los negocios no están obligados a continuar con el sistema de la cita previa, aunque son muchos los que de forma voluntaria siguen con esa norma.

“Nosotros en la fase 1 seguimos con cita previa, hemos optado por seguir con esta medida ya que aún hay mucha incertidumbre y las clientas lo agradecen porque se sienten más seguras”, explicó Laura Carbajo, propietaria de la tienda Carot en Santander.

Apoyo al pequeño comercio frente al e-commerce

Los pequeños comercios textiles se han encontrado con un aumento de su competencia a través de las plataformas online durante el confinamiento. La crisis sanitaria del Covid-19 ha generado en buena parte de la población, el miedo a salir a la calle y entrar en establecimientos, por lo que el comercio minorista se ha visto obligado a reinventarse y traspasar sus negocios al e-commerce.

“Nos hemos abierto camino en la venta online y hemos hecho bastantes envíos a muchas provincias. Gracias a potenciar nuestras redes sociales podemos facturar algún ingreso”, explicó Carbajo, propietaria de Carot.

Por el contrario, Rabasot destacó que la digitalización no es un proceso fácil y requiere de una inversión económica que no todos los autónomos pueden llevar a cabo. Además según esta propietaria "los jóvenes tienen una mayor facilidad para acceder a las plataformas online. No es sólo el dinero, sino que requiere una destreza que me costaría mucho aprender a estas alturas".

Sin embargo, a pesar de la fuerte caída en la demanda de compra física en los pequeños establecimientos textiles,  los autónomos han encontrado una respuesta muy positiva por parte de la ciudadanía. “La población se ha concienciado con respecto al comercio de proximidad, las muestras de apoyo y solidaridad que reciben son muy importantes”, destacó Carlos Moreno, tesorero de CEC.

"Tenemos clientas muy fieles, llevamos 40 años trabajando aquí y ellas están acudiendo a la tienda ayudándonos a saltar este bache", explicó la propietaria de Carot, en Santander.

Desde la Confederación Española de Comercio, pidieron a la administración campañas para fomentar la reactivación del sector, sin embargo, “esa medida nunca se llevó a cabo, por lo que el espíritu de los ciudadanos apoyando al comercio minorista está siendo espontaneo y esperemos que perdure en el tiempo”, añadió Moreno.

Las tiendas físicas peligran sin las rebajas

El Gobierno se reitera en su decisión de prohibir las rebajas del comercio en las tiendas físicas, con la premisa de evitar las aglomeraciones. Sin embargo, esta medida no ha sido bien acogida por la Confederación Española de Comercio, que la tacha de “incoherente y de atentar contra la ley de comercio minorista”.

La CEC considera “especialmente sangrante”, que esta limitación solo afecte a las promociones en venta física, lo que generaría una disfunción de precios en los canales de venta online y offline, y “pondría en clara desventaja competitiva, y en un momento tan crítico, al pequeño comercio respecto a las grandes plataformas”.

“Desde la primera semana de confinamiento, hemos exigido la creación de una mesa sectorial, en la que estuvieran toda la representación del comercio para poder consensuar unas medias”, explicó Moreno. “Si ya se ha establecido un aforo máximo acorde a las fases, no entendemos que aglomeración puede darse en las tiendas”, señaló.

Muchos comercios minoristas con tiendas físicas se van a ver obligados a cerrar sus puertas de forma permanente, con el consecuente despido de sus trabajadores, ya que “será imposible competir con las plataformas online, a los que el Gobierno beneficia con rebajas en sus precios”, concluyó el portavoz Carlos Moreno.